Dra. Estrella Flores-Carretero.
El síndrome del nido vacío es un proceso de duelo que tarde o temprano terminan experimentando muchos padres cuando los hijos dejan el hogar. Y como toda situación de separación, a muchos se les hace más difícil superarlo que a otros, lo que muchas veces les lleva a buscar ayuda profesional.
Bien dice la canción que la costumbre es más fuerte que el amor. Esto aplica a buena parte de las relaciones interpersonales que las personas desarrollamos a lo largo de la vida, por lo que cuando no es bien manejado, el síndrome del nido vacío puede conducir a las personas a la depresión.
Todos los ejemplos del síndrome del nido vacío apuntan a que muchos padres terminan olvidándose de sí mismos, y se aferran al cuidado abnegado de un niño como proyecto de vida. Y allí es donde radica el problema: un crío tarde o temprano se volverá adulto, con derecho a una vida propia.
Si quieres saber más al respecto, te invito a que sigas leyendo para que conozcas cómo trabajar en ello, cuánto tiempo dura el síndrome del nido vacío y qué recursos tienes para que tú o el ser querido que esté pasando por esta situación, pueda salir del hoyo emocional en el que se encuentra.
Superar el síndrome del nido vacío
Superar el síndrome del nido vacío con 10 estrategias para tener una vida más feliz
¿Qué es el síndrome del nido vacío?
Lo más natural de la vida es crecer y marchar de casa, para construir una propia. Todos lo hacemos. No obstante, existen algunos casos en los que el apego de los padres hacia los hijos es tal, que desarrollan ciertas patologías porque no saben cómo superar el síndrome del nido vacío.
¿Pero qué es? El síndrome del nido vacío es el desarrollo de emociones y pensamientos que responden a la ausencia del hijo fuera del hogar, como parte del proceso de crecimiento de una persona. Aunque a veces puede ser un proceso corto y transitorio, hay padres a los que les cuesta superarlo.
Cuidar de un niño desde el instante que se sabe que viene en camino, protegerlo y darle calor cuando nace, enseñarle a hablar, ayudarle en la escuela, y verle convertirse en un adulto… Cuando los hijos dejan el hogar, algunos padres con dependencia emocional pueden desarrollar depresión.
¿Por qué sucede el síndrome del nido vacío?
El síndrome del nido vacío responde a una sensación de absoluta soledad, luego de haber hecho girar su vida en torno a la crianza de una persona, durante 18 años o más, y digo esto, porque vivimos en tiempos en los que a muchos jóvenes les cuesta irse de casa, aunque trabajen por su cuenta.
De hecho, los números son bastante claros, según este reportaje de El País: en España, un 64% de personas entre 25 y 29 años aún viven con sus padres, y la razón principal por la que esto ocurre es la falta de estabilidad económica. A más tiempo de convivencia, más difícil es vencer el síndrome del nido vacío.
Sin bien podríamos hablar en casos muy específicos de jóvenes que desarrollan el síndrome del ermitaño, es la falta de autorrealización a causa de dedicarles el 100% de sus vidas, lo que lleva a algunos padres a postergar el momento cuando los hijos dejan el hogar.
¿El síndrome del nido vacío es más frecuente en padres o en madres?
Sabemos que históricamente, el síndrome del nido vacío lo han padecido más las madres que los padres, pues ha sido la mujer quien se ha abocado en cuerpo y alma al cuidado de los hijos, ya que muchas veces eran ellas quienes debían renunciar a sus trabajos o sueños para resguardar el hogar.
Si bien puede seguir ocurriendo en hogares tradicionales, vivimos tiempos en los que los ejemplos del síndrome del nido vacío se dan más como una crisis de pareja, entendiendo esto último como una fase de cambios condicionados por otros factores como la edad, jubilación, menopausia o pérdida de seres queridos.
Síntomas de las personas que tienen el síndrome del nido vacío
El síndrome del nido vacío no es algo que experimenten todos los padres, pues solo afecta a aquellos que cumplen con ciertas conductas, como las mencionadas anteriormente. Sin embargo, en el caso de quienes sí lo desarrollan, el cuadro sintomático puede variar en cada persona.
Tristeza, soledad y vacío
Una de las razones por las que las personas experimentan el síndrome del nido vacío es porque intentan llenar con sus hijos o niños al cuidado algunas carencias afectivas. Por supuesto, cada caso es individual y debe ser tratado por un especialista.
Este vacío o tristeza es parte del ciclo del duelo ante el apego. Todas las personas debemos ser autónomas. Los padres o responsables deben asegurarse de brindarle a los niños, por medio de la crianza positiva, las herramientas que requieren para poder valerse por sí mismos en un futuro.
Pérdida del sentido o propósito de vida
Podemos ver al síndrome del nido vacío como una inversión emocional en los hijos. Especialmente en ciertos hogares, se tiene la tendencia a tener niños con la esperanza de no quedarse solos en la vejez, cuando la verdad es que es una actitud egoísta pensar que van a quedarse por siempre en casa.
