Por Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Quieres iniciar con buen pie este año? Entonces es momento de romper los malos hábitos. Seguramente eres de los que hace una lista interminable de promesas que mueren antes de nacer: dieta, ejercicios, organización, y un largo etcétera en el que millones de personas se hunden en un bucle que pareciera no terminar. ¿Te suena verdad?
Lo peor de todo, es que detrás de los porqués, siempre sale a relucir el rol de víctima con el que se justifica todo y no se hace nada. Las personas somos muchas veces inconscientes de que desarrollamos hábitos inadecuados para nuestro bienestar, por ende; aunque sepamos que las cosas nos están fallando, nos comemos la cabeza tratando de hallar una razón, que a veces es bastante simple: nuestra manera de vivir.
Dichos hábitos perjudiciales nos condicionan a vivir sin planificar, sin tener un propósito, sin saber cómo desarrollar una vida más sana. Es nuestra responsabilidad hacernos conscientes de ellos y liberar nuestra mente de viejas programaciones.
Así que te recomiendo que sigas leyendo, porque en este artículo te hablaré un poco más sobre cómo romper los malos hábitos que te separan de esa vida que quieres crear, cómo es la formación de estos patrones de pensamiento y qué puedes hacer para ayudarte a reprogramar tu mente, y así hacer realidad eso que tienes en mente pero que te es difícil llevar a cabo.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Cómo romper los malos hábitos con 5 estrategias efectivas
¿Qué es un hábito?
Los hábitos son patrones de pensamiento o conductas que por su acción repetitiva y constante a lo largo del tiempo, constituyen parte de nuestras actividades diarias, y que permiten al cerebro ejecutar tareas de manera inconsciente con el fin de administrar su energía de manera eficiente.
Debido a que nuestro cerebro los fortalece gracias al desarrollo de patrones neuronales, romper los malos hábitos se nos puede hacer cuesta arriba sino contamos con la determinación y los estímulos suficientes que nos lleven a cambiarlos por otros más saludables.
¿Cómo se forman los hábitos?
Primeramente, debo entender que si quiero cambiar mi vida radicalmente, es necesario que lo haga de manera paulatina o de lo contrario, es muy probable que la fatiga y la desmotivación crezcan. Por ende, si queremos romper los malos hábitos, es necesario aprender cómo se forman y así, estaremos utilizando el mismo proceso para crear rutinas que nos lleven a crear la vida que queremos.
Tanto los hábitos inadecuados como los positivos, constan de tres pasos: estímulo, acción y recompensa. Este proceso se lleva a cabo gracias a la neuroplasticidad cerebral, que es la flexibilidad de adaptación que tiene el cerebro ante los cambios.
Ejemplos de hábitos
¿Y cómo se pueden romper los malos hábitos sin saber cuáles son? Esta es una lista breve con algunos ejemplos de patrones negativos y positivos que existen en nuestra vida cotidiana. De más está decir que por ser conductas todos son completamente transformables, incluso; aquellos que crees imposibles de cambiar:
- Hacer ejercicios ciertos días a la semana.
- Desayunar en el mismo lugar de siempre.
- Cepillarte los dientes al despertarse y antes de dormir.
- Tomar café al despertar.
Tipos de hábitos
Para romper los malos hábitos es identificarlos, y de esta manera; poder diferenciarlos de aquellos que son de gran utilidad en nuestro día a día. Como te podrás dar cuenta, todos tienen funciones completamente diferentes en nuestra vida.
Hábitos de higiene
Los hábitos de higiene fueron enseñados cuando éramos niños y son aquellos que tienen que ver con nuestro cuidado y aseo personal, así como el cuidado y limpieza de nuestra casa. Entre ellos se cuentan: tomar una ducha, cepillar nuestros dientes, barrer la casa, organizar y limpiar nuestra habitación.
Hábitos cognitivos
Los hábitos cognitivos tratan sobre las creencias y paradigmas que adopta cada persona y que le permiten hacerse una percepción del mundo que les rodea. Es un proceso inconsciente y que empieza a desarrollarse desde los primeros años de vida, cuando descubrimos que somos seres independientes de nuestros padres o cuidadores.
