Dra. Estrella Flores-Carretero.

¿Quieres aprender sobre los efectos que la represión emocional pueden dejar en ti? Aguantar lo que te acongoja no te hace una persona más madura o sosegada, al contrario; puede extender la agonía de esas emociones incómodas o hacer que se transformen en un síntoma físico.

Los seres humanos estamos atravesados por el lenguaje, por lo que las emociones reprimidas, aquellas que no son puestas en palabras, tarde o temprano tienden a podrirse en nuestro interior y esa fetidez, eso que no se dice, nos condena en nuestras acciones hacia nosotros y el mundo.

Especialmente en nuestra cultura occidental, recientemente estamos aprendiendo como sociedad que los problemas de reprimir lo que sientes pueden dejar graves secuelas en los individuos. Las distintas alternativas de terapias han ido ganando cada vez más terreno.

Trabajar en nuestra propia represión emocional y en nuestro manejo asertivo puede ser un camino largo, pero profundamente satisfactorio. Dejar de ser esclavos de aquello que dictamina nuestro inconsciente puede ser el acto más liberador de nuestras vidas. Veamos por qué.

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Las 7 formas como te puede afectar la represión emocional

Las 7 formas como te puede afectar la represión emocional

¿Qué es la represión emocional?

Se le conoce como represión emocional al hábito de invalidar, ocultar o negar cualquier tipo de emoción que surja naturalmente, de manera cotidiana. Por lo general, suelen hacerlo por no mostrarse vulnerables, obviando que estas podrían somatizarse y volverse más complejas.

Aunque en la cultura occidental es muy común estimular la represión emocional en los hombres, este es un comportamiento que puede verse en personas de cualquier género. Sus consecuencias pueden dejar una huella profunda en la salud psíquica y física de las personas.

¿Qué pasa cuando se reprimen las emociones?

Te pregunto: ¿practicas el autoconocimiento como una forma de vida? ¿Eres capaz de reconocer lo que sientes abiertamente? Suena muy sencillo, pero para muchas personas no lo es, de hecho; las emociones reprimidas forman parte de los 7 problemas emocionales más frecuentes.

Irónicamente, la represión emocional es un mecanismo para evitar hacernos daño. Esto solo funciona momentáneamente, porque actuar de esa manera solo nos lleva a alargar el sufrimiento. Es evitar escucharnos a nosotros mismos por miedo y por tanto; mantenernos siempre a la defensiva.

¿Por qué reprimimos las emociones?

Esa voz que escuchamos en nuestra cabeza es nuestro inconsciente, nacido de nuestra propia cultura, el cual como un guardián vigila nuestros pensamientos y emociones reprimidas. Su función es la de crearnos límites y por tanto; es el responsable de muchas de nuestras falsas creencias.

Resulta evidente que la represión emocional nos empuja a obviar aquello que nos molesta, que no queremos ver. Para encontrar tales razones, es necesario indagar en nuestro inconsciente, porque allí se guarda lo que no queremos que salga a la luz. Aquello que cohibimos es lo que olvidamos.

Debido a que todo esto ocurre en nuestra psique, las personas no somos conscientes de eso que reprimimos o del propio deseo que se ha originado casi instantáneamente junto con ello. Es por esta razón que para saber lo que causa reprimir las emociones, hace falta un enorme trabajo personal.

¿Cómo afecta la represión emocional?

Nuestra mente puede jugarnos grandes jugarretas. La represión emocional muchas veces se disfraza de constantes comportamientos inadecuados, una palabra o gesto, pero también; puede revestirse de malestares físicos que reinciden en nosotros sin causas aparentes.

Ataques de ansiedad

Una de las más notorias consecuencias de reprimir las emociones son los ataques de ansiedad. Pulsaciones aceleradas repentinas y faltas de aire que no pueden explicarse por enfermedades físicas, además de una baja producción de adrenalina y baja energía para hacer actividades.

