Por Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Sabrías reconocer los síntomas y formas de evitar el tecnoestrés? Las ciencias y la informática avanzan diariamente gracias a la exponencialidad. Sus resultados son primordiales para el desarrollo y vanguardia de las organizaciones, sin embargo; se necesita más que solo invertir en innovación.
Las emociones que tienen cierta connotación negativa como el miedo, la ansiedad o la frustración, pueden ser generadas por el uso diario de dispositivos electrónicos. Cuidar el bienestar emocional de los trabajadores es como se puede combatir y evitar el tecnoestrés.
Las estadísticas indican que en España la ansiedad laboral es la causa del 30% de las bajas, y aunque no se puede determinar cuánto de ese porcentaje esté ligado a las características del tecnoestrés, es de suponerse que el número puede ser consideradamente importante.
Hay quienes les cuesta adaptarse a lo nuevo, porque padecen de resistencia al cambio, pero también están quienes carecen de la formación necesaria. A diferencia de lo que muchos ingenieros creen, no todo es tan intuitivo. Saber cómo afrontar el tecnoestrés es vital en tiempos tan disruptivos como estos.
4 formas de evitar el tecnoestrés con el bienestar emocional
¿Qué es el tecnoestrés?
Solo el carbón en altas presiones es capaz de convertirse en diamante, y los humanos estamos cargados de emociones que si no sabemos dirigir, nos pueden pesar de por vida. Así que como cualquier estresor laboral, es importante aprender qué es el tecnoestrés y cómo se puede identificar.
El término fue acuñado en los 80 por Craig Brod para explicar el agobio generado por la incorporación y uso de nuevas tecnologías. Evitar el tecnoestrés es necesario para una vida sana, porque puede desembocar en consecuencias psicosociales, debido a la pobre adaptación inicial.
Entender cómo afrontar el tecnoestrés nos ayuda a liberarnos de la ansiedad que experimentamos a diario. Incluso, en los deportes de élite se comienza a hablar de la responsabilidad de cada atleta de cuidar su salud mental, porque a fin de cuentas, un deportista también es un trabajador.
Las personas no tenemos las mismas aptitudes, desarrollamos diferentes filias y fobias, estudiamos diferentes carreras profesionales, vivimos distintas desigualdades, entonces no es de extrañar que hablemos de evitar el tecnoestrés, aunque otros amen la innovación en todos sus niveles.
Causas del tecnoestrés
En la actualidad, podemos observar que conviven distintas generaciones en los equipos de trabajo. Cada una tiene características muy definidas, que también delimitan su relación con los avances en la ingeniería informática y que pueden ayudarles a evitar el tecnoestrés, o por el contrario, generarlo.
Los millennials y centennials, en especial estos últimos quienes han nacido en los últimos años de la década de los 90 en adelante, han convivido con el desarrollo electrónico desde el vientre, por tanto; son propensos a caer en otras causas del tecnoestrés frente a generaciones más adultas.
- Por tanto, la principal razón por la que muchas personas desarrollan tecnoestrés laboral, es porque reciben constante presión para mantenerse al día con las nuevas mejoras. A nuestras neuronas les cuesta procesar tantas actualizaciones informáticas en tan corto tiempo.
- Algunos niños y jóvenes desarrollan tecnofobia, debido a la saturación informativa que reciben de la hiperconectividad diaria.
- Sin importar la edad, hay personas que sienten animadversión por las TIC, por tanto; para evitar el tecnoestrés prefieren alejarse de ellas. El problema es que al tener que usar un dispositivo electrónico se abruman con facilidad, por no saber usarlos. Es un círculo vicioso.
El filósofo alemán Gottfried Leibniz argumentaba que: “La experiencia del mundo no consiste en el número de cosas que se han visto, sino en el número de cosas sobre las que se ha reflexionado con fruto”. Con el tecnoestrés laboral ocurrirá lo mismo, pues el debate impulsará mejoras corporativas.
Síntomas del tecnoestrés
¿Cómo reconocer las características del tecnoestrés en nosotros? De acuerdo a las investigaciones hechas por CinfaSalud, al menos tres de diez españoles reconocen que los nuevos desarrollos computacionales actúan en ellos como disparadores de ansiedad.
