Cuando pienso en la procrastinación en el trabajo, imagino siempre una bola de nieve que corre colina abajo, y que arrastra consigo todo a su paso. Basta con que solo una persona aplace sus tareas, para que el trabajo de toda una organización se postergue, afectando considerablemente la producción y el rendimiento de la misma. De hecho, las organizaciones pueden perder 9.000 euros anuales por empleado debido a la postergación de tareas.
Tabla de contenidos
Qué es y cómo evitar la procrastinación en la empresa
Qué es la procrastinación empresarial
Procrastinación laboral es el mal hábito de dejar las tareas hasta el último minuto, ¿te suena? Seguramente sí, pues aunque para muchas personas la procrastinación es más un estilo de vida, a otros simplemente nos ocurre de manera circunstancial, debido a que nos hemos visto atascados de trabajo en ciertas etapas de nuestra vida.
De acuerdo con García (2011) es la postergación sistematizada de tareas importantes, por otras que no son tan relevantes, aunque mucho más agradables de ejecutar. Inevitablemente, esta acción nos hace quedar mal con quienes nos rodean, y es por ello que debemos aprender a manejar la situación antes de que realmente se nos salga de las manos.
En el caso de las corporaciones, que funcionan por como un solo ente porque cada una de sus piezas calzan y se acoplan al mismo ritmo, aunque tengan diferentes funciones, es necesario detectar de manera temprana cualquier foco procrastinador, en cualquiera de las escalas de la organización, para no generar el efecto bola de nieve, que amenaza con llevarse por delante la gestión de equipos enteros.
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Procrastinar según el psicoanálisis
Freud también dedicó un espacio de su investigación del inconsciente humano para entender cómo funciona la mente de alguien que constantemente practica la procrastinación. Para contarlo en términos simples, los procrastinadores hacen de la eterna espera un goce:
Por eso, podemos encontrarnos, por ejemplo, frente al estudiante universitario que nunca se decide a rendir las últimas materias, las que le permitirían concluir su carrera, porque el goce de la espera que retiene el objeto prevalece sobre el goce de la realización, que para él significa destrucción, devaluación, descarte. (Focchi, s.f.)
La procrastinación puede ser causada por diferentes motivos que van más allá del manejo eficiente del tiempo: se deben mirar los factores individuales que pueden estar mermando la productividad de esa persona, como:
- Inseguridades
- Miedos
- Desconfianza
- Falta de motivación
- Cualquier otro problema que implique una pobre inteligencia emocional.
Desventajas de procrastinar en el trabajo
En resumidas cuentas, procrastinar en la empresa solo se traducirá en:
- Padecer ansiedad laboral.
- Bajo rendimiento laboral.
- Acumulación de tareas.
- Menos tiempo en la preparación de los trabajos.
- Incrementan las probabilidades de entregar un trabajo mal hecho.
Según Guzmán y Rosales (2017) siempre se mira la procrastinación desde tres componentes: por componentes cognitivos, conductuales y emocionales; y también se vincula a factores sociales a los que se asocia íntimamente a rasgos de personalidad con altos niveles de ansiedad, ya que denota una respuesta negativa hacia el entorno del individuo.
Sin embargo, existen diversas formas de enfrentar la procrastinación y que son muy recomendables para manejar nuestras agendas de forma efectiva, como por ejemplo realizar las tareas más pesadas para las mañanas, crear cronogramas o hacer listas de tareas, por nombrar algunas recomendaciones prácticas; aunque al final el problema siempre se debe enfocar de manera personalizada, bajo la ayuda de profesionales en el área que puedan ayudar al trabajador a detectar cuál es la raíz real detrás de su procrastinación.
De ello, desprendo algunas recomendaciones indispensables para el manejo corporativo de la procrastinación, que podrán traducirse en mejoras factibles en el rendimiento empresarial.
Recomendaciones para no procrastinar en el trabajo
Si tu empresa está lidiando con la procrastinación de algunos trabajadores, entonces es momento de analizar por qué está ocurriendo y cómo se les puede ayudar a nivel emocional. Por ello es necesario:
No buscar culpables, pero actuar para rectificar
Una de las máximas del psicoanálisis y de la psicología en general es ayudar al individuo a expresar de forma oral lo que siente. Sin embargo, es necesario también ayudarle a abandonar esa queja, y que en cambio; actúe en consecuencia para remendar la situación.
Por eso es tan necesario actuar para mejorar la situación, y no enfocarse en buscar culpables. Una buena premisa a recalcar, sería: «Debemos mejorar, pero con nuestro empeño y trabajo en equipo lo vamos a lograr».
Crear un plan estratégico con metas y tiempos delimitados
Aunque todas las organizaciones tienen planes a largo plazo, estos solo son alcanzables en la medida en que sus empleados se enfoquen en lograr las metas a corto y mediano plazo.
Cuando un equipo de trabajo comienza a ver resultados, la motivación los hará mantenerse enfocados en cada meta, que al fin de cuentas, siempre termina siendo un peldaño más de una escalera interminable de crecimiento. Pero para conquistar esos objetivos, es necesario que exista un plan de trabajo en el que semanalmente, se vayan entregando informes con los progresos y tareas por entregar, sin que eso sea sinónimo de presión.
Incentivar la productividad
Nadie se siente bien, ni lo hace bien, en un ambiente se sienta hostigado. Las buenas organizaciones se conocen por motivar, recompensar, felicitar y confiar en sus empleados.
Como dice el refrán: “se felicita en público, se reprende en privado”.
Humillar y hacer sentir menos a alguien que ha fallado en su labor, solo hará que mantenga su desmotivación y que claudique hasta el último minuto cada entrega, porque no se siente cómodo.
Quien posterga constantemente, más que alguien que le señale, necesita de una mano que le ayude a salir del problema en el que se encuentra. Las empresas deben enfocarse en crear planes de trabajo con objetivos medibles para evitar cualquier foco distractor, y en el caso que existiese, hacerle sentir a ese trabajador que cuenta con el respaldo y acompañamiento de personal calificado para ayudarle a tratar su problema de postergación.
De esta manera, sabrá que su trabajo es importante porque después de todo, una empresa solo se mueve si todas sus partes lo hacen.
Bibliografía
Focchi, M. Deslizamientos progresivos.
García, A. (2011). Problemática multifactorial del absentismo laboral, el presentismo y la procrastinación en las estructuras en que se desenvuelve el trabajador. Medicina y seguridad del trabajo, 57(223), 111-120.
Guzmán Alvarado, M. A., & Rosales Palacios, C. I. (2017). Validación de la escala de procrastinación en el trabajo (PAWS) al habla hispana.