Cuando hay represión emocional, nuestro cuerpo puede reaccionar como si se encontrara en estado de peligro y mantenernos en estado de vilo, con insomnio y pensamientos excesivos acerca de algo que pudo habernos sucedido y que en vez de hablarlo al momento, nos quedamos callados.

Migraña y dolores de cabeza

Aunque es mucho más común ver la represión emocional en los hombres, cualquier persona sin la debida gestión de emociones puede padecerla. Debido al esfuerzo que hace, tensiona los músculos del cuello y la cara, lo que puede generar fuertes dolores cefálicos.

Problemas del sistema digestivo

¿Ante una situación que te conmociona o te afecta, sueles tener dolores estomacales? Esta es una de las maneras más comunes como la represión emocional se traslada al cuerpo, porque el estómago está conectado al nervio vago. Estas molestias incluyen acidez, vómitos, estreñimiento y otros.

Disminución del sistema inmune

Sin dudas, no hay ningún tipo de ventajas de reprimir las emociones, ¡al contrario! Es uno de los comportamientos más autodestructivos que podamos tener, aunque no seamos conscientes de ello, ya que al estar en tensión, aumenta nuestro cortisol, el cual baja nuestras defensas.

Rigidez corporal

Antes que ser nuestro esclavo emocional, siempre es preferible autoconocernos. Otro de los efectos nocivos de este problema es que la tensión corporal puede ser en cualquier área del cuerpo, incluyendo la mandíbula, hombros, tendinitis y neuralgia intercostal

Presión arterial

Otra de las molestias que causa reprimir las emociones está profundamente relacionada con el sistema cardiaco. Cuando evitamos demostrar lo que sentimos, el corazón puede pagar las graves consecuencias, ya que al contener lo que sientes, haces un esfuerzo que también eleva tu presión.

Si nos hacemos conscientes de lo que nos sucede, lo mejor es buscar ayuda. Generalmente, por dar síntomas físicos, la represión emocional puede ser confundida con cualquier otro tipo de enfermedades y las personas terminan consumiendo fármacos que no necesitaban realmente.

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Los problemas de reprimir lo que sientes

Diversos tipos de enfermedades sin causas aparentes

Debido a que baja las defensas, la represión emocional también nos predispone a una mayor recepción de virus y bacterias, pero también podemos desarrollar molestias físicas diversas, lo que lleva a quien la padece a tratar una enfermedad que realmente es una consecuencia de algo sin resolver.

¿Cómo saber si estás en represión emocional?

La represión emocional se deja colar de diversas formas en nuestra vida. Solo basta con que nos hagamos conscientes de ello. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que no hay emociones negativas, pues todas cumplen funciones específicas en nuestras vidas.

La forma en la que te comunicas

Si queremos evitar las consecuencias de reprimir las emociones, podemos empezar a ser conscientes de nuestra manera de comunicarnos con el mundo. Desde el uso de segundas y terceras personas cuando hablamos para referirnos de cosas sobre nosotros, hasta los lapsus mentales cuentan.

También debemos notar que la represión emocional se muestra en la falta de comunicación asertiva con los demás. No obstante, este tipo de conductas pueden venir desde el hogar. Al respecto de ello, te recomiendo que revises este artículo sobre inteligencia emocional para padres.

Tus acciones

También, la represión emocional puede notarse en esos detalles que hacemos sin intención, ya que a menudo suelen escabullirse en nuestros actos involuntarios, como ciertos hábitos dañinos mediante los cuales usamos para evadir nuestro mal manejo de lo que sentimos.

Lo que sueñas

Si crees que las ventajas de reprimir las emociones es que nadie va a notar cómo te sientes, piénsatelo dos veces: ¿crees que vale la pena ocultar tu vulnerabilidad? Autoengañarnos nos hace vivir como frustrados, y en definitiva; es una situación que no nos llena de paz.

