Por Dra. Estrella Flores-Carretero.
Desde pequeños, nuestros padres o cuidadores nos han indicado que aprender a escuchar es una habilidad clave, si queremos evitar malos entendidos o grandes conflictos, y que también nos puede dar grandes pistas para entender a quienes nos rodean y ser más empáticos.
Entender la definición de aprender a escuchar tiene que ver con nuestra inteligencia emocional, pues es uno de sus pilares. Prestar atención nos permite saber más del otro, y de aquello que desea comunicar. Porque incluso quienes nos aman, evitan decir lo que saben que no queremos oír.
Especialmente en momentos en los que la efervescencia de la ira puede tocarnos, aprender a escuchar y aprender a expresarse sin irrespetar al que escucha es prioritario, porque los pensamientos y prejuicios pueden tergiversar la comunicación con los demás.
Otras veces, ocurre que la información que recibimos está sesgada, parcializada o errada. En cualquier caso, siempre es importante aprender a escuchar para tener siempre una idea más concisa, tanto en las relaciones personales como en el mundo laboral. Veamos más a fondo.
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¿Qué es el escuchar?
Es el acto de oír para entender lo que nos dicen. Aunque más adelante daré una definición de escucha activa, podemos decir que es la compuerta por donde se filtran todas nuestras relaciones. Quien sepa practicarlo, podrá gerenciar como un buen líder en el terreno que desee destacar.
Se dice que aprender a escuchar es un arte que muchas personas descartan o desprecian, porque desconocen su valor. Es incluso paradójico que en el siglo de las comunicaciones, se incita a las personas a expresarse en libertad, pero pocas veces se invita a enfocarse en lo que el otro dice.
En una sociedad donde el ego manda, la definición de aprender a escuchar pasa por alto muy a menudo, porque muchos pretenden hablar más de sí, que atender a lo que expresan los demás, cuando centrar nuestra mente en lo que nos cuentan es vital tanto en la vida como en los negocios.
¿Cuál es la importancia de aprender a escuchar?
Todos queremos que nos presten atención al hablar. Aprender a escuchar es una habilidad esencial para la vida, porque a diferencia de lo que muchos creen, un buen líder quizás no tenga una gran capacidad de oratoria, pero destaca porque sabe quedarse callado y enfocarse en sus interlocutores.
Por tanto, entender qué es aprender a escuchar a los demás, debes verlo como una vía de aprendizaje, ya que la información recibida es procesada, analizada para luego ser integrada o rechazada, según nuestras propias experiencias o puntos de vista.
Si haces un recorrido por tu experiencia laboral, seguro encontrarás que aquellos líderes de equipo o jefes que se ganaron tu respeto, fueron justamente aquellos que, sin dar grandes discursos, ganaron el respeto de su equipo porque supieron aprender a escuchar a los demás.
Conocer la importancia de aprender a escuchar abrirá muchas puertas en nuestra ruta profesional y personal. Esto se debe a que al ser una actitud que nos prepara para entender al otro, estaremos creando una comunicación empática y altamente motivadora.
¿Qué es la escucha activa?
Para dar una definición de escucha activa, hay aclarar primero que esta es una estrategia de comunicación impulsada por Carl Rogers, psicólogo estadounidense, que enmarca las actitudes de un oyente con el propósito de ayudarle a entender a su interlocutor y poder brindar un feedback.
Esto quiere decir que aprender a escuchar es un proceso que requiere leer las emociones de los demás, tal cual señalan las investigaciones del profesor Albert Mehrabian, quien afirma que un 55% de la comunicación no verbal es corporal y un 38% está ligada a la voz.
Cuál es la diferencia entre la escucha activa y la escucha pasiva
Podemos decir que la escucha activa, si se compara con el simple hecho de oír, es un proceso consciente de prestar atención a quien nos habla. ¿Recuerdas todas esas veces que te han hablado y tú pensabas en lo discutido en tu última reunión? Cuando solo oímos, nos desconectamos.
Quienes saben qué es aprender a escuchar a los demás mantienen una actitud completamente dedicada al diálogo aunque se mantenga largo rato en silencio, por el contrario; quien guarda una actitud pasiva en una conversación se muestra aburrido y poco atento.
Esto último puede generar conflictos, puesto que la persona que solo oye pasivamente puede que malinterprete la conversación, por centrarse en sus pensamientos y emociones, más que en lo que le están expresando. Por esa razón aprender a escuchar a los demás te librará de malos entendidos.
Por supuesto, toda persona que ha podido aprender a escuchar no teme preguntar aquello que no le queda en claro, porque está tan inmersa en la conversación, que desea llegar hasta el fondo del mensaje y entender de mejor manera las emociones de quien le habla.
Obstáculos que impiden la escucha activa
Para que pueda existir una buena escucha activa, se requiere traspasar específicamente cinco barreras que impiden que podamos prestar atención con eficiencia. Espero que puedas llevarlas de ahora en adelante contigo, para que seas más consciente de tu comunicación con el mundo:
- Fingir que estás escuchando.
- Ser multitareas. No se puede aprender a escuchar si mantenemos nuestra atención dividida.
