Por Dra. Estrella Flores-Carretero.
Una de las terribles secuelas que está dejando el coronavirus, además de las lamentables pérdidas humanas y del desastre económico, es el síndrome de burnout. Silente y muy difícil de manejar para sus víctimas, el cansancio extremo también está drenando la salud mental de millones de personas.
Desde antes del contexto actual, ya eran comunes las estrategias para prevenir el síndrome de burnout por las organizaciones a nivel global, puesto que es una afección crónica consecuencia del estrés laboral, que puede dejar a su rastro saldos rojos en improductividad.
La buena noticia es que el síndrome de burnout puede ser manejado, siempre y cuando las empresas se preocupen en prestar atención al cliente interno, que es el principal afectado. Pero para ello, es necesario hacer de la inteligencia emocional la clave de la comunicación corporativa.
Siendo empáticos, escuchando sin juzgar y tomando los ajustes necesarios para crear un mejor ambiente laboral es como se puede prevenir el síndrome de burnout de manera exitosa. Analicemos un poco cuáles son sus señales más características y qué puedes hacer en caso de estarlo padeciendo.
6 formas de prevenir el síndrome de burnout en tu organización
¿Qué es el síndrome de burnout?
Conocido popularmente también como “estar quemado”, el síndrome de burnout es un estado de agotamiento extremo como consecuencia del estrés laboral, con sintomatología física y emocional, el cual afecta severamente la concentración y el rendimiento de los trabajadores.
Por ser un síndrome de desgaste profesional, empuja a los empleados a perder el interés en lo que hacen y a desarrollar animadversión por el lugar de trabajo, producto de la mala gestión emocional. Todas las personas en situación empleada están propensas a padecerlo.
Gracias al cambio que se ha venido practicando en las propuestas gerenciales a nivel mundial, son cada vez más las corporaciones que a nivel mundial cuidan de que sus colaboradores padezcan tal síndrome de sobrecarga emocional, por lo que han de tomar acciones en concreto para evitarlo.
Efectos del síndrome de desgaste profesional
Saber cuáles son los estragos que puede generar en la salud psicológica y física de las personas es como se puede prevenir el síndrome de burnout. Esto, da luces para crear una planificación acertada tanto a nivel corporativo como personal, para luchar contra las consecuencias de este padecimiento:
- Mal manejo de las relaciones personales y laborales.
- Diabetes.
- Infartos.
- Derrames cerebrales.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Estrés.
- Colesterol alto.
- Dolores musculares y fatiga.
- Dolores de cabeza.
- Insomnio.
- Adicciones.
Ten en cuenta que ignorar cualquiera de los efectos que el síndrome de burnout produce, no hará que desaparezca por arte de magia. Se necesita reconocer plenamente que no estamos bien y que requerimos ayuda, o de lo contrario; seguiremos rodando hacia un foso emocional.
Una empresa que practica la inteligencia emocional permite a sus empleados hablar sin temores sobre el síndrome de desgaste profesional. A continuación, veamos las razones por las cuales la OMS considera al estrés laboral un problema de salud pública mundial.
La OMS y el síndrome de burnout
El síndrome de burnout ha sido añadido en la más reciente revisión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos CIE-11. Por ser una enfermedad asociada al contexto laboral, la OMS explica que no puede ser usado bajo otros contextos.
Aunque hoy queda enmarcado como una patología de la salud mental que puede dar pie a otras enfermedades, hay que destacar que el síndrome de burnout fue acuñado por primera vez en 1974 por Herbert Freudenberger, autor del libro “Burnout: The High Cost of High Achievement”.
Por supuesto, antes de ser clasificado por la OMS, el mundo corporativo ya venía avizorando las consecuencias del desgaste emocional en el trabajo, por lo que desde hace unos años, los especialistas en salud laboral han venido planteando diversas estrategias para prevenir el síndrome de burnout.
Tipos de síndrome de burnout
Por ser una patología que está condicionada tanto a factores externos al individuo, como el clima organizacional de la empresa para la que trabaja, así como a las propias condiciones psicológicas del empleado, dicho síndrome de sobrecarga emocional en el trabajo se clasifica en dos tipos:
- El síndrome de burnout activo: cuando el empleado mantiene una conducta asertiva y busca soluciones a lo que está generando su desgaste en la organización para que sus circunstancias cambien.
- El síndrome de burnout pasivo: a diferencia del anterior, el trabajador mantiene una actitud de pesimismo, no sabe qué hacer y evita el contacto con los agentes que disparan su estrés.
Causas del síndrome de burnout
Las razones por las cuales alguien cae en síndrome del quemado o síndrome de fatiga en el trabajo pueden ser múltiples. Cada caso es único, por lo que debe ser evaluado según los agentes que lo originan para poder tomar las medidas correctivas adecuadas en las organizaciones.
Clima laboral
Se sabe que el síndrome de burnout es muy común en ciertas culturas organizativas tóxicas, que dependen de un entramado burocrático, donde no se le brinda el suficiente apoyo a los empleados para cumplir con sus labores, y en donde muchas veces se pueden observar casos de bullying laboral.