Incluso nuestros sueños más simbólicos pueden ser reflejo de que nos hemos convertido en nuestro propio esclavo emocional. Cuando nuestra conciencia deja de vigilar, nuestro inconsciente viene a nuestros sueños a revelarnos cosas, a veces de forma literal y otras como enigmas.

¿Qué es lo que funciona al momento de reprimir las emociones?

¿Cómo se siente una persona reprimida? Mal, muy mal. Viven escondidas en sí mismas buena parte de sus vidas. Si estás pasando por esta situación y quieres saber cómo empezar a trabajar interiormente en ti, empieza por estos sencillos pasos en pro de tu bienestar.

Autoafírmate

Un estudio con jóvenes entre 13 y 15 años de edad sobre estrategias cognitivas de regulación emocional, demostró que cuando se ejerce una revaloración positiva, disminuye el peso de lo negativo en aquellos menores con síntomas de depresión.

Ante la represión emocional o el descontrol de las emociones fuertes, intenta contrarrestar lo que sientes trayendo a tu mente las memorias de esas situaciones en las que lograste cosas positivas y valiosas, esas que en un punto te hicieron sentir orgullo por lo que hiciste. 

Enfoca tu atención en una actividad concreta

La manera más efectiva de calmar a un niño es desviando su foco. Igual pasa con los adultos. Cuando sientas que la furia emocional o la tristeza te invade por algo sin importancia y no sabes cómo reaccionar ante ella, intenta enfocar tu mente en una actividad específica que te permita diluir la emoción. 

Escribe un diario con tus emociones

Sabemos que lo que causa reprimir las emociones es no querer enfrentarlas por miedo a la vulnerabilidad o porque es una conducta aprendida en el hogar. Si no quieres contarle nada a nadie, escribe en un diario a mano todo lo que sentiste y cómo lo viviste. 

Ya hemos hablado sobre cómo la represión emocional se traslada al cuerpo y los efectos dañinos que tal acción puede ocasionarnos. Escribir te ayudará a despejarte de esa sensación que te ahoga, pues es una actividad muy relajante. Te sentirás mejor al terminar.

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Consecuencias de reprimir las emociones

Permítete preocuparte en el momento oportuno

Para trabajar en la represión emocional hay que saber darle cabida a las emociones en nuestras vidas, para que fluyan y no se encapsulen en nosotros. Lo que suprimes va a volver tarde a temprano, así que permítete sentir lo que tienes en ese instante y déjalo ir.

Toma aire

Si quieres trabajar en tus emociones reprimidas, lo mejor es que aprendas a experimentarlas y controlar tus reacciones. Uno de los métodos que mejor suelen funcionar, por ejemplo en el caso de la irascibilidad, es tomar aire profundamente y contar hasta diez.

Si queremos desarrollar nuestro aprendizaje emocional, es necesario saber lidiar con lo que sentimos, pero especialmente, reconocerlo. Llamar a la tristeza o la rabia por su nombre, y pensar en cómo actuar sin que ellas nos cieguen es esencial para una vida en bienestar.

Mírate al espejo

¡Eres una persona valiosa! Tus emociones reprimidas no deberían guiar tu vida. Cuando nos vemos en un espejo detenidamente cuando las emociones nos invaden, puede ayudarnos a mirar lo que sentimos desde una perspectiva completamente diferente y apartar la mente del nubarrón emocional.

Busca la razón por la que sentiste tal emoción

Por último y si queremos trabajar la represión emocional, antes que suprimir siempre será mejor reconocer lo que nos pasa y preguntarnos por qué nos sentimos de tal o cual manera, para poder disolver lo que sientes. Ser honestos con nosotros es esencial en este proceso.

Por ejemplo, para iniciar tu aprendizaje emocional puedes iniciar con premisas como: “no me gusta sentir [nombre de la emoción] porque ha ocurrido [indica lo que ha pasado], porque [asume la razón por la cual te sientes de esa manera]”. Una vez que empieces a reconocerte, todo mejorará. 

¿Cómo reprimir los sentimientos y emociones?

