Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Te puedes resistir el impulso de mentir? La mitomanía va mucho más allá de las mentiras esporádicas que puedas contar en algún momento, es un trastorno psicológico caracterizado por mentir de manera constante y exagerada.
Debido a que cada individuo tiene experiencias y motivaciones únicas que contribuyen a su comportamiento mentiroso, la mitomanía puede ser influenciada por una combinación de factores como son:
- Genéticos.
- Biológicos.
- Psicológicos.
- Ambientales.
Factores como la baja autoestima, la necesidad de aprobación o el miedo al rechazo pueden empujar a una persona a construir un mundo imaginario donde se siente segura y aceptada.
Puede ser desafiante discernir entre una pequeña exageración y un patrón compulsivo de falsedad. Sin embargo, comprender la diferencia es fundamental, ya que la mitomanía puede tener repercusiones significativas en las relaciones interpersonales, la autoestima y la salud mental en general.
8 características de la mitomanía que debes conocer para que puedas identificarla en ti o en los demás
¿Qué es la mitomanía?
La mitomanía, también conocida como pseudología fantástica, es un trastorno psicológico caracterizado por no poder resistir el impulso de mentir de manera constante y exagerada, teniendo la tendencia a elaborar historias.
También puede definirse a la mitomanía como la tendencia a mentir compulsivamente de forma exagerada y constante, sin control consciente; por eso las personas con mitomanía encuentran difícil resistirse a la impulsividad de mentir, incluso cuando saben que están mintiendo.
No se trata de mentiras piadosas o pequeñas exageraciones, sino de una compulsión por mentir que está más allá del control voluntario, por eso la persona que miente patológicamente puede llegar a crear una nueva realidad, que es ficticia.
Factores relacionados con la mitomanía
Existen múltiples factores que pueden contribuir a que una persona pueda mentir sin un motivo aparente; esta adicción a la mentira puede tener las siguientes causas:
- Trastornos mentales subyacentes, como la ansiedad, la depresión o el trastorno de personalidad narcisista.
- Experiencias traumáticas en la infancia, como el abuso o la negligencia.
- Falta de afecto o atención en la infancia.
- La baja autoestima.
- La inseguridad
Tipos de mitomanía
La mitomanía es un trastorno complejo que puede manifestarse de diferentes maneras en cada individuo; sin embargo, existen ciertas características y motivaciones que permiten distinguir diferentes tipos, entre los que están:
Mitomanía vanidosa
Es la mitomanía más común y consiste en que la persona se miente a sí misma y a los demás para aparentar una vida más emocionante, exitosa o admirable de la que realmente tiene.
Estas personas recurren a la mentira como una forma de mantener una imagen idealizada de sí mismos ante los demás y sus engaños suelen ser exageraciones de logros, habilidades o relaciones inexistentes, con el fin de alimentar su ego.
Ejemplo de mitomanía vanidosa
Un mitómano vanidoso puede inventar historias sobre haber ganado premios importantes, tener un trabajo de alto rango o haber viajado por el mundo; muchos de estos ejemplos lo puedes ver reflejados en perfiles de redes sociales.
Mitomanía fantástica
Una persona con mitomanía fantástica crea historias completamente inventadas, sin ningún vínculo con la realidad, sin embargo, sus mentiras son tan elaboradas que pueden llegar a ser creíbles, incluso para él mismo.
Las personas con este tipo de mitomanía no soportan o se sienten insatisfechas con su realidad y utilizan la mentira como una vía de escape, con el objetivo de conseguir una sensación de satisfacción o control temporal.
Ejemplo de mitomanía fantástica o errante
Un mitómano fantástico puede afirmar ser un agente secreto, haber tenido contacto con extraterrestres o haber presenciado eventos históricos importantes, aunque no sea verdad.
Mitomanía interesada o por atención
Es cuando una persona utiliza las mentiras de forma recurrente con un objetivo específico, como obtener un beneficio personal, evadir responsabilidades o influir en las decisiones de los demás.
Algunas de las personas con mitomanía por atención, pueden sentirse ignoradas o infravaloradas, y utilizan la mentira como una estrategia para obtener reconocimiento o simpatía de los demás.