Expectativas interpersonales
Al ingresar en cualquier empresa, todo empleado tiene intereses que alcanzar en pro de su desarrollo. Pero puede ocurrir que la realidad marque otras pautas diferentes y la adaptación a ello sea lenta. El síndrome de burnout aparecerá cuando el trabajador vea irrealizables sus metas.
Rasgos de personalidad
Aunque no existe aún una teoría clara al respecto, se sabe que los individuos carentes de autoconfianza, con baja autoestima o las personas propensas a cuadros de ansiedad y depresión, pueden caer con mayor facilidad en el síndrome de burnout que otras.
Horarios laborales largos
Trabajar más no es hacerlo mejor. Hay que priorizar la eficiencia, por lo que el buen descanso y la buena alimentación son necesarios para evitar el síndrome de burnout. Se sabe que hay organizaciones donde a los empleados se les exige cumplir con interminables listas de tareas en poco tiempo.
Alto nivel de exigencia
También ocurren casos de estrés laboral y el síndrome de burnout, en aquellos puestos de trabajo que requieren de esfuerzo físico como albañiles, trabajos de seguridad, levantar cargas pesadas. Sin buen descanso, es probable que los colaboradores se desgasten en poco tiempo.
Sobrecarga emocional
Cada persona es única y sus contextos también. Si una persona reacciona de cierta manera ante un estímulo, no quiere decir que otra lo hará igual. Por esta razón, las herramientas de gestión emocional son vitales para ayudar a las personas a dejarse llevar hacia el síndrome de burnout.
Síntomas del síndrome de burnout
Si bien son señales de que algo no está funcionando bien, es importante activar desde un principio las dinámicas para prevenir el síndrome de burnout como parte de la cultura organizacional de la empresa, y no esperar a que aparezca algún aspecto de los que veremos a continuación:
Baja energía
Una persona que padece el síndrome de burnout, a menudo siente cansancio aunque haya dormido, si es que lo hizo. Esto se debe al desgaste emocional y al insomnio, producto de pensamientos intrusivos o agotamiento físico. Padecen el ciclo de tener sueño por el día y estar despiertos por las noches.
Irritabilidad
La ira en la oficina pueden ser un signo del síndrome del quemado o síndrome de fatiga en el trabajo, gracias al poco descanso y al desvanecimiento de las expectativas que mencioné con anterioridad. A este cóctel hay que añadirle la falta de herramientas de inteligencia emocional.
Escasa concentración
Te preguntarás el por qué ya no rindes igual que cuando empezaste, lees mil veces el mismo párrafo y no logras captar ni una palabra, de pronto te vuelves una persona olvidadiza. Cuidado, porque puede que no estés descansando lo suficiente y tu mente está pasando factura.
Este es quizás el signo más notorio. Es importante que, al salir de la oficina o después de terminar la jornada laboral, aprendamos a desconectar mentalmente para no caer en el síndrome de burnout. Igualmente, hay que evitar a toda costa ser multitasking para no desgastar nuestra mente.
Dolencias físicas
A menudo quienes padecen de cansancio extremo tienden a desarrollar ciertos malestares físicos que van desde malestares a nivel muscular, jaquecas e incluso, patologías físicas mucho más graves, producto de haberse sometido a una continua situación estresante.
Desbordamiento
Ante la incompetencia emocional que impulsa el síndrome de burnout, muchas personas tienden a alejarse de sus equipos de trabajo, ya que se encuentran en un punto en el que no entienden cómo lidiar con las demandas emocionales de terceros.
Esto normalmente ocurre por no saber poner límites, por no saber decir que no. Por eso es tan importante poder comunicarnos adecuadamente desde la empatía, expresar nuestros desacuerdos de manera asertiva y saber callar cuando sea oportuno.
Frustración
Imagina a un nadador en mar abierto, que por mucho que lo intente, no puede alcanzar la orilla. Algo parecido sucede con los trabajadores que, quizás por expectativas muy altas o por mal planteamiento de las estrategias organizacionales, sienten que nada de lo que hagan surtirá efecto.
La falta de realización personal, el no sentirse satisfecho con el trabajo, la pobre comunicación empática con los compañeros. Estas personas sienten que por mucho que trabajen no se ven los resultados y por ende, pierden la motivación para hacer sus tareas.
Riesgos del síndrome de burnout
En anteriores párrafos destaqué que si bien pertenece al ámbito profesional, el síndrome de burnout puede ser disparado por diversos factores que van desde la propia cultura corporativa, rasgos individuales, pero también puede ser generado por el tecnoestrés que causa la falta de capacitación profesional.
Por ejemplo, se sabe que en el mundo de la medicina es muy común que el personal médico lo padezca. Por ser más clara, puedo contarte que en Holanda al menos el 15% del personal médico se siente quemado, lo que genera cerca de 1.7 billones de euros.
De hecho, las investigaciones del NCBI señalan que con el proceso pandémico, el número de médicos residentes con estrés crónico oscilaba entre un 26% y 76% a nivel global, dependiendo de ciertas variables como la cantidad de recursos disponibles y el número de pacientes atendidos.