Por si fuera poco, siete de cada 10 admiten en el mismo estudio que no pueden evitar el tecnoestrés y sus síntomas, ya que requieren estar conectados diariamente a los artefactos electrónicos, lo que lleva a los empleados a desarrollar:
- Señales claras a nivel fisiológico y emocional de tecnoestrés laboral.
- Adicción a la tecnología.
- Ansiedad al no saber evitar el tecnoestrés.
- Agotamiento mental.
- Aislamiento social.
Tipos de tecnoestrés
Las investigaciones en pro de evitar el tecnoestrés han llevado a los especialistas a reconocer tres versiones específicas del estado de ansiedad que produce en sus víctimas. La siguiente clasificación puede ayudarte a hacer una introspección:
Tecnoansiedad
Uno de los malestares más comunes entre quienes quieren aprender lo que es el tecnoestrés y cómo se puede identificar. La tecnoansiedad es el displacer que siente el individuo ante el uso actual o futuro de las TIC, lo que lleva a la persona a desarrollar actitudes de desconfianza en sus habilidades.
Todos conocemos a alguien que se estresa con tener un teléfono inteligente a la mano, que constantemente pide ayuda, aunque el artefacto sea suyo. Quien lo padece, a menudo no sabrá cómo evitar el tecnoestrés porque duda de su capacidad para desenvolverse con soltura en el uso de artefactos electrónicos.
Tecnofatiga
Bajo el nombre de tecnofatiga se clasifican tanto el cansancio como el agotamiento cognitivo producto del uso diario de las TIC. Al igual que la tecnoansiedad, genera escepticismo acerca de las habilidades propias para frente a los dispositivos digitales.
En este renglón también se ubica el síndrome de la fatiga informativa, que es la sobrecarga de contenido derivada de búsquedas en internet, lo que satura al individuo frente a la avalancha que recibe, y que ocasiona que se sienta aturdido y con cansancio mental.
Tecnoadicción
Y por último, aunque parezca un poco contradictorio, se ubica la tecnoadicción como esa compulsión obsesiva en utilizar las TIC a cada instante y en cualquier lugar, y durante extensos periodos de tiempo. Es decir, estas personas estructuran sus vidas desde la implementación tecnológica.
A diferencia de los anteriores, quienes intentan no entrar en contacto con el estresor, alguien que sufre de tecnoadicción ni siquiera es consciente de querer evitar el tecnoestrés, porque solamente lo siente cuando no tiene a la mano el objeto que le genera dependencia.
Consecuencias del tecnoestrés
Un análisis cuantitativo llevado a cabo por el INSST en España, aclara que las consecuencias del tecnoestrés aún se siguen estudiando, pero que sin embargo; pueden destacarse algunos síntomas tanto a nivel personal como empresarial. Estos son:
Efectos psicosomáticos:
- Insomnio.
- Neuralgias.
- Contracturas.
- Fatiga extrema.
- Irritabilidad.
- Trastornos gastrointestinales.
Consecuencias del tecnoestrés en las organizaciones:
- Merma de la productividad.
- Absentismo laboral.
- Falta de compromiso.
Es responsabilidad del mundo corporativo crear acuerdos para evitar el tecnoestrés y su conducción inmediata al burnout empresarial, con el impulso de estrategias que distribuyan mejor el trabajo, pero que también les enseñen a los empleados a organizar mejor su tiempo.
Hasta hace unos pocos años, se tenía la creencia de que trabajar más era sinónimo de productividad. Hoy, con las investigaciones respectivas en materia de salud y emociones, sabemos que nada más alejado de la verdad. Lo que debe primar es el trabajo eficiente.
Un empleado que trabaje más horas no es el más entregado, ni el más valioso. Es un empleado que puede estar experimentado cierto grado de burnout laboral producto de la sobreexposición constante a la tecnología, independientemente de las habilidades que tenga en su buen manejo.
