Por Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Sabías que muchas de tus actividades diarias están basadas en patrones mentales? Piensa un momento: ¿qué es lo primero que haces al despertar? Seguramente, eres de los que revisa el móvil antes de siquiera levantarse de la cama.
Ese simple hábito, forma parte de los patrones mentales negativos que debemos concientizar, ya que es parte de la misma ansiedad que nos genera el uso constante de las redes sociales en nuestras vidas.
Todos poseemos patrones mentales que durante años han sido reforzados a nivel neuronal. Desde esa taza de café o té que tomas durante el día, o esa práctica constante de quejas que detiene a las personas de actuar para resolver el problema, todos ellos son patrones mentales que pueden ser cambiados.
Existen diferentes tipos de tipos de patrones de pensamiento. Algunos nos sirven para coordinar nuestras rutinas básicas, como nuestra propia higiene, y otros simplemente los hemos desarrollado, aunque no seamos conscientes de por qué. Sigue leyendo y entérate de qué son los patrones mentales, cómo identificarlos y cómo trabajar en eliminar aquellos que perjudican tu bienestar.
Todo sobre los patrones mentales y los 5 pasos para cambiarlos
¿Qué son los patrones mentales?
Por definición, los patrones mentales son estructuras que le facilitan a nuestro cerebro el poner en práctica ciertas tareas diarias, con el fin de ahorrarse el trabajo de procesar tareas repetitivas una y otra vez. Son comportamientos aprendidos, y que por lo tanto; independientemente de que sean buenos o malos para nosotros, pueden ser modificados.
Estos patrones de pensamiento son hábitos que se instalan en nuestros cerebros, como cuando descargamos un programa en nuestra computadora personal. Pero así como pasa con las apps de nuestro teléfono, algunas rutinas quedan en nosotros aunque ya no son útiles, y otras simplemente las practicamos diariamente, aunque esto no signifique que sean beneficiosas para nosotros.
Por lo tanto, aunque somos seres racionales, muchos de estos patrones mentales se convierten en hábitos emocionales, como la queja, gracias a nuestras neuronas, y constituyen desde nuestras actividades más sencillas, hasta la manera en la que reaccionamos ante ciertos estímulos.
Simplemente nuestro cerebro va ejecutando patrones de pensamiento sin conciencia alguna de su naturaleza, porque es lo que está acostumbrado a hacer. Por lo tanto, muchas veces nos damos cuenta del daño de estas disposiciones mentales, cuando hemos somatizado la conducta en algo mucho más severo.
Ejemplos de patrones mentales
Como ya expliqué antes, la gran mayoría de nuestras actividades diarias, las llevamos a cabo gracias a patrones de pensamiento, solo que no somos conscientes de la mayoría de ellos, como por ejemplo: asearnos, tomar un café, hacer ejercicios, etc.
De hecho, modificar patrones de pensamiento es una de las actividades que más desarrollamos tanto los psicólogos, psiquiatras, y demás especialistas de la salud mental, para ayudar a nuestros pacientes a mejorar su bienestar emocional.
Así como nuestro cerebro los usa para bien, no siempre es así. Es allí cuando debemos ser conscientes de nuestro problema, y pedir ayuda profesional, de ser necesario. A continuación, te dejaré una corta lista que te servirá como un ejemplo de patrones de pensamiento:
- La queja.
- Los pensamientos o patrones autodestructivos.
- El sentirse insuficiente.
- La resistencia al cambio.
- Cualquier etiqueta mental que tengas sobre ti.
- El vivir constantemente pensando en el pasado o en el futuro, lo que genera ansiedad.
Pero también lo son, por ejemplo:
- El aseo personal diario.
- La costumbre de comer a ciertas horas.
- Tus rutinas de ejercicios.
- La creatividad.
¿Por qué quejarse es malo?
Muchas personas se quejan todo el tiempo, por cualquier cosa. Es uno de los tipos de patrones mentales más comunes y que a menudo, se ve reforzado por la victimización. El problema es que quien siempre se queja, nunca o muy pocas veces, se dedica a resolver el problema.
La respuesta es bastante sencilla: resulta que si la queja se fortifica como un patrón neuronal, a nuestro cerebro se le hará más sencillo hacer que te quejes, en vez de impulsarte a buscar alternativas. Entonces, cada vez que te encuentres quejándote de manera repetitiva ¿estoy resolviendo o solo estoy ante otro de mis patrones mentales negativos?
