Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Cómo podemos enseñar a trabajar la tolerancia a la frustración en los niños? Bien sea que tengas a un pequeño a tu cuidado, o que trabajes directamente con ellos, debes saber que tu comprensión y ayuda son esenciales para que aprendan a desarrollar su inteligencia emocional.
Cuando hablamos del manejo de la frustración en niños es imposible no tocar el tema de las pataletas, tan detestadas por todos, el mayor gesto que puede mostrar en peque al no saber cómo actuar ante ciertas situaciones donde no puede “salirse con la suya” o no sabe qué hacer con lo que siente.
Desafortunadamente, muchos padres y cuidadores practican la violencia física por no entender cómo fomentar la tolerancia a la frustración en los niños, lo que termina generando una serie de consecuencias negativas en la formación de la personalidad del infante, y con las que cargarán de por vida.
Como bien solemos enseñar en Campamento de Emociones, no hay nada de ejemplificante en ello: muy al contrario. Lejos de enseñar a sostener la frustración infantil, puede llegar a exacerbar su intolerancia. Espero que las siguientes recomendaciones sean de gran ayuda para todos vosotros.
Desarrollar la tolerancia a la frustración en los niños con 13 técnicas exitosas
¿Qué es la frustración en los niños?
Sí, por increíble que os pueda parecer a muchos, la frustración en niños es tan real como la de los adultos, pues a fin de cuentas; ellos también son seres humanos. De hecho, os diría que existen personas que al igual que un pequeño, no saben identificar ni poco menos lidiar con sus emociones.
¿Pero qué es la tolerancia a la frustración en los niños, y por qué es tan importante conocerla para quienes conviven con infantes? Bajo este nombre se le conoce al manejo emocional que desarrollamos los seres humanos para mantener a raya la ira por no cumplir con nuestros deseos y expectativas.
Es recomendable que desde tempranas edades se les enseñe a los más pequeños de la casa a desarrollar la regulación de su propia frustración infantil, para que sepan sobrellevar mejor la tristeza o la rabia ante las desavenencias o desilusiones que vivirán a lo largo de la vida. Porque sí, las van a vivir.
La vida a menudo nos presenta obstáculos. No es color de rosa. Enseñar a gestionar la frustración en niños, conducirá a los chiquis a pasar rápidamente la página cuando las cosas no salen como las soñaron, y les abrirá las puertas a una adultez con una mayor capacidad en inteligencia emocional.
Muy por el contrario, no enseñar la tolerancia a la frustración en los niños les llevará a convertirse en adultos quejicas, incapaces de resolver con eficacia y rapidez los contratiempos que puedan presentárseles, porque estarán con la mente puesta en aquello que les fue negado, entre otras cosas.
Comportamientos de los niños que no saben gestionar la frustración
Seamos francos: el tema de la frustración en niños y adultos tiene una connotación muy negativa en la sociedad, pues engañosamente algunas personas a través de las redes sociales venden una falsa idea de la vida a menores y adultos, que debemos estar felices todo el tiempo y ser perfectos.
Como os he dicho: las personas contamos con todo un espectro emocional, porque necesitamos de ellas para poder responder adecuadamente a los estímulos externos. La tolerancia a la frustración en los niños les enseñará a no apostar por la perfección, pero sí a vivir una vida más feliz.
Así que antes de revisar unas fáciles estrategias para el manejo de la frustración en niños que podréis comenzar a aplicar desde casa, quiero compartiros algunos comportamientos que suelen ser bastante comunes en aquellos chicos que no han aprendido inteligencia emocional de los padres:
- Les cuesta adaptarse a los cambios.
- Piden todo desde la exigencia.
- La frustración en niños les hace actuar constantemente con rabietas o de manera agresiva.
- Cuando falta tolerancia a la frustración en los niños, y tienen al frente un objetivo o tarea difícil de cumplir, lo abandonan.
- No saber cómo gestionar la frustración, lleva a los niños a buscar constantemente una gratificación inmediata, más aún hoy en tiempos de redes sociales, donde todo es instantáneo.
- Son muy impacientes y muy impulsivos.
- Una pobre tolerancia a la frustración en los niños también se ve reflejado en un pensamiento que tiene tendencia a polarizar todo.
- No saben cómo llevar los fracasos, especialmente los propios.
- Es común que la ausencia de tolerancia a la frustración en los niños, los lleve a desarrollar algunos trastornos emocionales, ya que les cuesta expresar adecuadamente lo que sienten, o tan siquiera identificarlo.
3 ejemplos de la frustración en los niños y niñas
Si convives con pequeños, seguramente reconocerás algunos de los ejemplos que os voy a presentar brevemente, pero ten en cuenta que aprender gestionar la frustración en niños pasa por ti como el adulto que le está educando. Tu autoestima e inteligencia emocional son fundamentales en este proceso.