- Restarle importancia a las opiniones de los demás o anular lo que nos dicen que sienten.
- Enfocarnos en nuestros propios pensamientos y emociones, porque estaremos dejando de prestarle atención a quien nos habla.
- Intentar conversar en un lugar o momento no apropiado para ello, bien sea porque la otra persona no tiene tiempo, o porque las circunstancias no son óptimas para profundizar en el mensaje.
Las 10 estrategias para aprender a escuchar a las demás personas
Entonces, ¿Cómo podemos aprender a escuchar y hacer de ello una herramienta clave para la persuasión en el liderazgo? Estos son algunos de los métodos que puedes desarrollar para una comunicación empática, certera y abierta con tu equipo de trabajo.
Reformula preguntas
Es una de las técnicas de escucha activa más valiosas que hay, en caso de que tengamos alguna duda sobre lo expuesto. La misma se basa en utilizar las mismas palabras que nuestro interlocutor para plantearlas como un cuestionamiento, con el fin de que nos explique su idea más claramente.
Así, la persona se dará cuenta de que le estabas prestando atención pero que no pudiste entender la información. Recuerda que para aprender a escuchar se requiere de enfoque, y no hay nada más desmotivante y descortés que darse cuenta que lo decimos en una conversación es ignorado.
Conversa con intención
Uno de los principios de la escucha activa es comprender por qué se está dando la comunicación en ese momento. ¿Qué motiva al otro a hablar? ¿Qué me está queriendo decir? Eso solo es posible saberlo si prestamos atención o de lo contrario, lo que nos dicen estará golpeando contra una pared.
Aprender a escuchar se trata de identificar las necesidades de quien nos habla. ¿Necesita relatarnos un hecho relevante a nivel emocional o simplemente nos está aportando información para actuar? Dependiendo de ello, entonces sabremos cómo desarrollar nuestra participación en la charla.
Respeta los intervalos de tiempo para hablar
Todas las funciones de la escucha activa se basan en entender las motivaciones emocionales de quien nos habla, pero eso no podremos saberlo si la conversación gira en torno a nosotros. Es poco gentil hacer que cuando alguien venga a hablarnos, le interrumpamos.
Como parte de los ejercicios para aprender a escuchar que me gustaría proponerte para que practiques de ahora en adelante, están el hacerse consciente de cuando acaparas la atención en una conversación, porque entonces la misma se convertiría en un monólogo.
Evita interrumpir
En el punto anterior te expliqué que uno de los ejercicios para aprender a escuchar que puedes poner en práctica, es ser consciente de las veces que el yoísmo aparece para ser el protagonista cuando otro nos habla.
Piensa en esas conversaciones en las que has ido a contar algo, pero la otra persona ha tornado la conversación hacia sí o ha invalidado tus sentimientos. Los ejemplos de escucha activa están lejos de esto. Busca sembrar la empatía y no el egocentrismo.
Ahórrate las distracciones
Ya que aprender a escuchar se basa en concentrarse en quien nos habla, es necesario mantener el ritmo de la conversación. Buscar el equilibrio para que la comunicación fluya es esencial, y eso solo es posible cuando nos sumergimos de lleno en la charla.
Si somos conscientes de para qué sirve la escucha activa, entenderemos que la misma tiene al feedback como un componente esencial. Con lo cual, es altamente probable que en algún punto de la charla, la persona que habla requiera saber nuestro punto de vista o aporte.
Haz contacto visual
Como aprender a escuchar se sostiene de las emociones y la empatía que se genera en la conversación, es vital mirar a los ojos porque implica cercanía como tal. Esto se debe a que, como expliqué unos párrafos más arriba, la gestualidad dice muchísimo más que lo que expresamos oralmente.
Cuida tu corporalidad
Quienes han podido aprender a escuchar, saben que la propia gestualidad es clave para hacerle entender a quien habla, que su mensaje está siendo captado. Asiente suavemente de vez en cuando, mantén tu cuerpo ligeramente inclinado hacia tu interlocutor o sonreír.
Estos detalles pueden servirte como ejercicios de escucha activa. Es bueno concientizarlos, pero por lo general, son actos que todos hacemos automáticamente cuando nos interesa el tema del que nos hablan, pero que deberíamos activar cuando nuestra mente se desconecte de la charla.
Muestra interés
Cuando una conversación se da en un ambiente relajado, los detalles sobre la vida, las anécdotas comienzan a surgir. Así es como aprender a escuchar puede ayudarte a ser genuino en las reacciones. De esta manera, la persona se sentirá a gusto de seguir conversando.
Es necesario conocer la importancia de la escucha activa para crear relaciones sanas desde el entendimiento emocional. De hecho, los grandes problemas de convivencia laboral vienen de un pobre criterio comunicativo. Tomar este detalle en cuenta puede prevenir el síndrome de burnout.
Sé paciente
Si estás buscando aprender a escuchar, debes entender que no todos saben llevar una buena conversación, razón por la cual te verás en la tentación de perderte en tus pensamientos antes que seguirle el hilo. Mi recomendación es que seas cortés en disimular tu aburrimiento o en cambiar la conversación.