Sí recomiendo a los padres que vienen por ayuda a nuestro instituto que, en la medida en que los niños comiencen a ser autónomos para ciertas actividades, retomen sus proyectos, y se dediquen tiempo a sí mismos, porque lo ideal es formarlos para que sigan su vida, y ellos con la suya.
Ansiedad
Ya os comenté antes que al vivir la ausencia de los hijos, algunos padres pierden el sentido de la vida, lo que les genera un estado de constante aburrimiento y que los empuja a sentir ansiedad constantemente. De no atenderse rápidamente, esta situación puede somatizar.
En este breve artículo que quiero compartir con vosotros, he dejado algunas recomendaciones sencillas para comenzar a trabajar en el caso de que estéis sintiendo algunos síntomas típicos del trastorno de ansiedad. Tened en cuenta que siempre puedes contactar con nuestro equipo de profesionales.
Somatización de malestares físicos
En aquellos casos donde es insoportable la ausencia de los hijos, las personas que no cuentan con los recursos emocionales adecuados tienden a somatizar lo que están viviendo. Desde malestares de cabeza que no tienen una lógica médica, hasta las sensaciones que generan los estados de pánico.
Siempre es bueno recordaros que los profesionales de la salud mental estamos allí para ayudaros a salir del abismo en el que estáis. No es el fin del mundo porque vuestro hijo se haya ido de casa a hacer su vida, ¡al contrario! La vida comienza ahora, cuando tenéis tiempo para vosotros mismos.
Falsa creencia de no poder ser feliz sin los hijos
Al girar la vida en torno a la crianza de los hijos o niños de la casa, las personas que padecen este síndrome en realidad tienen una concepción errada de sus propias vidas, y olvidan que antes del nacimiento de sus hijos ellos ya tenían una. Ahora que su trabajo como padres está hecho, pueden crear una mejor, y dedicar tiempo para sí mismos.
Pensamientos intrusivos
Otro de los síntomas que frecuentemente suelen experimentar las personas con este cuadro, es el desarrollo de pensamientos intrusivos, producto del cuadro generalizado de ansiedad que pueden estar viviendo, ante la ausencia de metas personales, y de un hijo al que cuidar.
Es recurrente que ante la imposibilidad de tenerlos en casa, usualmente piensen que el joven está corriendo algún peligro inminente, sin papá o mamá para resolver sus problemas, o que sin su hijo, ya la vida no tiene tanto sentido. Si estáis teniendo estas ideas, por favor, buscad ayuda profesional.
Percepción de aburrimiento
El sufrimiento de estas personas viene de centralizar su vida alrededor del cuidado de un niño o un joven, que al estar ausente, hace que ya estos no tengan una razón diaria para seguir. Es importante resignificar la vida, encontrar placer en otras actividades que tengan más que ver contigo.
La mejor opción que puede tener un padre o madre, es lograr que sus hijos se independicen, para así retomar viejas actividades o encontrar nuevas y fructíferas. La crianza toma muchos años, e impulsa a las personas a abandonar ciertas actividades. ¡Ahora tenéis vida para disfrutar!
Irritabilidad
La ira es otra de las emociones que suelen desbocarse ante la ausencia de un hijo, así como suele estar presente en la primera etapa del duelo. Todo molesta, todo perturba… Es una manera de drenar el dolor por haber perdido a esa persona a quien se le dedicó tantos años.
Hay padres que piensan que la ida de los hijos los hace malagradecidos, cuando la verdad es que es justamente todo lo contrario. Que un hijo se vaya de casa, no quiere decir que el lazo se ha roto, o que dejará de estar presente en la vida, sino que ha crecido, y está listo o lista para vivir la suya.
Abuso de sustancias
Suele ocurrir con frecuencia que ante la intolerancia de una realidad dolorosa, las personas se refugien en el uso del alcohol o drogas, como una vía de escapatoria ante el dolor, o ante la incapacidad de enfrentarse al escenario de vida al que se están enfrentando, y estas circunstancias no son la excepción.
Nuestro equipo de profesionales está presto para ayudarte a trabajar en ti, para que puedas construir nuevas metas de vida, y que tus hijos se sientan más orgullosos de ti de lo que realmente ya lo están. Admira el trabajo que has hecho como padre o madre. Ahora llegó el momento de enfocarte en ti.
Como superar el síndrome del nido vacío
Vivir con la mente en el pasado
Si os preguntáis cuánto tiempo dura el síndrome del nido vacío, puedo deciros que eso va a depender muchísimo de vuestro propio proceso de duelo. Cuanto más tiempo os aferréis al pasado, al recuerdo del hijo que ha crecido y ha hecho su vida, más tardaréis en superarlo.
Hay quienes lo viven por semanas, hasta 6 meses, y a algunos les tomará varios años aceptar sin sentir rencor o tristeza, y con ayuda profesional. Una manera de ayudaros a vosotros mismos es abandonando la comodidad de los recuerdos vividos, por una vida más centrada en el tiempo presente.