Como ya os he dicho, uno de los problemas de reprimir lo que sientes es que tarde o temprano esa emoción va a volver, y puede ser mucho peor tanto para nosotros, como para quienes nos rodean. La gota que rebosa el vaso puede derramar un diluvio difícil de contener, si practicas estos malos hábitos:

Al forzar los pensamientos positivos

Ya sabes que la represión emocional viene de querer evitar a toda costa sentir lo que sentimos. Y eso es imposible. Está bien sentirse mal por una situación específica. La felicidad forzada puede ser tan dañina como la ira o la tristeza mal manejada, porque lo que debemos dejar fluir lo que sentimos.

Cuando las personas se hacen conscientes de su problema de represión emocional, saben que no todos los días se puede estar bien y feliz. Todas las emociones tienen funciones específicas en nuestra vida, y por tanto; lo más saludable es aprender a lidiar con ellas.

La catarsis por vías físicas y violentas

Uno de los ejemplos de represión emocional más dañinos es esa moda que estuvo algún tiempo de practicar actividades violentas en las que las personas drenaran toda su ira golpeando objetos. La verdad es que la rabia no se maneja golpeando cosas.

Quienes padecen de furia emocional a menudo se excusan con que su ira era tal, que se dejaron llevar por ella. Este tipo de actitudes denotan una profunda falta de inteligencia emocional, por no hablar de lo peligroso que puede resultar para otras personas convivir con alguien así.

¿Qué hacer al momento de estar en represión emocional?

La represión emocional debe combatirse en primera instancia con el reconocimiento individual de lo que se siente, porque justamente, las emociones son inevitables. Aceptar lo que sentimos y practicar el autoconocimiento es vital para no ser nuestras propias víctimas.

Cada uno de los ejemplos de represión emocional que os he dejado sobre el mal manejo que algunas personas tienen de su mundo interior, pueden ser fácilmente reemplazados por actividades mucho más placenteras y enriquecedoras para la salud y bienestar de cada uno.

También ten en cuenta que la represión emocional se trabaja de manera individual desde la terapia. Nadie mejor que un especialista de la salud mental para escucharte en absoluta confidencialidad y brindarte herramientas de vida maravillosas para que puedas abandonar tan difícil posición.

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Infografía sobre la represión emocional

Recomendaciones finales sobre la represión emocional

Decía Platón que “todo aprendizaje tiene una base emocional”. Nuestro día a día está pintado con la perspectiva con la que vivimos nuestras emociones, y eso puedes notarlo en situaciones en las que estando con otras personas, cada una tuvo una visión diferente de lo que vivieron juntos. 

Esto quiere decir que aunque lo real es algo único, nuestras emociones y creencias nos brindan puntos de vista completamente diferentes. Por ejemplo, hay gente a la que le encantan los parques mecánicos y otras a las que les aterran. 

Tengamos en claro algo: las emociones no se controlan sino que se gestionan. Quienes reprimen lo que sienten, lo hacen porque suelen pensar que es la respuesta lógica, que ser emocional está mal, cuando es justamente parte de nuestra condición humana.

Ahora que ya sabes cómo se siente una persona reprimida, seguramente serás más consciente de tus emociones. Es necesario comprender que estos escenarios no cambian de la noche a la mañana, pero que sin dudas, el primer paso es reconocer que tenemos un problema para trabajar en ello.

La represión emocional es uno de los temas base de nuestra Academia de emociones en Jerez. Allí, creamos una experiencia única para que los participantes al evento puedan enfrentarse a una serie de situaciones que les harán aprender a lidiar con lo que sienten, bajo la guía de nuestros terapeutas.

La invitación queda abierta para ti. Nosotros estaremos felices de brindarte una ayuda en tu proceso de autoconocimiento. Recuerda que las emociones son nuestras grandes compañeras de vida, ¿por qué llevarnos mal con ellas, cuando pueden ser nuestras más grandes aliadas?