El tecnoestrés en el teletrabajo
Un ejemplo claro de lo dicho anteriormente está en los excesos en el teletrabajo. Desde el proceso pandémico por coronavirus, los límites parecen haberse quebrado, y la tecnología lejos de ayudar, ha consumido la estabilidad emocional de millones de personas.
Nuestra vida profesional se ha mezclado con nuestra vida familiar. Especialmente en tiempos de pandemia, donde el mundo ha cambiado su visión laboral, hay que entender que se pueden potenciar las causas del tecnoestrés en los empleados que están bajo esta modalidad.
Actualmente, ha sido complicado evitar el tecnoestrés en las organizaciones, debido a la falta de protocolo en la digitalización apresurada de millones de puestos de trabajo en todo el mundo, como consecuencia de la crisis por coronavirus. Lo que pudo haber tomado cinco años, se ejecutó en semanas.
Esta premura aunada a la falta de un liderazgo basado en la gestión emocional, que buscase el bienestar de los empleados, ha sido el detonante para que se generara toda una discusión importante acerca de la invasión del teletrabajo en el hogar y las consecuentes estrategias para combatir el tecnoestrés.
En ese aspecto, un líder con alta capacidad emocional, entiende que a pesar de la existencia de un problema externo como las actuales condiciones del mundo, lo que verdaderamente cuenta es la habilidad para dar una respuesta asertiva y oportuna para seguir generando felicidad corporativa.
4 formas de evitar el tecnoestrés
Siempre será mejor cambiar por motus proprio que por obligación porque nuestra salud así lo exige. Ser conscientes de nuestro cuidado personal debe ser prioridad para todas las personas, así que quiero compartir contigo estos breves pensamientos para evitar el tecnoestrés empresarial:
Propicia la capacitación constante de los empleados
Una de las formas más eficaces para evitar el tecnoestrés es buscar la innovación, pero implementarla de manera gradual. Los humanos no somos tan rápidos como pensamos para asimilar tanta información en poco tiempo, pero todo iría mejor si incorporamos una cultura empresarial abierta al cambio.
Así, ayudarás a reducir los niveles de resistencia a la transformación, punto clave para evitar el tecnoestrés. El desarrollo informático y electrónico que experimentamos anualmente, permite la facilitación de procesos y crear entornos laborales más colaborativos.
Escucha a los trabajadores y optimiza sus condiciones laborales
En toda organización existe ese software poco amigable. Quizás, para expertos en informática no supone problema alguno, pero un desarrollador debe tener en claro el funcionamiento de cada interfaz para hacerle la vida más fácil a sus usuarios con el propósito de evitar el tecnoestrés.
Hay que escuchar. Al incorporar propuestas nuevas y facilitar las experiencias de los colaboradores, estaremos creando un lugar más agradable. Cuestionar la manera en la que se ha estado trabajado es como se puede identificar el tecnoestrés, porque permite revisar aquellos procesos que pueden mejorar.
Crea programas de mentoría corporativa
Otra de las medidas de prevención del tecnoestrés es creando espacios de mentorías y formación constante, en donde siempre exista la disponibilidad para capacitar al talento entrante, brindar ayuda en la instalación de programas y personas prestas a colaborar en caso de emergencia.
Permitir que fluya la información, generar multiplicidad de canales, compartir tips, brindar nuevos aportes e ir más allá de simplemente dictar cursos, es como se puede combatir este mal que carcome el bienestar de los trabajadores. Motivar el aprendizaje eliminará la sensación de incompetencia es otra forma de evitar el tecnoestrés.
Evita invadir los horarios y vida privada de los empleados
Por último, pero no menos importante en el proceso para evitar el tecnoestrés en las empresas, hay que aprender a respetar los horarios laborales de las personas, aunque trabajen desde casa. Todas las personas tienen derecho a resguardar un espacio de tiempo familiar y personal.
La hiperconectividad agota. Si queremos entender cómo se puede identificar el tecnoestrés, por ejemplo, basta con ver a esos empleados que tras mantenerse por largo periodos de tiempo disponibles siempre, terminan exhaustos mentalmente, con afectaciones en su salud en general.