Cuáles son las consecuencias del síndrome del nido vacío
Además de las respectivas repercusiones que trae el síndrome del nido vacío a nivel individual, uno de los aspectos que se va más golpeado en quien lo padece, es justamente la vida en pareja, porque después de tantos años siendo padres, finalmente vuelven a centrarse en la relación.
Esto es un problema cuando ser padres es la única razón por la cual se mantenían juntos. Al no entender cómo superar el síndrome del nido vacío, es probable que resurjan viejas rencillas, en donde los hijos eran mediadores. Es necesario crear otras metas en común para que la relación continúe.
10 estrategias para superar el síndrome del nido vacío y ser más feliz
Es cierto que cada caso es diferente, y que por tanto el síndrome del nido vacío debe ser tratado de manera personal, según las circunstancias de cada persona. Sin embargo, existen algunas recomendaciones generales que podéis tener en consideración para aliviar vuestra problemática:
Prepararse para cuando el momento llegue
Una de las maneras más efectivas para que el síndrome del nido vacío no os afecte en demasía, es procurar desarrollar una mentalidad con la que aceptáis que vuestros hijos van a marcharse un día de casa, y que eso significa que tu o vuestro trabajo ha sido el mejor posible.
Vivir nuevas experiencias
El síndrome del nido vacío puede ser una gran oportunidad para hacer actividades nuevas, viajar, y dedicaros a aquellas cosas para las que antes no contábais con el tiempo suficiente. Me atrevo a invitaros a una: nuestra Academia de Emociones La experiencia, de la que hablaré más adelante.
Desarrollar la inteligencia emocional
Cuando contamos con las herramientas que nos brinda la inteligencia emocional, el síndrome del nido vacío será solo un proceso pasajero, ya que contaréis con el conocimiento suficiente como para comprender que lo normal es que los hijos formen su propio hogar fuera del vuestro.
Sentir alegría por la independencia de los hijos
El síndrome del nido vacío puede desaparecer si las personas aprenden a cambiar de perspectiva por la partida de los hijos. En vez de sentir tristeza, debéis sentir mucho orgullo por haberle brindado las herramientas que necesitaban para independizarse, y convertirse en individuos autónomos.
Aceptar que es normal echarle de menos
Es perfectamente entendible que ante una ausencia, después de tantos años, echemos de menos a una persona. Lo que cuenta a partir de ahora es que aceptéis como algo normal ese sentimiento, y que no por ello los necesitáis apegados a vuestro lado.
Mantener el contacto
Que vuestros hijos se hayan ido de casa, no quiere decir que van a desaparecer de vuestras vidas. ¡Solo han cambiado de casa o localidad! Si ha sido una relación sana, el amor seguirá allí. Además, contáis con la tecnología de vuestro lado para acortar distancias.
Entablar una relación con los hijos sin reproches
Vuestros hijos no van a dejar de serlo bajo ninguna circunstancia. Ahora son personas independientes, y por tanto capaces de tomar sus propias decisiones. Aunque es normal que quieras aconsejarles, recuerda que no es vuestra vida, así que fomenta la buena comunicación sin críticas o reproches.
Potenciar las habilidades personales
Cuando una persona cuelga el rol de padre cuidador, comienza una nueva etapa en su vida: la de dedicarse tiempo para sí. ¿Qué tal si, a partir de ahora, estudiáis eso que tanto habéis querido, si aprendéis algo nuevo, si hacéis ese viaje que tanto soñáis? El momento es ahora.
Impulsar la relación de pareja o buscar una nueva
Os comenté que muchas parejas no superan esta situación, porque todo lo que les unía eran los hijos. Si todavía os queréis y creéis que vale la pena seguir juntos, entonces este es el momento para que viváis un segundo noviazgo. Si sois padres solteros, quizás sea el momento de conocer gente nueva.
Fomentar las amistades
En la etapa de la paternidad o maternidad, la vida social de las personas suele quedar en un segundo plano, porque los hijos abarcan todo. Ahora que se han marchado es momento de retomar los contactos, de tomar un espacio para el disfrute, la buena charla o conocer personas que enriquezcan vuestras vidas.
Infografía sobre el síndrome del nido vacío
Recomendaciones sobre cómo superar el síndrome del nido vacío para vivir una vida más feliz
Si conoces a alguien que padece del síndrome del nido vacío y desea superarlo, lo mejor que puedes hacer por esa persona es brindarle tus oídos y tus hombros, sin juzgar, para que pueda aligerar sus penas. Ayúdale a entender, desde el cariño, que este es el inicio de una nueva vida.
En Academia de Emociones La Experiencia, hemos creado toda una ruta de aprendizaje interno y externo, para ayudar a nuestros participantes a vencer el síndrome del nido vacío, y a iniciar una etapa nueva en sus vidas, llena de autoconocimiento y de comunicación asertiva. ¡Estamos aquí para ayudarte!
