Por Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Confías plenamente en tus capacidades emocionales para controlar la ira en el trabajo? Todos, en mayor o en menor grado, hemos sido los protagonistas o testigos de un episodio de irascibilidad en la oficina, a fin de cuentas, somos humanos y las emociones van con nosotros a todos lados.
Por supuesto, en la actual situación global, donde el mundo entero sigue lidiando con un escenario de pandemia, lidiar con ciertas situaciones emocionales —como calmar la ira en el trabajo—, se hace una tarea titánica para quienes tienen un pobre manejo emocional.
Solamente quienes tienen un profundo conocimiento de sí son capaces de manejar con audacia cualquier emoción. Si queremos vivir en bienestar, es necesario aprender a controlar la ira en el trabajo, así como en la vida diaria, por nuestro bienestar psíquico y el de quienes nos rodean.
¿Cómo lograr gestionar la rabia en el trabajo? Gracias al desarrollo de la inteligencia emocional, la cual viene dada por la voluntad individual de cada uno para trabajar su mundo interior, además de la ayuda de profesionales capacitados en el área de la salud mental.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Los 8 pasos para controlar la ira en el trabajo
¿Qué es la ira o la rabia?
Todas las personas tenemos derecho a sentir enfado cuando la frustración y el cabreo por una situación o por actitudes de otras personas. Es natural, inevitable y sano. Por ello, antes de seguir hablando sobre controlar la ira en el trabajo, debemos aprender lo que es y para qué sirve la misma.
El enojo es una de las emociones básicas que se trabaja en la gestión emocional. Según APA, el enojo es un estado anímico que se expresa desde la agresividad y que puede variar en intensidad —por ello revisaremos la diferencia entre ira y enojo— y que nos ayuda a la supervivencia.
Pero claro, ¡nadie puede ir por la vida atacando a los demás! Es verdad que muchas personas practican la violencia, lo que es grave. Sin embargo, ante las reacciones que la irascibilidad genera, tenemos tres opciones: controlar, reprimir y expresar. Es esta última la opción más saludable.
Saber controlar la ira en el trabajo o en cualquier otro escenario de la vida, es entender que podemos experimentar lo que sentimos y expresarlo verbalmente sin herir, porque está claro que de los errores y las más molestas situaciones podemos aprender grandes lecciones de vida.
Hay personas que saben gestionar la rabia en el trabajo, al hacer sentir a sus compañeros de oficina respeto y empatía, mientras que otras personas lo hacen de maneras poco adecuadas, lo que genera temor, rechazo y más hostilidad en los demás, porque el enfado es contagioso.
Existe diferencia entre ira y enojo
Al hablar sobre controlar la ira en el trabajo o en la vida diaria, hay que ser conscientes de la expresión de violencia física o verbal que esta puede generar. Estar enojados, en cambio, es algo mucho más llevadero y fácilmente mucho más manejable.
¿Entonces existe diferencia entre ira y enojo? Por supuesto que la hay. Aunque son emociones de naturaleza similar, cada una se enmarca en distintos niveles de intensidad. Veamos a continuación cuáles son esos rasgos que les definen, para que conozcamos más a fondo nuestras expresiones emocionales.
Condición de la emoción
Aunque básicamente parten de la misma base, si te interesa aprender a gestionar la rabia en el trabajo, debes aprender a distinguirla del enojo: mientras la ira es una reacción violenta y desenfrenada que puede requerir de apoyo terapéutico, el enojo es un acto pasajero de beligerancia.
Lenguaje corporal
Controlar la ira en el trabajo así como en el día a día, es saber leer antes de que la agitación nos lleve a arremeter de manera violenta, bien sea de manera física o verbal. Esta tensión se traduce en rigidez corporal, aumento del pulso cardíaco, respiración acelerada y aumento del tono de voz.
Aunque hoy busquemos manejar nuestras emociones, así como controlar la ira, esta nos ayudaba en la naturaleza a luchar tanto contra animales salvajes, así como de otros clanes que quisieran atacarnos. Esto se debe a que tanto la ira como el enojo, mantienen a nuestro cuerpo a la defensiva, listo para atacar.
Duración e intensidad
Uno de los puntos esenciales para entender cómo controlar la ira en el trabajo o el enojo cotidiano, es la diferencia tanto en duración como en intensidad. Mientras la primera suele ser muy intensa y de corto tiempo, mientras que el enojo es menos intenso, pero puede extenderse en el tiempo.
¿Por qué se enojan algunas personas más que otras?
Todos somos diferentes. Hay quienes se molestan con suma facilidad, mientras que otros quizás no muestran desenfreno, pero viven de malhumor. Esto se debe a que muchas personas con problemas de ira se retraen socialmente en vez de estallar.
Cuando se trata de trabajar en ayudar a un paciente que quiere entender cómo controlar la ira en el trabajo y en su vida en general, lo primero que se nota es cuál es su nivel de tolerancia a la frustración. Mientras más bajo, mayor será la tendencia de estas personas hacia la irascibilidad.
