Por Marta Palomo.

¿Sabías que en muchos lugares del mundo la discriminación de la mujer en la educación sigue siendo una realidad? Y es que ni la belleza es sinónimo de éxito, ni la felicidad llega con un esperadísimo príncipe azul. Aún quedan pendientes muchos estereotipos y barreras de género por pasar a la historia.

Actualmente, millones de niños y niñas siguen creyendo que ocupan lugares diferentes en la sociedad, porque pese a que muchas cosas han cambiado en comparación a como eran educadas las mujeres hace 70 años, todavía quedan muchos pasos por recorrer para que la equidad de género en la escuela sea una realidad.

Ser conscientes de la discriminación de la mujer en la educación nos permite entender que en nuestras manos yace una enorme oportunidad de cambiar al mundo para que sea más abierto al rol de las mujeres emprendedoras en la sociedad, independientemente de la naturaleza del proyecto que lideren.

Por increíble que parezca, aunque muchas empresarias de éxito y mujeres líderes en otros sectores han demostrado que también poseemos grandes cualidades, y sin embargo; recién una mujer ha obtenido un cargo como vicepresidenta en la Casa Blanca, después de más de doscientos cuarenta y tantos años de historia norteamericana.

Y así como en Estados Unidos, son muchísimos los casos donde las mujeres líderes poco a poco van quebrantando paradigmas. Sin embargo, es mucho el trabajo por delante en contra de la discriminación de la mujer en la educación.

La discriminación de la mujer en la educación y en las diversas áreas de la sociedad, es un paradigma que debe ser erradicado para que podamos vivir en una sociedad más igualitaria. Como afirma ONU Mujeres (Agencia de Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres), en todas las esferas de la vida, ya sea en los órganos políticos o las reuniones empresariales, las mujeres tienen muy poca participación en las decisiones que las afectan.

Las cuotas y otras medidas de acción positiva dan lugar a una mayor participación de las mujeres. Y ONU Mujeres también pone en el punto de mira el empoderamiento económico, como ejemplos de desigualdad de género:

«En comparación con los varones, las mujeres están muy rezagadas en el acceso a la tierra, el crédito y el empleo decente. Siguen sufriendo de manera desproporcionada la pobreza, la discriminación y la explotación.

La discriminación de género implica que a menudo las mujeres acaban desempeñando trabajos no seguros y mal pagados, y siguen siendo una pequeña minoría en puestos directivos.

Es necesario derribar las múltiples barreras que impiden a las mujeres aprovechar las oportunidades económicas. Fomentar el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo».

En definitiva, para lograr un planeta 50-50, hace falta contar desde muy temprano con las nuevas generaciones para que sean motoras del cambio, un cambio necesario. Y por evidente que suene, conviene recordar que las niñas de hoy serán las mujeres de mañana, que podemos ser empresarias de éxito, ser lo que queramos, pero que la educación sexista en el hogar, basada en estereotipos, limita los sueños de millones de niñas.

Las 3 consecuencias de la discriminación de la mujer en la educación

Las 3 consecuencias de la discriminación de la mujer en la educación

Factores y causas de la discriminacion de la mujer en la educación

En el mundo hay 1.100 millones de niñas, 1.100 millones de sueños que no deberían truncarse por imposiciones de género, impulsada por la discriminación de la mujer en la educación. Para que las niñas entiendan que son dueñas de su futuro, los expertos coinciden en que desde los distintos agentes de socialización (familia, escuela, medios de comunicación, etc.) hay que fomentar la autoestima y el empoderamiento desde una edad temprana, a través de claves como la comunicación, el liderazgo femenino o la negociación, entre otras, para que exista una verdadera equidad de género.

En un mundo cada vez más globalizado hacer uso del capital social y económico es fundamental para el éxito. Sin embargo, las mujeres aún deben enfrentar situaciones de discriminación, marginalización y exclusión. Por eso serían muy útiles herramientas para el empoderamiento de las mujeres ya que son centrales para los diferentes actores.

De acuerdo con Amnistía Internacional, tanto la discriminación de la mujer en la educación como los diferentes aspectos condicionantes por género, tienen un fuerte arraigo en:

  • Los valores sociales que se transmiten de generación en generación.
  • Las construcciones culturales de las actividades que se consideran propias de un género u otro.

De acuerdo a los investigadores, la desigualdad de género en la escuela impulsa la discriminación de la mujer en la educación al darle mayor relevancia y elevar todo aquello que guarda relación con ser varón, frente a la feminidad, por lo que no hay una política que impulse la equidad de género.

Niños y niñas tienen el mismo derecho, a las mujeres profesionales se les deben garantizar los mismos derechos salariales que a los hombres, las mujeres emprendedoras son tan valiosas como los hombres emprendedores, y así; pero para que todo ello cambie, se debe lidiar con ciertos paradigmas socioculturales, que frenan la importancia de la igualdad en la educación.

Consecuencias de la discriminacion de la mujer en la educación

Por otro lado, es paradójico que las consecuencias de la discriminación de la mujer en la educación las vive la sociedad en general.

Limitación en el desarrollo personal del individuo

La mujer emprendedora es una fuente válida de trabajo para muchas comunidades pobres. Imaginemos entonces lo diferente que fuesen las realidades de muchos países, si a estas mujeres se les dotara con herramientas educativas y jurídicas que les protejan del sexismo.