Hábitos sociales
Los hábitos sociales son aquellos que tienen que ver con nuestras interacciones con los demás como visitar semanalmente a algún ser querido o también con nuestras costumbres de saludar al llegar o pasar por algunos lugares, como montarse en un elevador.
Hábitos de lectura
Los hábitos de lectura los desarrollamos, por lo general, durante nuestra infancia y son los que impulsan el desarrollo intelectual de un individuo con el ejercicio diario de leer. Está considerado como parte de los buenos hábitos que toda persona debería desarrollar.
Hábitos alimenticios
Los hábitos alimenticios tienen que ver, como su nombre lo indica, con la manera en la que nos alimentamos. Está condicionado por factores sociales, culturales, económicos y religiosos; ya que las personas alrededor del mundo tienen diferentes costumbres alimenticias, pero aquí, nos referimos al consumo regular de ciertos tipos de alimentos, porque muchas personas tenemos grandes hábitos negativos en esta área.
Hábitos físicos
De igual manera, existen también los hábitos físicos que son todos aquellos que están ligados a la salud física y mental de las personas. Estos hábitos comprenden tanto los hábitos de higiene así como los alimenticios, pero con el componente de las actividades físicas y psicológicas que impulsan el bienestar de las personas como por ejemplo; hacer ejercicios o meditar.
¿Por qué adquirimos malos hábitos?
Es normal que todas las personas hayamos aprendido hábitos inadecuados para nuestra salud y bienestar. Lo importante es que una vez los identifiquemos, sepamos cómo contrarrestarlos o eliminarlos de nuestras vidas. Romper los malos hábitos es cuestión de disciplina, ya que al igual que los que son saludables, todos tienen el mismo esquema:
Estímulo
Es esa alarma que le indica a tu cerebro que debes hacer X o Y cosa. Por ejemplo: comer puede ser el estímulo para ir a cepillarse los dientes, lo cual está estipulado dentro de los hábitos de higiene. Es importante señalar que el cerebro jamás distingue si el estímulo conlleva a hábitos perjudiciales.
Acción
Es lo que activa el deseo de cambiar algo en ti, es la ejecución en sí de la tarea como hacer tu rutina de ejercicios, bañarte, tomar tu taza de café a las 4.00 pm o temprano en la mañana o la puesta en práctica de hábitos inadecuados como comer chuches mientras vemos pelis.
Recompensa
Finalmente, es lo que obtenemos después de haber realizado el esfuerzo. Es el placer obtenido inmediatamente, aunque hayamos practicado algunos hábitos negativos. Por ejemplo, las personas cuando comemos algún alimento procesado o alto en calorías como una pizza, lo hacemos porque nos genera un estado de alegría o satisfacción, aunque hacerlo continuamente, afecte nuestra salud.
¿Cómo se identifican los hábitos negativos?
Aunque parezca extraño, la identificación de hábitos negativos a veces es poco clara para muchas personas, y por ello les cuesta abandonarlos, porque al ser un patrón neuronal, el cerebro solo los ejecuta sin saber realmente si son positivos o negativos. Como cuando pones play a una lista de canciones.
Por eso hay que destacar el hecho de que para romper los malos hábitos, es necesario sentarse y pensar qué estamos haciendo mal para estar en la situación en la que estamos. Por ejemplo, muchas veces las personas dicen que quieren tener éxito, pero pocas se planifican diariamente para alcanzar objetivos o tan siquiera despertar más temprano que el resto para tener un día productivo.
Los 5 hábitos inútiles que debes eliminar
Quiero ayudarte a romper los malos hábitos que te están afectando en tu productividad y bienestar, pero que seguramente aún no reconoces. Los siguientes son cinco de los ejemplos de patrones negativos que debemos eliminar de nuestras vidas, porque no aportan nada:
- Quejarse continuamente.
- Distraerse excesivamente en redes sociales y consumir muchas series de televisión.
- Alimentarse mal.
- Procrastinar o dejar las tareas sin terminar.
- Establecer muchas metas o proyectar muchas a largo plazo, porque a la larga nos parecerán inviables.