Las personas tienen derecho a desconectarse, a vivir una vida fuera del trabajo, a irse de vacaciones y despejar su mente de a ratos de las que son sus obligaciones laborales. Las empresas más exitosas son aquellas que logran entender que el bienestar de los empleados, es también el corporativo.
Cómo combatir el tecnoestrés
Debe ser una prioridad empresarial el crear estrategias para combatir el tecnoestrés. Un estudio publicado por la Walden University, indica que un 46% de los usuarios de correos electrónicos en móviles eran profesionales que se consideraban a sí mismos como adictos en un grado medio o alto. Por eso esto serían algunas medidas para evitar el tecnoestrés:
- Para evitar el tecnoestrés en las empresas, es necesario apoyar el desarrollo de un plan de comunicación interna pertinente, que respete los horarios de descanso y privacidad de los trabajadores.
- Promover estrategias de bienestar y cuidado personal de los empleados, que les enseñe a estructurar una vida más sana como el yoga, atención plena, alimentación sana, planes de ejercicios físicos.
- Actualizar las políticas empresariales con el fin de establecer nuevas medidas de seguridad laborales, con el fin de crear una cultura organizacional donde se estandarice el uso de las TIC y se proteja la integridad física y emocional de los colaboradores.
Detrás de las capacidades profesionales de un empleado, hay un ser humano que puede ver trastocados todos sus sueños y proyectos, por no saber lidiar con sus propias emociones. Establecer una conversación abierta a nivel empresarial en pro de la paz mental de todos, sería un bálsamo.
La pandemia nos ha tocado a todos, a unos en mayor o menor medida que a otros, pero lo ha hecho. Un buen líder empresarial entiende que sus empleados, así como él o ella, también sienten su mundo personal invadido, y que la productividad no mejorará si no se respetan ciertos límites.
Recomendaciones finales sobre cómo evitar el tecnoestrés
Después de todo, como bien rezaba aquella frase de Voltaire: “Cada hombre es una criatura del tiempo en el que vive”. ¿Cuál será nuestro legado corporativo después de toda esta marejada? ¿Cuáles serán las conclusiones a las que saltarán las generaciones futuras de nuestra experiencia actual?
Quisiera pensar que tras todo esto, seremos una sociedad mucho más empática. Si bien la tecnología ha sido una bendición, apuesto porque logremos encontrar un balance entre ello y nuestro bienestar emocional, porque todo lo que nos excede, nos termina consumiendo.
Poder evitar el tecnoestrés, saber leer las señales de que la salud emocional está en juego, es de suma relevancia ahora más que nunca. Los avances que hemos experimentado en el campo de la comunicación los últimos años han facilitado nuestras vidas, también es necesario aprender a establecer límites.
Tomar las respectivas medidas de prevención del tecnoestrés a tiempo, evitará que nuestra estabilidad mental colapse, porque como bien estudiamos en Academia de emociones, comprender aquello que nos causa molestia interior y la respectiva gerencia de nuestro mundo interior, es la clave para una vida feliz.
Es cierto que a raíz de los lamentables sucesos mundiales, la tecnología y el trabajo han invadido nuestra privacidad. Pero todo pasa, y esto también acabará. Mientras tanto, incorporemos en nuestras vidas las herramientas de cuidado emocional que, en otras condiciones, quizás no hubiéramos aprendido.
Cuando pase la marea, volvamos a retomar los abrazos, el calor humano que nos ha sido vetado en estos últimos tiempos y cuya ausencia ha contribuido con nuestro desgaste psicológico, y que nos ha hecho aferrarnos a cualquier dispositivo electrónico para establecer contacto, incluso con los más cercanos.
Soy una convencida de que saldremos fortalecidos de todo esto, y que las experiencias empresariales, los errores y aciertos de todo este reajuste entre la vida profesional y personal en las organizaciones, será tema de conversación por mucho tiempo en nuestro MasterMind Latino.
Decía Leonardo Da Vinci que: “El buen juicio nace de la buena inteligencia y la buena inteligencia deriva de la razón, sacada de las buenas reglas; y las buenas reglas son hijas de la buena experiencia: madre común de todas las ciencias y las artes”. Sigamos adelante.