Quiere meter el dedito en un lugar indebido
Una de las escenas cotidianas en los hogares con bebés, quienes están explorando el mundo, son curiosos y no miden consecuencias, así que al negársele la oportunidad de hacerlo, llora o incluso, le pega a sus padres. Existen maneras para ayudarle a cómo gestionar la frustración sin violencia.
Quiere salir con sus amigos
Otra escena común en la que algunas veces hay poca tolerancia a la frustración en los niños, es cuando se les niega un permiso para salir o jugar con sus amigos. Decir no porque no, no es razón suficiente. Habla con él o ella, dile que entiendes cómo se siente, pero explícale las razones con calma.
No quiere hacer la tarea, sino jugar
Esta es otra de las situaciones comunes que muestran una baja tolerancia a la frustración en los niños, pues buscan gratificación inmediata. ¿Qué hacer? Negocia con él o ella. Sé que puede ser agotador, pero es importante enseñarles desde pequeños el valor de la responsabilidad con sus deberes.
¿Qué es la tolerancia a la frustración en los niños?
La tolerancia a la frustración en los niños es la capacidad que permite a los más pequeños a llevar de mejor manera los cambios repentinos o los errores, así como también el manejo de las expectativas propias ante aquellas circunstancias que no se desarrollaron de la manera esperada.
Usualmente, la frustración en niños está ligada a la necesidad de obtener la atención de sus mayores, de ser reconocidos, de autoafirmarse y de ser más independientes. Es normal. Lo importante es que aprendan desde jóvenes que las cosas no siempre salen cómo lo deseamos, y que errar es de humanos.
La resistencia a la frustración en niños es, por tanto; un proceso de aprendizaje. No es una habilidad con la que nacemos las personas. Cuando nos enfocamos en que los chiquitines del hogar sepan cómo gestionar sus emociones, se convertirán en adultos que sabrán lidiar mejor con el fracaso.
Cuando en un hogar no se aprenden las estrategias para el manejo de la frustración en niños, estos suelen crecer sin saber mirar el aprendizaje detrás de un fracaso, verán los obstáculos como una injusticia, se convertirán en adultos poco flexibles, intransigentes e incluso, manipuladores.
Consecuencias genera la baja tolerancia a la frustración
Cuando no existe tolerancia a la frustración en los niños, estos suelen crecer desarrollando una serie de comportamientos que les convertirán en adultos con un comportamiento bastante difícil de manejar, y con frecuencia; será motivo de marginalización en los distintos entornos sociales:
- Cuando hay una baja resistencia a la frustración en niños, estos crecen sin saber crear límites o sin respetar los de los demás, pues no aceptarán un no como respuesta.
- Una pobre tolerancia a la frustración en niños conlleva también a un comportamiento poco empático, pues lo único en lo que pensarán es en la satisfacción de sus propios deseos y caprichos.
- Por otro lado, la baja tolerancia a la frustración puede generar ansiedad y depresión por no saber cómo lidiar con los fracasos.
- No desarrollar la tolerancia a la frustración en los niños, conlleva a un comportamiento de manipulación emocional hacia los demás, con tal de lograr los objetivos.
- En general, la falta de tolerancia a la frustración en los niños implica una actitud de inflexibilidad y de intolerancia a las opiniones de los demás.
Ejercicios identificar la poca tolerancia a la frustración en los niños y niñas
Aunque es importante trabajar la tolerancia a la frustración en niños de la mano de profesionales en el área de la psicología como los que tenemos el gusto de tener en nuestro instituto, os quiero dejar algunos ejercicios fáciles que podéis practicar con vuestro pequeño para que tengáis una idea al respecto:
Pídele que se dibuje a sí de cuerpo entero
Una de las actividades para manejar la frustración en niños más comunes es pedirles que se dibujen a sí mismos de cuerpo entero, y que en la imagen coloree aquellas áreas donde siente molestias (por ejemplo, el corazón), cuando siente enojo. Dile que cuando se sienta así, te busque y pida ayuda.
Enséñale a identificar los detonantes de su ira o frustración
Otra forma de ayudar a trabajar la tolerancia a la frustración en los niños es mostrándoles que deben reconocer las razones por las cuales se sienten molestos, y que las verbalicen. Por ejemplo: sueño, cansancio, hechos inesperados, sentirse incomprendido por mamá o papá, molestia con otro chico.
Guíale para que aprenda a recuperar la calma
Cuando existe una crisis, lo mejor que puedes hacer para trabajar la tolerancia a la frustración en los niños es escuchándoles y enseñándoles a recuperar la tranquilidad con algunos ejercicios relajantes. Varias respiraciones profundas pueden ayudarles a sentirse más calmados.
Técnicas para el manejo de la frustración en niños y desarrollar su tolerancia
Antes de terminar, os quiero dejar algunas referencias de las que podéis tomar una guía para comenzar a trabajar la baja tolerancia a la frustración con los chiquis de la casa. Con paciencia y amor, la educación emocional de tus hijos será el más grande regalo que habrás podido darles.