Evidentemente, todos nos quejamos en cualquier momento cuando las cosas no salen como las planeamos. Es normal. Lo importante es no habitar siempre en ese pensamiento, porque puede ser difícil de desenterrar. Así que te invito a hacer un autoestudio. Rompe tus patrones mentales que te lleven a la queja.
¿Se pueden cambiar los patrones de pensamiento?
Sin embargo, nuestros patrones mentales o rutinas de vida sí pueden cambiar gracias a la neuroplasticidad cerebral, cuya función según los investigadores en neurociencias es la de impulsar al sistema nervioso a realizar cambios en nuestras disposiciones mentales como consecuencia de acciones constantes, por lo tanto; su tejido se puede adaptar o reorganizar.
La neuroplasticidad rompe tus patrones mentales, te ayuda a desarrollar mejores hábitos emocionales, a reorganizar la vida, pero para ello, debes hacerlo dando un cambio a la vez y repitiendo una y otra vez. Por ello, no hay un acuerdo en la comunidad científica sobre cuánto tiempo se necesita para cambiar de hábitos, ya que las estimaciones van desde los 21 hasta los 90 días.
Como bien dije en un principio, nuestra mente es un gran computador biológico y nuestro inconsciente funciona con base en diferentes tipos de patrones mentales (o programas) que va descargando desde que nacemos y que van tomando espacio en nuestra mente.
Los 5 pasos para cambiar los patrones de pensamiento
Sin embargo, modificar patrones de pensamiento (especialmente los que generan estrés) no es tan fácil. Pero puedes empezar con este ejemplo de patrones de pensamiento que voy a enseñarte a crear por pasos:
Identifica los patrones de pensamiento que quieres cambiar
Haz una lista de al menos tres patrones autodestructivos que sabes que necesitas eliminar de tu vida. Luego los enumeras, de modo que el 1 sea el más prioritario y el 3 el menos importante.
Recuerda, vas a trabajar un solo hábito a la vez y no con varios pensamientos negativos, para que el estrés no te haga claudicar.
Toma consciencia de no repetir el patrón de pensamiento que quieres modificar
Es normal que con el tiempo, caigas en la tentación. Para facilitarte esta tarea, te recomiendo que por cada vez que logres hacer evitar caer o que realices la actividad que quieres convertir en hábito, hagas una seña de autofelicitación, como un vitoreo, un ¡sí!, un aplauso, algo que te anime; para que tu cerebro se sienta recompensado. Esta es la gran clave para crear patrones mentales sanos.
Crea una rutina
Para que tus neuronas se dispongan a crear una nueva vía de comunicación que alimente mejores patrones de pensamiento, debes hacer la actividad de manera consciente y continua.
Recuerda conectar esa acción con una emoción como la alegría, para que tu cerebro recurra a ella cada vez que practiques dicho hábito.
Repite el patrón hasta que lo hagas de manera inconsciente
Sé que es difícil, habrán momentos en los que querrás claudicar. Por eso, lo recomendable es siempre asociar la actividad con una recompensa, para que cada vez que tu cerebro reciba la notificación de realizar la tarea para tus nuevos patrones mentales, lo haga con el entusiasmo de ser premiado.
De esta forma, llegará un punto en el que lo harás de manera inconsciente, ¡y tus nuevos patrones de pensamiento estarán completamente instaurados!
Recomendaciones finales sobre los cómo cambiar los patrones mentales
Nuestro cuerpo y mente están profundamente conectados. Ser consciente de nuestros tipos de patrones de pensamiento nos ayudará a evitar la somatización de enfermedades, saber mantener una buena comunicación con nuestro entorno y ser personas con una buena salud mental.
En el IEIE sabemos lo difícil que puede ser para alguien cambiar de hábitos, o tan siquiera, darse cuenta de que muchos de ellos son dañinos. Con nuestro curso de inteligencia emocional intensivo de Academia de Emociones, buscamos brindarle a las personas la comodidad de ser consciente de sus pensamientos negativos, trabajar su creatividad, y desarrollar una mejor autoestima.
Debemos mantener un equilibrio entre nuestra razón y emoción, ya que nuestro bienestar así lo requiere. Como siempre he dicho: “todo lo que pasa por la mente, tiene un efecto notorio en el cuerpo”, y eso incluye nuestro sistema inmune y nuestra vida en general.
Recuerda: la posibilidad de un cambio consciente está en ti.
Está en tu mente.