Dra. Estrella Flores-Carretero.
Es frecuente escuchar frases en el ambiente laboral como “estoy sobrecargado de trabajo” o “no me siento valorado”. Pero lo cierto es que al margen de las circunstancias siempre es posible poner límites en el trabajo.
No aprender esta lección a tiempo conlleva situaciones de incomodidad, frustración y estrés laboral que afectan gravemente al desempeño global del equipo. Sin embargo, los límites son grandes aliados a la hora de poner en valor los intereses de todos los miembros.
Hay que comenzar a relacionar esta práctica con una manera de fomentar el respeto hacia uno mismo y los demás, así como de cultivar relaciones más fructíferas.
Pero para ello tendrás que emplear una habilidad social elemental: la asertividad. Sigue leyendo si quieres saber cómo desarrollarla rápidamente con técnicas sencillas y lograr un balance óptimo con tu vida personal.
6 estrategias para poner límites en el trabajo de forma asertiva
¿Qué es poner un límite?
Es expresar con claridad aquello que necesitas y quieres en cada momento, sin dejar de tener en cuenta a los demás. Se trata de establecer unas fronteras que no quieres que sean sobrepasadas con el objetivo de preservar tu bienestar.
Dicho de otra forma, poner límites significa definir expectativas claras en cuanto a lo que es aceptable en una relación de cualquier tipo mientras aseguras un estilo de comunicación y convivencia respetuoso.
¿Qué son los límites en el trabajo?
Son aquellas barreras que se establecen en el ámbito laboral para definir los roles y comportamientos aceptables entre todos los implicados para fomentar una sana convivencia, además estos límites permiten aumentar la satisfacción obtenida favoreciendo un clima saludable.
Que aprendas a poner límites en el trabajo es tan necesario como los que fijan los empleadores respecto a las formas de operar con las políticas de empresa (código de vestimenta, tiempo de descanso…), plazos de entrega para proyectos o reglas de seguridad y los acuerdos de confidencialidad.
Ejemplos de límites en el trabajo
Algunos ejemplos cotidianos de límites en el trabajo son los siguientes:
- Trabajar únicamente dentro de tu jornada
- Desconectar los dispositivos durante tu tiempo libre
- Delegar tareas cuando sea necesario
- Realizar las tareas que realmente corresponden con tus funciones.
- Aprender a negarte a una oportunidad en el caso de que lo consideres conveniente.
- Expresar tu desacuerdo con claridad
- Tomar descansos regulares
¿Por qué es importante poner límites en el trabajo?
Es especialmente importante para asegurar un balance entre la vida laboral y personal. Cuando los límites no están correctamente definidos los empleados tienden a sentirse abrumados ante la carga de trabajo, lo cual es contraproducente para su productividad, así como para su salud.
También se corre el riesgo de caer en una actitud complaciente ante el día a día, en la que se adopta una posición de satisfacción excesiva hacia una situación frustrante, sin iniciativa para cambiarla.
Esto conlleva el estancamiento y el fracaso en la consecución de objetivos a largo plazo debido a la falta de motivación a la hora de encarar los desafíos cotidianos.
Según la Asociación Americana de Psicología, el 60% de los trabajadores considera que la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal es su principal fuente de estrés.
Para fomentar la conciliación laboral, las empresas pueden implementar políticas como horarios flexibles, trabajo remoto, permisos de maternidad y paternidad, entre otras.
Sin embargo, la implementación de estas medidas puede ser un desafío para las empresas, especialmente aquellas con una cultura empresarial inflexible o que operan en industrias con una alta demanda laboral.
Además, por lo general las mujeres tienen más dificultades para conciliar su vida laboral con sus responsabilidades familiares, lo que puede afectar seriamente a su carrera profesional y su capacidad de ascenso en la empresa.
Los hombres y mujeres entre 30 y 44 años sin hijos tienen una tasa de actividad muy similar. Sin embargo, la ratio cae en picado para las mujeres que deciden ser madres.
En España, mientras solo el 6% de los hombres con hijos menores de 16 años trabaja a tiempo parcial, esa tasa asciende a casi el 29% entre las mujeres, una diferencia de 23 puntos. Por lo tanto, es necesario seguir trabajando para lograr una conciliación laboral plena e igualitaria.
Dinamarca es, junto con Finlandia, uno de los países que destaca por el fomento en la cultura de la conciliación. En ambos se ha implementado una política llamada «flexi-time» en la mayoría de las empresas, que permite a los empleados trabajar en horarios personalizados que se adaptan a sus necesidades personales y familiares.
De esta forma, poner límites en el trabajo también fomenta un buen rendimiento. Cuando el trabajador sabe lo que se espera de él y en qué momento, puede planificar su labor de manera efectiva evitando la procrastinación.
La comunicación basada en la sinceridad construye un clima laboral positivo, ya que se evitan conflictos o malentendidos innecesarios, por lo tanto, la cooperación se ve igualmente beneficiada.
Además, el estado mental más favorable para el pensamiento creativo es el de relajación y apertura, en el que el individuo se siente libre de presiones, juicios y preocupaciones.