Enséñale que no siempre se obtiene lo que se quiere
Los pequeños deben aprender a tempranas edades a cómo manejar la frustración. No siempre pueden ni deben obtener todo lo que te piden, pues saber lidiar con el fracaso y con los errores propios es parte de la vida. Enséñales a tener paciencia, para conseguir lo que desean.
Predica con acciones
La tolerancia a la frustración en los niños comienza por los adultos que les rodean, porque para bien o para mal, van a copiar vuestras acciones. ¿Sabes cómo actuar cuando las cosas no salen como las pensaste o eres de los que con frecuencia actúa de manera prepotente cuando cambian los planes?
Evita la sobreprotección
Además de las actividades para manejar la frustración en niños, es importante que poco a poco vayan ganando independencia en ciertas tareas como bañarse por sí mismos, escoger sus ropas, ayudar con los deberes en casa, y permite que viva su niñez, sin tenerte encima. No le va a pasar nada malo.
Empéñate en que sepa crear metas razonables sin dejar de soñar
La tolerancia a la frustración en los niños comienza por enseñarles que está bien soñar, pero que no podemos pretender subir al monte Everest sin haber practicado antes ningún tipo de escalada, que los objetivos se conquistan poco a poco, con trabajo y paciencia. Felicítale por sus pequeñas conquistas.
Muéstrate firme en la creación de límites, pero también sé flexible
Para que aprendan a cómo manejar la frustración, hay que poner los puntos sobre las íes. Un niño no puede ir a la deriva. Necesita que tú le guíes, y le marques las pautas para que no se salte la barda. Sin embargo, aprende a mostrarte abierta (o) a generar cambios cuando sean necesarios.
Permítele encontrar la solución
Entre los ejercicios para manejar la frustración que debes considerar está la noción de dejarle dar por sí mismo una respuesta ante una situación frustrante. Estimula su imaginación, y deja que con su ingenio pueda resolver ciertas tareas acordes a su edad. Así aprenderá a sentirse confiada (o) en sí.
Deja de ceder ante las pataletas
Anteriormente os comenté que uno de los comportamientos que indican una pobre tolerancia a la frustración en los niños son los berrinches. Ante estas situaciones mantente firme, y sin violencia alguna, hazle saber las razones por las cuales no se puede. Ten en cuenta todos estos puntos.
Ayúdale a entender qué le pasa
Así como buena parte de los adultos hoy, los niños no suelen saber expresar de buenas a primeras lo que están sintiendo. Este es un buen ejemplo: “¿estás molesta (o) porque no puedes salir hoy al parque? Te entiendo, también me pasa cuando quiero ir a un sitio en el que deseo estar, y no puedo”.
Sé su guía en la identificación de emociones
Como padre o representante debes ayudar a tu pequeño a llamar a eso que sienten por su nombre y apellido: la tristeza, la rabia, la frustración son emociones que deben verbalizarse. Comienza preguntándole cómo se siente: ¿estás molesta (o) por…? ¿estás dolida (o) por…?
Muéstrale la diferencia entre sus deseos y necesidades
Un pequeño no sabe reconocer lo que quiere de lo que necesita… Y para ser sincera, muchos adultos tampoco. Por ejemplo, no es lo mismo comerme un paquete de chuches a la hora de la comida, que hacerlo al momento de merendar, porque no es un alimento nutricional para sí.
Haz que conviertan los problemas en un aprendizaje
Los pequeños deben aprender que está bien fracasar, es algo normal en la vida de las personas, y eso no los hará menos válidos. Lo que sí tiene valor es el aprendizaje obtenido de ello: ¿Qué les quedó? ¿Qué creen que pueden mejorar? ¿fue un fallo propio o alguna condición externa le perjudicó?
Edúcale para que reconozca cuándo pedir ayuda
No es saludable vivir en negación emocional. No está bien reprimir lo que sentimos. Háblales con honestidad, y diles que cuando algún problema les sobrepase, siempre podrán consultar contigo. Escúchales sin juzgar, valida lo que sienten, eso les permitirá crecer siendo más empáticos con el mundo.
Utiliza técnicas de respiración para relajarse
Antes de terminar, quiero recordaros que una de las técnicas más efectivas para recuperar nuestro balance emocional está en nuestra respiración. Enséñales a calmarse tomando inhalaciones profundas, que luego exhalarán por la boca, luego de contar mentalmente hasta tres.
Recomendaciones sobre cómo desarrollar la tolerancia a la frustración en los niños y niñas
La tolerancia a la frustración en los niños puede ser un proceso lento, pero con resultados seguros, y de por vida. En nuestro Campamento para niños, contamos con maravillosos casos de éxito, en los que los chicos mejoraron su comportamiento y trato con sus adultos.
Los chicos están aprendiendo a vivir, y necesitan siempre de una mano amiga que les guíe. Especialmente en nuestro campamento, nos preocupamos por enseñarles ejercicios para manejar la frustración, así como el reconocimiento de todas sus emociones, nuestras inseparables compañeras de vida.
¡Únete hoy, y dales la oportunidad de crecer hacia una adultez plena!