Una de las características más demandadas en estos tiempos, cuando se trata de una búsqueda de empleo es saber trabajar bajo presión.

Pareciera ser un punto indispensable para la gran mayoría de las vacantes en casi todas las organizaciones y aunque se considera una obviedad, cada día tiene mayor importancia, porque la presión laboral se ha convertido en un requisito para la sociedad en la que vivimos y donde nos movemos.

Cómo manejar tus emociones bajo presión laboral

Cómo manejar tus emociones bajo presión laboral

Presión gerencial 

Existe la tendencia a pensar que por lo agitado de nuestros tiempos, las personas nos generamos estrés por el ritmo y la manera de percibir la vida como la vemos, más que por el cargo que desempeñamos.

Aunque hay mayor tendencia a la tensión laboral en algunos puestos por encima de otros, lo que más nos afecta es nuestra propia percepción de la realidad y el ritmo de vida que estamos viviendo.

Sin embargo, muchas veces detrás de esta idea, se esconde un constante sentimiento de malestar laboral, o de sentimiento de no pertenencia a esa empresa y esto nos desgasta.

Según diversas investigaciones, se estipula que anualmente las empresas pierden muchos miles de dólares por trabajador debido al estrés y la ansiedad, y lo más importante, es que no se sienten identificados con la empresa en la que están desarrollando su vida profesional.

En algunos países europeos se están reduciendo las jornadas de trabajo para que los empleados puedan disfrutar de más tiempo libre y así se mantengan más motivados, claro está que, para ello; deben disponer de un Estado de bienestar, del que solo se cuenta en algunos países como Holanda o Finlandia.

Cómo crear bienestar laboral

  1. Si sentimos ansiedad en el trabajo o presionados, hemos de buscar herramientas posibles que nos ayuden a solucionarlo.
  2. Aplicar la inteligencia emocional como habilidad es muy útil en el manejo para comunicarnos efectivamente.
  3. Manejar bien nuestras emociones nos ayudará a obtener grandes resultados.
  4. Las emociones nos ayudan a lidiar con el día a día, pero si se gestionan mal se convierten en un problema.
  5. Es posible aprender a gestionar las emociones.
  6. El aprendizaje de las emociones puede modificarse, para hacer uso de ellas en otro formato.

Conclusiones 

Saber lidiar con los imprevistos es un área que las personas nunca creen que es emocional, y que tiene que ver mucho con los trabajos, con las empresas, con la frustración con saber manejar correctamente la responsabilidad del cargo.

Como líder, siempre debes velar por el bienestar de los que tienes alrededor y la mejor forma de hacerlo es demostrando con tu propio ejemplo cómo deben y pueden manejarse nuestras relaciones laborales, desde el respeto y la comunicación asertiva.