Dra. Estrella Flores-Carretero.
La toma de decisiones es una habilidad esencial en la que todos confiamos a diario, ya sea para elegir qué desayunar o qué trabajo es el más indicado. Sin embargo, a menudo puede ser un proceso desafiante, obstaculizado por diversos factores.
En este artículo, no solo podrás explorar los factores que influyen en la toma de decisiones, sino que también te proporcionaremos pasos prácticos para ayudarte a decidir la mejor opción. Al implementar estas estrategias, atravesarás el proceso con facilidad y confianza.
¿Sabías que la procrastinación es uno de los principales impedimentos para tomar decisiones efectivas? No obstante, es altamente recomendable tener en cuenta tu estado emocional en el proceso. Si te sientes especialmente negativo o exaltado, evita el tener que decidirte de inmediato.
Además, te recomendamos que te alejes lo máximo posible de los sesgos o pensamientos predispuestos; en la era digital las redes sociales y sus algoritmos pueden convertirse en grandes condicionantes externos que no deberían tomar tanta relevancia a la hora de tomar decisiones en la vida.
Las 6 etapas necesarias para hacer la toma decisiones de una forma más efectiva
¿Qué es la toma de decisiones?
El proceso de la toma de decisiones es aquel mediante el cual una persona o grupo elige una opción entre varias alternativas disponibles. Este proceso es fundamental en la vida cotidiana, así como en contextos profesionales, empresariales y políticos.
Implica evaluar la información relevante, considerar diferentes escenarios, sopesar los pros y contras… para finalmente seleccionar la opción que mejor se ajuste a unas circunstancias particulares.
Características de la toma de decisión
Racionalidad
A la hora de la toma de decisiones siempre debe entrar en juego un cierto grado de objetividad; no estarás tomando una decisión sino siguiendo un impulso. Actuar racionalmente supone alejarse brevemente de las implicaciones emocionales o los prejuicios para obrar de acuerdo con hechos comprobados.
Complejidad
¿Conoces el concepto del “coste de oportunidad”? Se refiere a que en la toma de decisiones cada vez que eliges una opción estás renunciando a los beneficios que tendría tomar otro camino. Por tanto, debes tener en cuenta las consecuencias de una acción más allá de sus ventajas. Es ahí donde reside la complejidad de esta cuestión.
Incertidumbre
Lo ideal es contar con toda la información precisa a la hora de escoger, pero esto no siempre es así. Hay momentos en los que la toma de decisiones es sinónimo de asumir riesgos para poder seguir avanzando.
El hecho es que, al margen de la información disponible, es imposible predecir con exactitud el rumbo que tomarán los hechos. Lo único que está a tu alcance ante una toma de decisión es actuar con la mayor sensatez posible.
Alternativas
Estas son las diversas opciones entre las que se fundamenta el proceso de la toma de decisiones, cuantas más opciones estén a tu disposición, más importante será evaluar sus posibles consecuencias.
Valores personales
A pesar de la racionalidad, tu personalidad siempre es un elemento determinante a la hora de la toma de decisiones. Las creencias y principios éticos particulares pueden inclinar la balanza hacia un lado, o incluso ser el motivo por el cual surge la disyuntiva.
Tipos de toma de decisiones en la vida
Decisiones rutinarias
Aunque aparentemente simples, desempeñan un papel significativo en la vida diaria. En su conjunto son las que moldean tu rutina y contribuyen en mayor o menor medida a la calidad de vida.
Desde qué ropa ponerte por la mañana, hasta cuál es tu almuerzo, todas estas decisiones repetidas con cierta frecuencia impactan en tu estilo de vida a corto y largo plazo. Por lo que la racionalidad no debería ser dejada de lado durante el proceso de toma de decisiones.
Decisiones arriesgadas
«Quien no arriesga no gana», lo cierto es que seguir prosperando conlleva un mínimo de riesgo a la hora de tomar decisiones en las cuales las consecuencias podrían ser tan adversas como prometedoras. Mudarse a un país extranjero o realizar una importante inversión financiera son solo algunos ejemplos de la toma de decisiones arriesgadas. Implica sobreponerse a la incertidumbre y dejar atrás lo familiar para lograr mejores resultados, es decir, debe haber un motivo relevante tras este movimiento.