Ejemplo de mitomanía interesada
Un mitómano interesado puede inventar una enfermedad para recibir atención, mentir sobre su edad para conseguir un trabajo o fingir un robo para obtener dinero.
Mitomanía altruista
La persona con mitomanía altruista utiliza las mentiras con el objetivo de proteger a otra persona o porque siente que está haciendo algún bien, sin pensar en las consecuencias que esto le pueda ocasionar.
Ejemplo de mitomanía altruista
Una persona con mitomanía altruista puede inventar una historia para evitar que un amigo se preocupe o para ayudar a mejorar el ánimo de una persona que lo necesita.
Mitomanía patológica o compulsiva
Es la forma más grave que puede adoptar una persona que padece la mitomanía, ya que se caracteriza por mentir de forma compulsiva y sin control, incluso cuando no hay ningún beneficio personal en juego, a menudo estas personas no se dan cuenta de la realidad de sus afirmaciones.
Los individuos que sufren de mitomanía compulsiva pueden mentir incluso cuando saben que sus mentiras serán descubiertas, sintiendo una urgencia incontrolable de distorsionar la verdad.
Ejemplo de mitomanía patológica
Las personas con mitomanía patológica pueden mentir sobre su identidad, su pasado o incluso sobre sus propios sentimientos, solo por el simple hecho de encajar en un grupo.
¿En qué se diferencian las mentiras esporádicas de la mitomanía?
Las mentiras esporádicas y la mitomanía son diferentes en varios aspectos. Para empezar las mentiras esporádicas son aquellas que ocurren ocasionalmente, por diversas razones como proteger los sentimientos de alguien o evitar conflictos menores. Por otro lado, la mitomanía implica un patrón continuo y compulsivo de mentiras exageradas y sin motivo aparente.
Mientras que las mentiras esporádicas suelen ser conscientes y controladas, la mitomanía implica una falta de control sobre el impulso de mentir y puede resultar en la creencia propia en las mentiras.
Además, las personas que mienten esporádicamente suelen sentir remordimiento o culpa por sus acciones, mientras que los mitómanos pueden no experimentar esos sentimientos y pueden seguir mintiendo a pesar de las consecuencias negativas.
En resumen, la diferencia principal entre una mentira y ser una persona mitómana radica en la frecuencia, la motivación y el grado de control sobre el comportamiento mentiroso.
Es malo mentir de forma compulsiva
Características principales de la mitomanía
Una persona mentirosa compulsiva tiende a engañar de manera constante y sin razón aparente, ya que suelen elaborar mentiras creíbles y difíciles de detectar; sin embargo, entre las características para detectar la mitomanía, están:
Mentiras frecuentes y sin motivo aparente
Las personas con mitomanía tienden a mentir de manera recurrente, sin un propósito claro o beneficio evidente, por eso las historias que cuentan pueden ser inventadas, exageradas o distorsionadas.
Elaboración detallada en las mentiras
Las mentiras suelen estar llenas de detalles específicos y elaborados, lo que las hace parecer reales y creíbles y esto hace que la persona pueda ser convincente al relatar estas historias, lo que dificulta detectar la falsedad.
Falta de remordimiento o culpabilidad
A diferencia de las mentiras comunes, las personas con mitomanía no suelen sentir remordimiento por sus engaños, así que no experimentan culpa por haber mentido, lo que perpetúa su comportamiento.
Mentiras que desafían la lógica o la realidad
En ocasiones, las historias contadas por una persona mitómana pueden ser acontecimientos muy poco probables, inverosímiles, desafiando la lógica o contradiciendo la realidad conocida. Estas inconsistencias pueden ser difíciles de identificar inicialmente.
Mentiras como mecanismo de defensa
En algunos casos, la mitomanía puede ser utilizada como un mecanismo de defensa para protegerse a sí mismos o para recibir atención y admiración de los demás, por lo que es probable que pueda estar relacionada con baja autoestima.
Dificultad para distinguir la verdad
La persona afectada por la mitomanía puede creer sus propias mentiras, al punto de llegar a la invención inconsciente y demostrable de acontecimientos, lo que dificulta su capacidad para distinguir entre lo verdadero y lo inventado.