Este estado se conoce como flujo o «flow» en inglés, y se caracteriza por la sensación de estar completamente absorto en una actividad creativa, perdiendo la noción del tiempo y del entorno.
La mente está enfocada y relajada al mismo tiempo, permitiendo la libre asociación de ideas, así como la exploración de nuevas posibilidades. Para alcanzar este estado, es necesario que la persona se sienta cómoda y confiada.
Por lo tanto, poner límites en el trabajo también favorece la capacidad de innovación, ya que los trabajadores pueden dedicar más tiempo y energía a pensar en nuevas soluciones en lugar de sentirse abrumados.
Las 6 estrategias para poner límites en el trabajo sin afectar a tu equipo de trabajo
Identifica tus límites
Este debe ser el primer paso, quieres comenzar a priorizarte y poner límites en el trabajo, ¿pero te has parado a pensar cuáles son? Para ello es preciso practicar un ejercicio de autoconocimiento en el que responderás a varias cuestiones vitales.
La primera de ellas es: ¿Cuándo soy más feliz en este momento? Es decir, tienes que preservar ante todo aquellos momentos que te proporcionen una mayor satisfacción vital fuera del trabajo.
Asimismo, para poner límites en el trabajo es imprescindible cuestionarte cuáles son tus principales objetivos personales. Más allá del ámbito profesional, es esencial disponer de proyectos que te permitan afianzar o desarrollar otras cualidades con la que puedas descubrir tus fortalezas y debilidades.
A partir de estos planteamientos podrás comenzar a identificar tus “no negociables” o lo que es igual: aquellos aspectos a los que no estás dispuesto a renunciar en favor de tu jornada laboral. Poner límites en el trabajo en la mayoría de los casos se basa en una negociación respetuosa con jefes o compañeros, con el objetivo de atender a los intereses de ambas partes, pero sin renunciar a lo que deseas.
Después debes identificar las áreas que te provocan una mayor cantidad de estrés laboral, ya sean algunas personas, tareas, horarios… Ahora toma la iniciativa de hablar con quién sea necesario para expresar estas inquietudes, con la finalidad de negociar y llegar a un acuerdo, con el que ambas partes se sientan satisfechos.

Ejemplos de poner límites en el trabajo
Aprende a decir “no”
Las personas proactivas son altamente valoradas en un equipo de trabajo, pero existe una diferencia entre ofrecer tu ayuda para contribuir y participar en todo tipo de propuestas sin valorar las consecuencias.
Tus “no negociables”, así como tu salud física y mental siempre son prioritarias. ¿Qué es lo que me va a aportar esta oportunidad realmente? Es en esos momentos cuando debes poder poner límites en el trabajo empleando la asertividad.
La asertividad es una habilidad social que implica la capacidad de expresar tus pensamientos y deseos de una forma clara, honesta y respetuosa, sin amenazar los derechos ajenos.
Es habitual encontrar dificultades para confrontar este momento, pero recuerda que poner límites en el trabajo no significa que estés siendo desconsiderado ni egoísta, sino que piensas en ti mismo a la hora de tomar una decisión que te afecta directamente, lo cual es lógico.
Como indica el artículo “Aprendiendo a decir no” de la Revista Vinculando, el reto es negarse en el momento adecuado y defender las opiniones con decisión, pero sobre todo con razones válidas. Una de las mejores estrategias que puedes utilizar para aprender a poner límites en el trabajo y decir “no” sin sentir remordimiento, es el desarrollo de la Inteligencia Emocional.
Aquí te mostramos los mejores ejercicios para establecer límites y aprender a decir “no” con mayor seguridad:
- Practica anteriormente en situaciones cotidianas, por ejemplo, con tu entorno más cercano o en ambientes menos comprometidos que el laboral.
- Sé firme, pero amable, es decir expresa directamente lo que deseas sin sonar desagradable y con fórmulas de respeto: “Lo siento, no puedo ayudarte en este momento, pero gracias por pensar en mí”
- Evita los rodeos innecesarios, ya que lo mejor es buscar la claridad a través de la concisión. Las excusas dan una impresión de inseguridad que impide el propósito de poner límites a personas abusivas.
Dedicar un espacio al cuidado personal
El autocuidado incluye actividades como hacer ejercicio, comer bien, dormir lo suficiente, practicar técnicas de relajación y meditación o tener tiempo para disfrutar de tus aficiones.
Así que, si la jornada laboral te está impidiendo participar en alguna de ellas, a pesar de que desearías hacerlo, es una señal para comenzar a poner límites a las personas que no te respetan.
El autocuidado es un requisito a la hora de alcanzar el bienestar emocional, reforzando la autoestima o la capacidad de concentración. De hecho, grandes multinacionales destinan espacios dentro de las propias oficinas para la relajación de sus empleados.
La empresa Google, por ejemplo, ofrece clases con nombres como “Meditación 101”, “Busca dentro de ti” o “La reducción del estrés con Mindfulness”. También aplican desde hace años el “20% Time Program”.