Decisiones estratégicas
Son aquellas en las que resulta determinante dejar a un lado los efectos inmediatos, para centrarse en el largo plazo. Son comunes en el ámbito empresarial pero también pueden estar presentes en la vida cotidiana y se caracterizan por un alto grado de racionalidad.
Debido a su naturaleza, la toma de decisiones así implica considerar el panorama general tras un análisis más profundo para asegurarse de que cada elección se alinea con tus metas. Las decisiones estratégicas definen la trayectoria a seguir de cara a un éxito duradero.
Decisiones consensuadas
Son aquellas que se toman mediante la búsqueda activa de acuerdo y cooperación entre múltiples partes interesadas. Tendrán un efecto sobre varias personas, por lo que la comunicación abierta es imprescindible. Llegar a un acuerdo razonable implica asumir que es necesario renunciar a una parte de tus intereses.
Decisiones personales
Como acabas de comprobar, según el número de personas involucradas las decisiones pueden ser grupales o únicamente personales. En estas últimas solo tú eres susceptible de verte afectado, por lo que, aunque los consejos son bien recibidos en la toma de decisiones personales, no debes olvidar tus verdaderas motivaciones.
Decisiones impulsivas
Es frecuente encontrar personas que ante una disyuntiva decide guiarse únicamente por sus impulsos internos o “corazonadas”. Esto es debido a que existen personalidades más analíticas frente a las más emocionales. Pero dependiendo de su complejidad, recuerda que una buena decisión se fundamenta sobre un mínimo grado de racionalidad.
Decisiones éticas
Muchas veces tomar una decisión no implica necesariamente optar por lo que mayor satisfacción directa te provoca. En ocasiones se toman decisiones en base a lo correcto porque así lo dicta la moralidad de cada uno.
¿Cuál es la diferencia entre tomar una decisión y hacer una elección?
Son expresiones que a menudo se utilizan de manera intercambiable, pero tienen matices sutiles en su significado. Aunque ambas se refieren a la acción de seleccionar una opción entre varias, existen diferencias que vale la pena destacar.
Tomar decisiones implica un proceso más amplio y reflexivo, en el que considerar cuidadosamente las opciones disponibles para llegar a una conclusión informada. A menudo involucra evaluar el impacto a largo plazo o sopesar factores externos. Por eso las decisiones tienden a ser más significativas.
Hacer una elección, no obstante, es un acto de carácter inmediato y directo. Si bien aún puede haber consideración involucrada, normalmente se toma en función de preferencias personales, necesidades o deseos impulsivos.
Los 7 elementos que dificultan la toma de decisiones en la vida
Influencias externas
Este obstáculo es más común en la infancia o adolescencia, cuando es sencillo dejarse llevar por otras opiniones para sentirse aceptado y también debido a un mayor grado de inexperiencia.
Sin embargo, recuerda que la manera en que tomas las decisiones es un rasgo distintivo de tu personalidad. Si sientes que te ves perdido ante una disyuntiva, es preferible escuchar a la intuición o consejos de personas referentes antes que seguir a la multitud.
Tiempo límite
Los plazos dificultan el debido análisis de las distintas alternativas; no obstante combatir este factor tiene que ver con una correcta gestión del estrés y con la capacidad de resolución. También es común que tu intuición se agudice bajo presión.
Falta de información o de experiencia
Esta es la principal dificultad en un proceso de toma de decisiones. Para las decisiones rutinarias no adquiere gran importancia, ya que errar y aprender es parte de la vida cotidiana. Sin embargo, es fundamental conocer a fondo las posibilidades si te encuentras ante posibles cambios decisivos.
Sesgos cognitivos
Son patrones sistemáticos de pensamiento irracional que influyen en la toma de decisiones debido a que llevan a malinterpretar una situación por adelantado. Por ejemplo, existe un sesgo de confirmación que se trata de buscar e interpretar la información de una manera en que confirme tus creencias preexistentes.
Por eso es tan importante racionalizar más allá de dejarse llevar, ya que los sesgos proceden de creencias colectivas, es decir, de pensar que lo que siempre te han contado tiene que ser la verdad, sin llegar a procesar la información realmente.
Conflictos de valores
Esta problemática se caracteriza por enfrentar puntos de vista contrapuestos que implican la elección entre varios principios personales, considerados igualmente importantes.