Aunque hay muchas personas que manejan las técnicas de escucha activa, eventualmente encontrarás a muchísimas más que no, y eso no las hace ni mejores ni peores. Hay que saber cómo desligarse empáticamente de una charla, sin causar malestar en la otra persona.
Evita hacer juicios
Esta puede ser la parte más difícil de aprender a escuchar. Prestar nuestros oídos significa que hay que ahorrarse el señalar con malas intenciones lo que nos cuenta o presuponer lo que nos van a contar. No adivines el mensaje antes de tomar acciones.
Recuerda que entre los elementos de la escucha activa está la empatía. Ser buenos amigos, dar un consejo cuando se nos pide, no nos cuesta nada y a cambio nos deja mucho. Si pensamos en generar bienestar en nuestras conversaciones, estaremos apostado por
5 consejos para aprender a escuchar a tu equipo de trabajo
En las organizaciones así como en la vida personal, aprender a escuchar puede salvarnos de conflictos innecesarios producto de la desinformación. Estas son algunas recomendaciones que puedes poner en práctica para mejorar la comunicación empresarial:
Cuando te hablen, enfócate en esa persona
Es normal que mientras estés en una llamada, al mismo tiempo estés haciendo otra cosa. Pero cuando tenemos a alguien delante, debemos practicar los principios de la escucha activa, o de lo contrario; todos los pendientes que tienes en la cabeza no te permitirán centrarte en la conversación.
Esto quiere decir que no hay que aparentar interés en la conversación, sino mostrarlo de verdad. ¿Cuántas veces te han reclamado porque no prestaste atención cuando te dijeron algo importante? Cuando se aprende a escuchar, se capta mejor la información que nos están dando.
Diversifica tus fuentes de información para tener una opinión certera
Los líderes que han logrado aprender a escuchar, buscan la información veraz porque comprenden que el mensaje puede estar incompleto o haber sido maquillado. Por muy fidedigna que sea una fuente, debe recibir informes de diversos puntos para crear una opinión más concreta.
Hacer uso de las funciones de la escucha activa, le permitirá tener una visión más panorámica de los hechos, porque nunca se sabe en qué punto puede estarse generando un conflicto u obstáculo. Es necesario que invierta parte de su tiempo en conversar con las diferentes partes.
Presta atención a la crítica y practica la autocrítica
El liderazgo corporativo eficiente debe aprender a escuchar y dejar de basarse en la jerarquización de cargos como modelo de sumisión, porque después de todo, es un simple organigrama de gestión. Todos en la empresa son necesarios y merecen respeto.
La filosofía de una empresa que busca los beneficios de todos se basa en los elementos de la escucha activa. Las mentiras no deben tolerarse y las malas noticias deben darse a conocer, aunque emocionalmente siempre nos inclinemos a decir lo positivo y evitemos decir lo negativo.
Siempre será conveniente ahorrarse disgustos, aprender a escuchar y aprender a expresarse sin irrespetar al que escucha. Para ello, podemos utilizar la vía con la que más cómodos nos sintamos para emitir nuestro mensaje o informar, cuando se considere justo hacerlo.
Escucha la competencia
No se trata de infiltrar espías para conocer lo que hace la competencia, pero sí debemos recibir informes periódicos de lo que hacen, con el fin de conocer nuestra propia posición como empresa. En ese aspecto, la importancia de la escucha activa orbita alrededor de la toma de decisiones.
Aprender a escuchar siempre será básico para la innovación empresarial, puesto que sobran los casos de aquellos gerentes y socios que, seguros de tener la razón, dejaron de tomar grandes oportunidades porque pensaron que el mundo siempre seguiría siendo el mismo.
Permite el feedback
Como parte de los ejercicios de escucha activa, debe ser una política empresarial. La misma puede organizarse a través de un conjunto de preguntas que nos permitan saber la opinión del cliente interno para mejorar, lo que piensa de su trabajo e incluso, lo que piensa de la competencia.
En tal sentido, tener conciencia de para qué sirve la escucha activa nos permitirá crear un informe con los ajustes necesarios para hacer del trabajo en la organización algo mucho más ameno, así como también hacer los cambios y remodelaciones pertinentes en cada área.
Recomendaciones finales sobre aprender a escuchar a tu equipo de trabajo
Todo líder organizacional debe aprender a escuchar, salirse de su burbuja y adoptar a la innovación como un modelo de negocios. Como solemos ver en Mastermind Latino, un empresario solo puede avizorar el panorama si se mantiene alerta ante la volatilidad actual.
También reconoce que nada de eso es posible sin una buena gerencia de emociones, porque comprende de primera mano la importancia de aprender a escuchar no solamente como un generador de buen clima empresarial, sino porque la empatía y la cordialidad traspasan los muros. Son inocultables.
Así como también lo son las consecuencias de las decisiones que toma, basándose en cada uno de los ejemplos de escucha activa que hemos visto en este artículo. Después de todo, solo es posible surfear la ola de cambios en la medida en que nos hagamos conscientes de lo que pasa en nuestro entorno.