Quienes presentan dificultades para gestionar la rabia en el trabajo, nunca pueden tomar con calma cualquier inconveniente —especialmente cuando se les corrige por detalles menores sin mayor relevancia—, ya que lo sienten como un ataque personal o un hecho injusto.
Diversas investigaciones en el campo de la psicología, refieren que algunos niños nacen con predisposición genética hacia la irritabilidad. Pero otros, simplemente aprendieron una pésima gestión emocional en el hogar. Es así como controlar la ira y la agresividad, se torna un verdadero reto para estas personas.
Como es obvio, al llegar a la edad laboral, pocas veces son conscientes de cómo controlar la ira en el trabajo, porque no fueron educados para ello. Socialmente, se nos enseña que está bien lidiar con la ansiedad, la tristeza, pero como se trata de la rabia o enojo, hay una tendencia a la represión.
Ser capaz de controlar el enojo en el trabajo, pasa por la adquisición de herramientas que nos permitirán madurar. En Academia de emociones nos enfocamos porque nuestros estudiantes se hagan conscientes de su mundo interior, que aprendan a sentir sin cohibirse, para vivir plenamente.
¿Qué es la ira en el trabajo?
Antes de seguir hablando sobre los problemas de ira, hay tres definiciones de la RAE que nos atañen: “sentimiento de indignación que causa enojo”, “apetito o deseo de venganza” o “repetición de actos de saña, encono o venganza”. Como ves, gestionar la rabia en el trabajo puede marcar una gran diferencia.
Incluso, según el Centro de Liderazgo Creativo de Carolina del Norte, controlar la ira en el trabajo es necesario para mantener un puesto y ascender laboralmente, por lo que es uno de los principales inconvenientes que encuentran muchos ejecutivos en el desarrollo de su carrera profesional.
Es importante saber gestionar la rabia en el trabajo
Consecuencias de la ira en el trabajo para las organizaciones
Si hablamos de controlar la ira en el trabajo, hay que recurrir a la inteligencia emocional. Tener un escaso manejo de nosotros puede conducirnos a estar en constante riña con el mundo, porque pensamos que nadie nos entiende, cuando ni siquiera somos capaces de hacerlo individualmente.
Son muchos los casos en los que las personas han visto comprometido su crecimiento profesional por no saber gestionar la rabia en el trabajo, ya que la misma es una emoción que distrae a las personas de los objetivos principales, por enfocarse en temas irrelevantes.
Además, quienes no logran controlar la ira en el trabajo también suelen bajar los niveles de productividad, por lo que terminan por afectar de igual manera a sus equipos de trabajo. Toda compañía preocupada por el bienestar de sus empleados puede y debe promulgar el aprendizaje de la inteligencia emocional.
Además, quienes a menudo padecen de un mal manejo de la rabia en el trabajo, terminan por socavar las relaciones laborales, ya que la misma actúa como un elemento que rompe con la concordia, el buen clima y la transparencia en las comunicaciones.
Porque entender cómo controlar la ira en el trabajo, así como el resto de las emociones, ayudará a los empleados a sentirse mucho más agusto, menos estresados y más felices con lo que hacen y en donde laboran. Ese es el gran reto que las corporaciones enfrentan hoy a nivel interno.
Importancia de controlar la ira en el trabajo
Todos los problemas que provienen de la pobre autogestión de emociones, como controlar el enojo en el trabajo, tienen solución. La misma puede ser aprendida a cualquier edad, por tanto; las empresas están llamadas a asimilar la educación emocional en su cultura.
Resulta que gestionar emociones es un factor determinante para el buen desenvolvimiento profesional, ya que ello permite resolver retos y conflictos de manera apropiada. No saber controlar la ira en el trabajo e intentar solucionar un problema, es como intentar apagar el fuego con gasolina.
Los problemas de índole emocional, como controlar la ira y la agresividad, a menudo suelen ser factor de relevancia en el desarrollo profesional. Escuchar sin juzgar, aprender a reconocer los errores propios y asumir las consecuencias, es una buena manera de forjar relaciones laborales sanas.
Los 8 pasos para controlar la ira en el trabajo
Para controlar la ira en el trabajo, las personas necesitan dar dos pasos importantes: el primero, reconocer que su emocionalidad les desborda; el segundo, dejar de responsabilizar a los demás por sus reacciones, pues son ellos mismos quienes deben velar por su accionar.
Aunque estos puntos están escritos para gestionar la rabia en el trabajo, puedes aplicarlos en cualquier situación que lo necesites, porque las emociones siempre van a acompañarte en todos los aspectos de tu vida, y trabajarlas supone un maravilloso proceso de autoconocimiento.
Medita las razones de tu molestia
Controlar la ira en el trabajo y en general, supone el cuestionamiento detrás de nuestro enojo: ¿fue por algo que una persona hizo en concreto o por el contrario, algo que no? ¿Esto tiene que ver con mi frustración? Y si es así: ¿Qué hay en el otro de mí que me irrita?
Muchas personas temen ver en su interior y son incapaces de pasar tiempo a solas. Si ni tú te entiendes, ¿por qué otro podría? Jamás temas ir más allá de una simple molestia, porque podrás descubrir muchas cosas de ti, que podrás trabajar para ser mejor. Veamos entonces el siguiente punto.