La toma de decisiones adquiere una dimensión más profunda. Esto es lo que ocurre por ejemplo cuando puedes optar por priorizarte a ti mismo y tu carrera, pero, a su vez, esta vía puede ir en detrimento de otra persona.
Grado de indecisión y perfeccionismo
La procrastinación y la obsesión por la perfección pueden afectar significativamente tu capacidad para la toma de decisiones en la vida. La indecisión a menudo surge por miedo a elegir mal o por el deseo de resultados perfectos. El resultado es quedar paralizado y sin poder avanzar.
Por otro lado, el perfeccionismo establece criterios poco realistas para uno mismo, lo que te lleva a dudar constantemente de las decisiones. Ambos aspectos contribuyen a un ciclo de parálisis por análisis, donde es sencillo sentirse abrumado por la multitud de alternativas.
Emociones intensas
El factor emocional, aunque no debe apartarse totalmente, es un componente importante a la hora de poder nublarte el juicio y perder tu racionalidad. En este contexto reconocerlas y comprenderlas es vital, es decir, trabajar la inteligencia emocional favorece una buena toma de decisiones.
Al tomarte el tiempo para reflexionar y analizar, podrás tomar decisiones que no solo estén impulsadas por emociones intensas, sino que se basen en la lógica y el juicio sólido.
Importancia de la toma de decisiones en la vida
La toma de decisiones es una habilidad esencial que atraviesa todos los aspectos de la vida humana. Desde las cotidianas hasta las cruciales que moldean tu destino, su importancia es innegable.
La capacidad de tomar decisiones informadas y efectivas es un rasgo distintivo de autonomía y empoderamiento, que te permitirá navegar por la complejidad del mundo actual.
Es un proceso cognitivo que combina la evaluación lógica con la intuición, y su relevancia se manifiesta en diversas áreas. Estos son algunos ejemplos de tomar decisiones importantes:
– En la carrera profesional: para determinar qué estudiar, la búsqueda de nuevas oportunidades y el desarrollo de habilidades.
– En el ámbito de la salud tienen que ver las decisiones sobre hábitos, tratamientos y estilos de vida, las cuales tienen un impacto directo en el bienestar físico y emocional.
– En las relaciones interpersonales: cómo comunicarte, resolver conflictos y establecer límites.
– En las finanzas: cómo y dónde invertir o qué cantidad de dinero ahorrar.
La importancia de la toma de decisiones se explica porque es una de las mejores vías para aprender de los errores y demostrar tu evolución. Son aquellas que permiten la adaptación a nuevas circunstancias, como desarrollar la resiliencia necesaria de cara a un desafío.
Además, cuando tomas decisiones informadas de las cuales asumes la responsabilidad, eres capaz de reforzar tu autoconfianza en las propias habilidades. Este proceso es empoderante y clave para controlar tu narrativa.
En un nivel más amplio, la toma de decisiones influye en la sociedad y en el mundo que te rodea. Las decisiones colectivas, como son políticas gubernamentales o iniciativas comunitarias, moldean el entorno para lograr una progresión sostenible.
Las 6 etapas necesarias para tomar decisiones con éxito
Identificar la disyuntiva
El primer paso indispensable es aislar el dilema. Es común tender a magnificar las dificultades diarias, por eso debes aprender a sintetizar dicho obstáculo hasta hallar claramente las distintas alternativas, así como sus implicaciones.
Por ejemplo, cuando no sepas hacia donde dirigir tu carrera profesional debes partir desde tus posibilidades realistas a la hora de seguir avanzando, así como desde las motivaciones que te han impulsado a dar el cambio.
Escribir dichos elementos será el primer paso para darte cuenta de que el abanico de opciones es más abordable de lo que pensabas.
Recopilar información
Para la toma de decisiones informadas, es vital recopilar datos, cifras y conocimientos relevantes, aunque en ocasiones si se tratan de decisiones más rutinarias es suficiente con preguntar a personas a tu alrededor experimentadas en el asunto.
Estos datos también pueden obtenerse a partir de estudios de investigación, opiniones de expertos o tus propias experiencias personales. Al tomar el tiempo para llevar a cabo este proceso, estás invirtiendo en las herramientas necesarias para tomar una decisión sabia.