Impacto en las relaciones interpersonales
El comportamiento mentiroso puede afectar las relaciones sociales, laborales o familiares, ya que por su conducta repetitiva del acto de mentir genera desconfianza, lo que afecta las conexiones con las demás personas del entorno.
Manipular situaciones y personas
La capacidad para manipular situaciones y personas es también una característica significativa en la mitomanía, ya que las personas con este trastorno pueden usar sus mentiras de manera estratégica para influir en el entorno que las rodea.
Esta habilidad para manipular puede estar intrínsecamente ligada a su tendencia a mentir de forma compulsiva y creíble, convirtiéndolas en personas hábiles para adaptar la realidad según sus intereses.
Causas de la mitomanía
La mitomanía es un trastorno psicológico complejo que puede tener diversas causas subyacentes que pueden variar de una persona a otra, entre algunas de las causas más comunes están:
Baja autoestima
Las personas con baja autoestima pueden recurrir a la mentira como una forma de impresionar a los demás o sentirse mejor consigo mismos, ya que como una manera de compensar los sentimientos de inferioridad, las personas pueden inventar historias grandiosas o exagerar logros.
Necesidad de atención
Algunos individuos pueden desarrollar mitomanía como resultado de una necesidad insatisfecha de atención y reconocimiento, ya que mentir les permite captar la atención de los demás y sentirse importantes o valorados, aunque sea momentáneamente.
Trastornos de la personalidad
La mitomanía puede estar asociada con trastornos de la personalidad, como el trastorno narcisista de la personalidad o el trastorno límite de la personalidad; en estos casos, la mentira puede ser utilizada como una estrategia para mantener una imagen idealizada de sí mismos o para manipular a los demás.
Historia de trauma o abuso
Experiencias traumáticas en la infancia, como el abuso emocional o físico, pueden contribuir al desarrollo de la mitomanía, debido a que mentir puede ser una forma de protegerse emocionalmente o de escapar de la realidad dolorosa.
Problemas de relación
Dificultades en las relaciones interpersonales, como conflictos familiares o problemas de pareja, pueden desencadenar la mitomanía como un mecanismo de defensa para evitar enfrentar la verdad o para evitar consecuencias negativas en las relaciones.
Trastornos psicológicos subyacentes
La mitomanía puede ser un síntoma de otros trastornos psicológicos, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar; en estos casos, la mentira puede ser el resultado de delirios o de cambios en el estado de ánimo que afectan el juicio y la percepción de la realidad.
¿Cómo identificar a un mitómano?
Identificar a un mitómano puede ser un desafío, ya que son expertos en ocultar sus mentiras y manipular situaciones para su beneficio, sin embargo, hay algunas señales que puedes observar para detectar este comportamiento.
Lo primero es que prestes atención a la consistencia en sus historias; si notas discrepancias o cambios constantes en lo que dicen, podría ser una señal de la mitomanía.
También observa si sus afirmaciones son exageradas o poco realistas, ya que los mitómanos tienden a inventar detalles extravagantes para hacer sus historias más creíbles y cautivadoras.
Además, presta atención a cómo reaccionan cuando son cuestionados sobre sus afirmaciones; los mitómanos pueden ponerse a la defensiva o reaccionar con agresión para evitar ser descubiertos.
En última instancia, confía en tu intuición y observa si encuentras patrones de comportamiento sospechoso que te hagan determinar si la persona con la que estás interactuando podría ser un mitómano.
Manifestaciones de la mitomanía en diferentes etapas de la vida
En todas las etapas de tu vida, la mitomanía puede ser influenciada por factores emocionales, como la falta de autoestima, pocas habilidades sociales y problemas en el entorno familiar o social.
La mitomanía en la infancia
La mitomanía en la infancia puede manifestarse de varias formas, por ejemplo los niños pueden comenzar a mentir de manera constante sobre sus logros, habilidades o situaciones para impresionar a otros o evitar enfrentar consecuencias.
Estas mentiras recurrentes y sin un motivo claro pueden impactar en sus relaciones con amigos, familiares y en la escuela, además de su rendimiento escolar. Identificar estos patrones de mentira constante en la infancia es crucial para brindar el apoyo y la orientación necesarios para abordar este comportamiento.