Mírate en el reflejo ajeno
Saber cómo gestionar la rabia en el trabajo es también un acto de percibir detalles nuestros en el otro, aquello que no nos gusta de nosotros y que debemos trabajar. Quizás esa persona sea todo lo contrario a lo que somos o su ego es tan parecido al nuestro, que nos choca.
Manejar emociones, así como controlar la ira, siempre nos debe empujar a un espacio de autorreflexión y discernimiento. Contener y explotar nunca es positivo, mucho menos cuando nos descargamos con un tercero. Busquemos ser siempre responsables y sinceros con nosotros mismos.
Analiza si lo sucedido es relevante para ti
Una de las técnicas más recomendadas para controlar la ira en el trabajo y que puede ahorrarte muchos dolores de cabeza es preguntarte: ¿vale la pena ofuscarse por esto? Si la respuesta es no, entonces lo mejor siempre será pasar de largo. Créeme, al final del día ni recordarás lo sucedido.
Si deseas canalizar desde otra perspectiva la rabia en el trabajo, puedes conversar sobre lo sucedido con un tercero que sea imparcial. Quizás la visión de alguien ajeno a tu organización o con el simple hecho de poder hablarlo abiertamente, te permitirá disminuir la tensión y cambiar de parecer.
Gestiona lo que sientes
Cuando una persona no sabe de qué forma gestionar la rabia en el trabajo, esta emoción puede transformarse en rencor, que es un sentimiento doloroso y muy difícil de manejar, ya que puede conllevar al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Una manera práctica de controlar la ira en el trabajo es respirando profundamente, y luego exhalando por la boca. Esto permite que liberes tensión y la emoción no te carcoma. Sin embargo, recuerda que hacer un ejercicio reflexivo sobre lo ocurrido, evitará que el malestar se enquiste en ti.
Habla antes de callar
Muchos creen que controlar la ira en el trabajo o en la cotidianidad es cuestión de quedarse callado para no liarla más, cuando la realidad es que quienes hacen mutis se dañan a sí mismos, al guardar una emoción que tarde o temprano buscará salir.
Si esto lo llevamos al campo de la discriminación, el silencio es acrecentar la injusticia contra las víctimas o acompañar la falta de ética de quienes cometen actos de corrupción. Hay que hablar desde la serenidad y con empatía, antes de dejarnos arrastrar por las pasiones.
Aprende a expresar tu enojo
Es común que al padecer de problemas de ira, muchas personas arremetan contra cualquiera que se les cruce, solo por sacar sus frustraciones. En el camino, se tornan en huracanes que pueden hacer daño física y emocionalmente. Y lo dicho, una vez pronunciado, es terrible de manejar.
Para entender cómo calmar la ira en el trabajo, es necesario meditar lo que se va a decir, sin actuar con inmediatez para no caer en bajezas. Podemos utilizar frases como: “yo veo la situación desde otro punto de vista”, y luego explicar nuestros sentimientos y exponer nuestro punto sin lastimar.
Muestra respeto
Hay que evitar responder de manera pasional, si queremos ver cómo controlar el enojo en el trabajo . Antes de decir algo que lastime a los demás y a nosotros mismos, es mejor retirarse, tomar aire y plantearnos serenamente lo que queremos expresar. Esa es la intención tras la inteligencia emocional.
Saca un aprendizaje
Además de controlar la ira en el trabajo, hay que ir más allá. No basta con referirnos a las cosas con las que no estamos de acuerdo, sino que debemos dar razones fundamentadas para que nuestro criterio sea comprendido, pero también analizar qué podemos hacer para ahorrarnos molestias en el tema.
Infografía los 8 pasos para controlar la ira en el trabajo
Recomendaciones finales sobre cómo controlar la ira en el trabajo
Si queremos aprender sobre liderazgo empresarial eficiente, primero debemos invertir en formación sobre inteligencia emocional, de la misma manera como lo hacemos con nuestra formación académica. La confianza y la alta autoestima que desarrollaremos con ello bien lo vale.
Porque seamos honestos: muchas personas siguen siendo como niños berrinchudos. Si de niños hubieran aprendido sobre inteligencia emocional, no sabrían controlar la ira en el trabajo, sino que habrían desarrollado el mejor de los métodos para ser asertivos en la adultez.
Por ejemplo, los asistentes al MasterMind Latino siempre encuentran entre los casos gerenciales, algunos ejemplos extraordinarios sobre cómo gestionar la rabia en el trabajo, especialmente en situaciones de crisis, en donde se necesita mayor temple y en donde las emociones pueden ser agobiantes.
Durante nuestras clases magistrales de tres días, las personas podrán escuchar a diez líderes empresariales hispanos que marcan hito en la actualidad, y que han sabido cohesionar grandes equipos de trabajo, a pesar de los escenarios económicos conflictivos.
La invitación queda abierta a que te des la oportunidad de autoexplorarte, de forjar un liderazgo que motive, que puedas impulsar grandes y fructíferos equipos de trabajo gracias a tus capacidades de entendimiento emocional. En un mundo carente de empatía, triunfarán quienes dominen sus emociones.