Como bien señalan Castillo y Gamboa (2013) en su texto La vinculación de la educación y género, el sexismo cohíbe el desarrollo integral de hombres y mujeres, no solo porque les limite como personas sino porque se les niega la posibilidad de desarrollar ciertos comportamientos.

Uno de los ejemplos de desigualdad de género que impulsan la discriminación de la mujer en la educación, podemos verlo cuando limitamos a una niña a que solo debe ser madre, cuando pensamos que está mal visto que una mujer quiera desarrollar un emprendimiento femenino o ser profesional en vez de dedicarse a las labores del hogar, cuando se le restan méritos a su trabajo por su género, pero también cuando educamos a los niños varones a pensar que ellos no deberían ayudar en las labores del hogar o que llorar y demostrar emocionalidad alguna es solo un tema de niñas.

Las brechas salariales entre hombres y mujeres

Al pensarse que mujeres y hombres están determinados por su género para diferentes profesiones, se crean brechas salariales como otra de las consecuencias de la discriminación de la mujer en la educación.

Género y trabajo parecen ir de manera impar. Por ejemplo, es mucho más común encontrar mujeres que laboran como maestras en las primarias y secundarias, pero este número disminuye en la educación universitaria, cuando en teoría no hay ninguna imposibilidad para que más mujeres ejerzan como profesoras de cátedra o que los hombres se dediquen a la educación básica.

Este paradigma impulsa la discriminación de la mujer en la educación, ya que trae como consecuencia una enorme brecha salarial, porque se considera que una mujer es más apta par trabajar con niños, mientras que a los hombres se les inculca a pensar que tienen mayores posibilidades de trabajar en áreas de ciencia y tecnología.

Las 3 consecuencias de la discriminación de la mujer en la educación

La invisibilización de la mujer en los currículos educativos

De acuerdo a las investigaciones señaladas también por Castillo y Gamboa (2013), la mayor parte de los currículos educativos han sido propuestos por hombres, por ende; las diferentes variables tanto de lenguaje, conceptos, proponen una educación sexista en la que la mujer es vista desde un rol tradicional, y en donde se invisibiliza lo que han aportado a la sociedad como escritoras, investigadoras o científicas.

De allí que al ser parte de los mismos textos que se estudian, el profesorado en general se preste a promover la desigualdad de género en la escuela, ya que muchas veces ni siquiera son conscientes de la discriminación de la mujer en la educación.

Soluciones para evitar la discriminación de la mujer en la educación

Para refrenar la discrimación de la mujer en la educación e impulsar la equidad de género en la escuela, es necesario:

Hacer de la inteligencia emocional parte de los currículos educativos

Aunque hay una diferencia abismal entre como eran educadas las mujeres hace 70 años y la actualidad, todavía queda mucho por hacer contra la discriminación de la mujer en la educación, por ello; la estrategia más eficaz para hacerle frente a la desigualdad de género en la escuela es enseñar desde los primeros años de escolaridad a que los niños aprendan a gerenciar sus emociones de manera efectiva.

La inteligencia emocional es una herramienta que puede ayudar a niñas y niños a naturalizar sus emociones, pero también a ser más empáticos, lo cual es fundamental para construir relaciones sanas con nuestro entorno.

Trabajar en la importancia de la igualdad en la educación

Hay que traducir las palabras en hechos concretos, si queremos que los conceptos de género y trabajo no sean sinónimo de injusticia. Para ello es necesario promover un modelo educativo inclusivo, en el que se impulse una conciencia social crítica que sea una pared contra la discriminación de género en la educación, que enseñe que el diálogo es la vía de resolución ideal de todo conflicto, y que en general; promueva la igualdad de hombres y mujeres en las responsabilidades de los quehaceres domésticos y la colaboración mutua entre personas, sin distinción de género, raza o credo.

Promover proyectos que visibilicen la discriminación de género

Para combatir la discriminación de género en la educación o en cualquier escenario, es necesario que las escuelas se hagan conscientes de esta problemática, con el fin de terminar con los sistemas que promulgan la dominación de unos sobre otros, gracias a la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con la transformación, con la igualdad, cooperación, colaboración y el activismo en la sociedad en la que viven.

Las mujeres solo podemos ser emprendedoras exitosas en nuestros proyectos, en sociedades donde se nos mire en igualdad de condiciones, y en donde no se nos disminuya por ser quienes somos.

Las 3 consecuencias de la discriminación de la mujer en la educación

Conclusiones sobre la discriminacion de la mujer en la educación

Una de las acciones que lleva a cabo el Instituto Europeo de Inteligencias Eficientes a favor de evitar acciones en contra de la discriminación de la mujer en la educación es promover eventos como el de Mujer Alfa, un espacio en donde no solamente se habla de la mujer emprendedora y se abren redes para el networking, sino que se promueven los valores de la igualdad, y se le brinda apoyo a diferentes organizaciones que visibilizan las problemáticas de género y sus soluciones.

El emprendimiento femenino en países pobres es una clave de superación económica para millones de mujeres en todo el mundo que no tienen acceso a una educación de calidad. Es nuestro deber brindar una mano amiga para que estas mujeres en estado de abandono puedan ser, gracias a su trabajo, emprendedoras exitosas capaces de sostenerse a sí mismas, mientras crean fuentes de empleo.