Las 5 estrategias más efectivas para romper los malos hábitos
Una vez hayas trabajado en tu propia identificación de hábitos negativos, entonces es momento de trazar un plan para erradicarlos de tu vida. Ten en cuenta que todos podemos disfrutar de una buena película o instalarnos a revisar nuestras redes, pero cuando esa actividad nos resta tiempo, nos impide realizar otras más importantes, entonces debemos trabajar en ello porque estamos ante hábitos perjudiciales.
Reprograma tu mente:
Aunque en un principio creas que es imposible romper los malos hábitos, recuerda que es solo una conducta, por lo tanto; es completamente alterable. Deja de pensar en esa falsa creencia de que así naciste, y así te vas a quedar, pues solo es cuestión de reprogramar tu mente.
Por ejemplo, para abandonar la idea de que eres desordenada (o), uno de los tantos hábitos negativos más comunes, puedes organizar un área específica de tu casa un día a la vez, de tal manera que diariamente estés haciendo una actividad específica que te lleve a organizar y limpiar un área de tu hogar con regularidad, hasta que finalmente lo hagas sin pensar que es una tarea.
Experimenta la gratitud en tu vida:
Otra manera de romper los malos hábitos es siendo agradecidos. Esto es tomar conciencia de todo lo que tenemos y que lamentablemente, millones de personas carecen como un plato en nuestra mesa, un techo y una cama donde dormir, un empleo (si lo tenemos), y que de vez en cuando podemos darnos un gusto.
Al practicar la gratitud como herramienta para erradicar nuestros hábitos inadecuados, en nuestro cerebro se activa el sistema de recompensas y placer, ya que el hipotálamo libera oxitocina, la hormona responsable de hacernos felices y generosos, lo que hace que disminuya el estrés y la ansiedad.
Vive en el presente:
Romper los malos hábitos es un acto de conciencia constante, porque debemos tener la mente en el aquí y el ahora para que nuestro cerebro abandone el estado de piloto automático y pueda adquirir una nueva rutina con la que suplantar los viejos patrones neuronales. Recuerda que la clave está en ser constantes.
Si quiero cambiar mi vida radicalmente debo aprender a enfrentar mis emociones, reconocerlas, manejarlas, ser consciente de ellas y experimentarlas para no reprimirlas y que en un futuro terminen por sublimarse de otras maneras que pueden comprometer mi salud.
Reconoce lo que te distrae:
Anteriormente hablamos de las distracciones como parte de los hábitos perjudiciales que nos alejan de lo que queremos alcanzar ya que limitan nuestra productividad. Por supuesto, el tiempo de ocio es esencial para mantener una vida sana, pero todo tiene su momento. Puedes leer cómo balancear ambos aspectos en este artículo sobre el principio de Pareto.
Enfócate en el objetivo:
En vez de mirar lo que vas a perder para romper los malos hábitos, mejor enfócate en lo que vas a ganar al eliminar hábitos negativos de tu vida. Una buena manera de ayudarte es escribiendo una lista de tres objetivos a alcanzar, ordénalos según el peso y la relevancia que tengan para ti y construye un plan de rutinas que te ayuden a alcanzarlos.
Recomendaciones finales sobre cómo romper malos hábitos
Muchas desconocen que sí se pueden romper los malos hábitos, planificar y hacer realidad lo que deseamos, y que lo único que necesitamos es dar pequeños pasos pero de manera sucesiva. Para trabajar los hábitos negativos lo único que se necesita es ser perseverante.
Pero para ello debes tener en cuenta que eres una persona, que tienes permitido equivocarte, caerte y levantarte. Evita entrar en desespero, si por ejemplo, notas que te falta constancia en la realización de tus metas y el abandono de hábitos perjudiciales. Tienes años reforzándolos y quizás te cuesten un poco.
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Siempre ten la confianza suficiente en ti para intentar empezar de nuevo, y verás cómo poco a poco irás abandonando ciertos hábitos inadecuados para tu crecimiento. La plasticidad de nuestras neuronas es nuestra gran aliada, y con Academia de Emociones aprenderás a sacarle el máximo provecho.
Si consigues ser constante durante dos meses, tus neuronas habrán construido un camino que poco a poco irá reemplazando las conductas o hábitos negativos que queremos erradicar. ¡Ánimo!