Con este método los trabajadores pueden emplear una parte de su tiempo de trabajo (un día a la semana) en proyectos propios que no estén ligados con su función.
Por su parte, la célebre marca Apple proporciona a sus empleados una variedad de opciones de atención médica, programas de bienestar mental y físico, además de acceso al gimnasio en sus instalaciones.
Conocer claramente tu rol y metas laborales
Esta estrategia resulta determinante para poner límites en el trabajo y confrontar el abuso de poder. Algunos superiores tienden a destinar más tareas de las que corresponden a la responsabilidad de sus subordinados, comprometiendo su efectividad.
En este momento estás en tu derecho de expresar cuáles son tus verdaderas funciones y especialidades, así como de recordarles el resto de las labores con las que tienes que cumplir.
A su vez, es imprescindible conocer en que punto de tu trayectoria profesional te encuentras para seguir avanzando y poder escoger a qué proyectos te compensa más dedicar el tiempo o cuándo poner límites a un jefe.
Prioriza tareas cada día
En este sentido, es muy útil dedicar los primeros momentos de la jornada a identificar cuáles serán las metas que logres o aquellas que se pueden posponer. De esa forma, lo urgente e importante se destina para hacerlo tú mismo en este momento.
Por otro lado, puede haber tareas urgentes de menor importancia que delegar a profesionales de confianza. Las misiones de menor urgencia se posponen, pero antes se debe fijar un día y hora para completarlas.
Define horarios claros
La mayoría de los empleados, especialmente los que trabajan por cuenta propia tienen dificultades para delimitar su jornada con claridad, así como para dedicar suficiente espacio al descanso.
Pero establecer un horario regular es una forma de poner límites en el trabajo sin tener que justificarlos ante nadie. Este debe ajustarse a tus necesidades y capacidades de manera realista para evitar una sensación de frustración.
¿Por qué cuesta poner límites en el trabajo de una forma asertiva?
A continuación, te exponemos las cuatro razones principales por las que resulta complicado poner límites en el trabajo:
- Miedo al rechazo: Debido a la falta de seguridad en sí mismos, muchas personas creen erróneamente que expresando sus límites entre compañeros de trabajo van a generar críticas y a dañar sus relaciones, en lugar de favorecerlas.
- Presión laboral: La cultura empresarial puede fomentar la competencia insana, lo que lleva a los empleados a exceder sus límites saludables en el trabajo.
- Falta de habilidades comunicativas: Esta cualidad debería ser desarrollada por cualquier profesional si desea ser exitoso. No es tanto lo que expresas al poner límites en el trabajo, sino aprender cómo hacerlo satisfactoriamente.
- Temor a perder oportunidades: En ocasiones, los trabajadores temen desaprovechar su potencial y la posibilidad de escalar, por lo que se olvidan de valorar como están personalmente a la hora de aceptar un proyecto.
Sin embargo, gracias a estas técnicas de asertividad podrás comenzar a poner límites en el trabajo con eficacia:
- «Yo» en vez de «tú»: En lugar de culpar o acusar a la otra persona, enfócate en expresar tus sentimientos desde tu punto de vista. Por ejemplo, sustituye la frase: «tú siempre llegas tarde y me haces perder el tiempo», por: «me siento frustrado cuando tengo que esperarte».
- Preguntas abiertas: Estas fomentan el diálogo y ayudan a obtener más información sobre el asunto. Por ejemplo, «¿Puedes explicarme mejor lo que quieres decir con eso?» en vez de «No entiendo lo que dices».
- Comunicación no verbal: Acompaña tus palabras con una postura corporal relajada, una mirada firme y una voz tranquila.
- Escucha activa: Muestra interés y escucha atentamente lo que el interlocutor tiene que decir, sin interrumpir ni juzgar.
- Negociación: Si hay un desacuerdo, trata de buscar soluciones en las que ambas partes puedan estar de acuerdo sin olvidar tus prioridades a la hora de poner límites en el trabajo.

Infografía sobre poner límites en el trabajo
Recomendaciones sobre como poner límites en el trabajo de una forma efectiva
Por lo tanto, saber poner límites en el trabajo resulta fundamental para desarrollarte con éxito en tu puesto. Recuerda que nadie te ha regalado la posición en la que te encuentras, sino que la has alcanzado gracias al esfuerzo y talento, por lo que es innecesario sobrecargarte para demostrar tu valía.
Además, al poner límites en el trabajo, se fomenta una cultura de respeto mutuo, en la que se valora el tiempo personal y la importancia de desconectar para recargar energías.
Las personas complacientes a menudo tienen problemas en la toma de decisiones, ya que temen que estas no sean aprobadas por los demás. Además, corren un mayor riesgo de experimentar estrés o depresión debido a la tendencia a reprimir sus propios deseos. Aprender a poner límites en el trabajo también es clave para la salud emocional del equipo. Si te gustaría seguir aprendiendo sobre estrategias sencillas pero eficaces para mejorar la productividad de tu proyecto, el Mastermind Latino es el evento que buscas.
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