Evaluar y contrastar las alternativas
Un análisis cuidadoso de las alternativas es parte crucial del proceso de la toma de decisiones, es lo que permitirá evaluar los pros y los contras de cada opción. Comparar y contrastar es la clave para identificar cuál se alinea mejor con tus necesidades.
Este tercer paso también se trata de encontrar un equilibrio entre análisis e intuición, en el que sin dejar de escuchar tus impulsos internos no dejes de lado la reflexión coherente. Aunque dentro de ti sepas que es lo que prefieres, párate el tiempo suficiente a analizar la situación.
Gestión de la incertidumbre
Cuando te enfrentas a un dilema, es natural experimentar indecisión y duda. Sin embargo, al abordar y reconocer lo desconocido, podrás recorrer el proceso de la toma de decisiones de manera más competente.
También puede ser beneficioso recordar experiencias pasadas al gestionar emociones como la incertidumbre. ¿Qué es lo peor que podría pasar realmente? Relativizar es determinante para calmar la mente.
Ser decisivo
El cuarto paso tiene que ver con que, una vez tomada la decisión, será esencial actuar en consecuencia y aceptar la responsabilidad que conlleva tu elección. Esto no solo hará que te veas como una persona coherente, sino que también es un escalón fundamental hacia la maduración personal.
Reflexionar para seguir aprendiendo
Al tomarte un momento para evaluar tus decisiones y sus resultados, puedes obtener una comprensión útil del proceso de la toma de decisiones que te facilitará el proceso de ahora en adelante.
Además, brinda la oportunidad de celebrar tus logros, fomentando un comportamiento positivo y aumentando la autoconfianza. Examinar tus decisiones no solo tiene que ver con hacer autocrítica, sino con reconocer los aciertos.
4 acciones que puedes implementar cuando tienes dificultades para tomar decisiones en la vida
Tómate un tiempo de reposo
Implica poder darte un momento de desconexión ajeno a la decisión que debes tomar. Intenta salir con amigos, meditar o practicar tus aficiones sin sentirte culpable de no reflexionar sobre tus dudas.
Al dar un paso atrás es sencillo encontrar una claridad que es fundamental para actuar sabiamente. Podrás obtener una nueva perspectiva de la situación y descubrir qué es realmente importante
Lista de pros y contras
Tomarte el tiempo para contemplar las posibles ventajas y desventajas de cada opción permite una evaluación más completa, solo necesitas una hoja de papel y un poco de tranquilidad para seguir avanzando hacia la decisión idónea. En este proceso, no te olvides de sopesar también las consecuencias a largo plazo.
Define tus valores y prioridades
La auto examinación y la introspección son necesarias para comprender qué es fundamental para ti en la vida, así como para decidir en consecuencia. Esta comprensión es la que te permite tomar decisiones realmente armoniosas.
Puedes hacer una lista con los objetivos que te gustaría alcanzar en un tiempo determinado, así como qué elementos son más importantes para tu estabilidad diaria. Relacionar ambos lados con las alternativas disponibles es una buena vía para alcanzar la solución óptima.
Busca consejo
Escuchar distintas opiniones de quienes mejor te conocen y más te quieren es un paso fundamental para paliar tu indecisión. Es recomendable, no obstante, que en la medida de lo posible intentes recurrir a personas experimentadas en el tema.
Esto no quiere decir que olvides la importancia de la introspección, al final solo uno mismo sabe a ciencia cierta qué es lo mejor; no obstante, si andas en busca de clarificar tus dudas, esta estrategia es inestimable.
Recomendaciones sobre las 6 etapas necesarias para la toma de decisiones con éxito
Por tanto, en cada encrucijada, nuestras elecciones se convierten en las piedras angulares que dan forma a nuestro destino. Cada decisión, por pequeña que sea, construye tu narrativa, de ahí la importancia de saber abordarlas.
La clave es elegir con confianza, aprender con humildad y avanzar con determinación, pues en la toma de decisiones yace el potencial para la realización de tus más profundos anhelos.
El artículo académico “Así tomamos decisiones” del diario El País, recalca la importancia de trabajar y emplear el factor emocional dado su gran implicación en cada elección. Es otro tipo de inteligencia que también es plenamente válida y de la que depende nuestra supervivencia diaria en gran medida.
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