Cómo afecta el síndrome de burnout
La sintomatología, así como los factores de riesgo, pueden ser de diversa índole. El síndrome de burnout puede desencadenar un bajo rendimiento a nivel laboral, poca concentración, despiste e insomnio, además de malestares físicos producto de la somatización del cansancio.
Siempre es aconsejable consultar con un médico para descartar otra condición física y en caso de un diagnóstico certero, consultar con un especialista en salud mental. También es necesario hacer las referencias para que la empresa pueda crear condiciones laborales más favorables al bienestar.
Probablemente, no seas la única persona afectada en tu plantilla de trabajo, así que anímate a hablar abiertamente del tema con tu jefe. Recuerda que el cansancio extremo genera pérdidas millonarias y costos en salud por bajas médicas. El ambiente laboral debe brindar bienestar, alegría y orgullo.
Actividades para prevenir el síndrome de burnout
Quiero compartir brevemente algunas buenas dinámicas para prevenir el síndrome de burnout. Es responsabilidad de todos que exista cordialidad y dinamismo para sacar el trabajo adelante, después de todo, siempre termina siendo un hogar y nuestros compañeros, parte de nuestras vidas.
- Guarda con celo tus horarios para comer y descansar. Uno de los grandes errores que cometen los empleados que se hunden en el síndrome de burnout. No pasa nada por un trasnocho o por saltarse una comida, pero hacerlo parte del día a día es contraproducente.
- Pon límites. El exceso de tareas no te hará más productivo, ni tampoco lo hará el tener que siempre resolver con poco material o que te den poco tiempo para trabajar. ¡Al contrario! Te generará una sensación de incomodidad y en definitiva, te hará detestar tu trabajo.
- Promueve la colaboración y el buen clima entre tus compañeros. Los chismes, las habladurías de pasillo son muy mala señal. Nada como trabajar en una oficina en la que todos hacen camaradería y buen equipo, pues el buen ambiente nos hace sentirnos felices, dispara nuestra creatividad y nos da fortalezas en momentos de crisis.
- Aprende a leer las señales de tu cuerpo y tus emociones. Esto es importantísimo. Todos tenemos distintos niveles de tolerancia, por tanto; no todo el mundo se siente cómodo trabajando bajo presión. Por cierto, esto último siempre debe ser la excepción a la regla y nunca lo común.
- Separa lo personal de lo laboral interponiendo actividades de por medio. Muchas personas después de salir de la oficina, van a desestresarse un poco practicando deportes o realizando un hobby como la meditación. Lo importante es delimitar, decirle al cerebro que terminamos. Por ejemplo, para quienes practican el teletrabajo siempre es importante tener un área de la casa destinada solo a la oficina. Incluso, se recomienda desconectar el ordenador hasta el próximo día, para que nuestra mente entienda que el trabajo acabó por el momento.
- Fomenta actividades grupales entre tus familiares y amigos. Por supuesto, mantenerse en actividad social siempre será importante para nuestra salud. Distraerse, compartir de temas que no son de la oficina. No todo es trabajo, fuera de la oficina hay vida también, y seres queridos que nos esperan para compartir, después de todo se trabaja para vivir y no se vive para trabajar.
Recomendaciones finales sobre cómo prevenir el síndrome de burnout
La buena noticia es que las organizaciones están empeñadas en lograr niveles óptimos de bienestar, porque las cifras de estrés laboral a nivel global son alarmantes. Aunque la pandemia ha empeorado todo, es responsabilidad de los líderes procurar en lo posible un ambiente armónico en las empresas.
De no atenderse a tiempo, el síndrome de burnout puede traer grandes consecuencias a nuestras vidas. Hay quienes pasan por graves procesos depresivos y cuadros de salud complejos. ¿Vale la pena arriesgarse? Evidentemente no.
A mi amigo Ismael Cala le gusta repetir que la salud es la corona invisible que solo el enfermo puede ver, y estoy totalmente de acuerdo. Los procesos laborales siempre deben ir en evolución, a favor de todos los que hacemos vida en las empresas.
Padecer de estrés laboral y el síndrome de burnout no nos hace ser los trabajadores más entregados. Dejemos el sacrificio para los mártires. Las empresas deben ser siempre un lugar en el que disfrutemos lo que hacemos, en donde podamos conectar con otros en diversos sentidos y crecer.
Como hemos visto en Mastermind Latino, las mejores empresas y las más exitosas son justamente aquellas donde el cliente interno se siente feliz con lo que hace, donde se genera una buena sinergia entre compañeros. A nadie le gusta estar en un lugar donde no se siente querido ni respetado.
Para esos casos, siempre vale la pena revisar los procedimientos laborales, pero también hacer un poco de introspección. Por Academia de emociones han pasado personas con cuadros depresivos, que sienten su autoestima minada a causa de un mal jefe o de un pésimo sistema organizacional.
Como señalé al principio de este texto, hagamos de la inteligencia emocional nuestra aliada en la lucha contra el estrés laboral. Aprender a comunicar y gestionar lo que sentimos es fundamental para una vida sana. Somos personas atravesadas por el poder de la palabra, nunca olvidemos eso.