La mitomanía en la adolescencia
La mitomanía en la adolescencia puede mostrar señales más prominentes, ya que los adolescentes pueden mentir de forma compulsiva sobre sus experiencias, logros o situaciones para:
- Impresionar a otros.
- Por miedo al rechazo social.
- Adaptarse a un grupo determinado.
- Escapar de responsabilidades.
- Llamar la atención.
Sus mentiras suelen ser elaboradas, con detalles convincentes que hacen difícil detectar la falsedad. Algunos pueden inventar historias inverosímiles o exagerar situaciones.
Identificar estos patrones de conducta, además de ofrecer apoyo emocional y terapéutico es esencial para ayudar a los adolescentes a manejar este comportamiento.
La mitomanía en la edad adulta
La mitomanía en la edad adulta, puede presentarse de manera más arraigada, ya que las personas tienden a mentir sobre diversas áreas de sus vidas, desde logros profesionales hasta situaciones personales, sin un propósito claro o beneficio evidente.
Estas mentiras suelen ser bien elaboradas para que sean convincentes, incluso cuando carecen de fundamentos reales, ya que utilizan la mentira como un mecanismo para:
- Protegerse a sí mismos.
- Evitar situaciones incómodas.
- Impresionar a otras personas.
- Recibir atención y admiración de otros.
Recursos y tratamientos disponibles para superar la mitomanía
En la actualidad existen diversos recursos y tratamientos disponibles para ayudar a las personas a dejar de mentir y superar la mitomanía, entre los más comunes están:
Terapia cognitivo conductual (TCC)
La terapia cognitivo-conductual TCC ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la mitomanía, ya que se enfoca en identificar y cambiar patrones de pensamiento o comportamiento negativos relacionados con la mentira compulsiva.
Entre los beneficios de la terapia cognitivo-conductual TCC, para aquellos que desean dejar de mentir compulsivamente, están:
- Identificar los patrones de pensamiento y creencias distorsionadas que llevan a mentir.
- Aprender nuevas habilidades de comunicación y asertividad para expresar los pensamientos y sentimientos de manera honesta y respetuosa.
- Modificar los comportamientos asociados a la mentira compulsiva, reemplazándolos por respuestas más saludables y honestas.
- Desarrollar estrategias efectivas para manejar el estrés y la ansiedad, evitando recurrir a la mentira como mecanismo de escape.
- Construir relaciones más auténticas y significativas, basadas en la confianza y la sinceridad.
Apoyo grupal
Participar en grupos de apoyo con personas que se enfrentan a desafíos similares puede ser beneficioso, gracias a que estos grupos proporcionan un espacio seguro para:
- Compartir experiencias.
- Recibir apoyo.
- Aprender estrategias efectivas.
Terapia familiar
Cuando la mitomanía afecta las relaciones familiares, la terapia familiar puede ser útil, ya que se trabaja en la comunicación efectiva y se desarrollan habilidades para fomentar la confianza y la honestidad.
Desarrollar la Inteligencia Emocional
Otra forma de superar la mitomanía es participar en talleres en donde las personas puedan desarrollar su inteligencia emocional, como la Academia de Emociones la Experiencia, ya que les ayuda a mejorar su autoestima y vencer los patrones limitantes.
Infografía sobre las características de la mitomanía
Recomendaciones sobre las características de la mitomanía que debes conocer para que puedas identificarla en ti o en los demás
La mitomanía es un trastorno complejo que va más allá de simplemente contar mentiras, ya que es un patrón compulsivo de mentiras que puede tener profundas raíces emocionales y psicológicas.
Al comprender mejor las características de la mitomanía, puedes cultivar una mayor comprensión y empatía hacia aquellos que luchan con este trastorno, así como buscar formas efectivas de apoyo y tratamiento.
Si deseas mejorar tu autoestima y empatía, te invitamos a participar en la Academia de Emociones La Experiencia, una experiencia vivencial en donde aprenderás de Inteligencia emocional, mientras conoces nuevos lugares y personas.
