Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Te consideras una persona madura? Al margen de tu respuesta, este concepto puede aplicarse en diversos ámbitos entre los que se incluye el laboral. De esta manera, la madurez profesional es uno de los indicadores del desempeño más fiables que existen.
Por eso este concepto cada vez gana más relevancia a la hora de seleccionar al personal y puede desarrollarse a partir del esfuerzo continuado en un área ocupacional determinada.
Una prueba de ello es que, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. (BLS), la tasa de empleo para personas mayores de 55 años ha estado aumentando constantemente durante las últimas décadas.
Gracias a este artículo aprenderás a identificar los indicadores de que has alcanzado la madurez profesional, y a comprender la verdadera importancia de este concepto junto con sus numerosas ventajas.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Las 5 formas de demostrar la madurez profesional en tu trabajo
¿Qué significa madurar?
Se refiere a la capacidad para tomar decisiones responsables y coherentes en diferentes ámbitos. La madurez implica una serie de rasgos y habilidades como la autoestima, la capacidad de tolerar la frustración, la empatía o la adaptabilidad.
En la psicología, la madurez se asocia con la etapa de desarrollo conocida como adultez. Esta fase se caracteriza por el desarrollo de una identidad estable, además de una mayor independencia emocional.
Según la Teoría del Desarrollo de Erik Erikson, la adultez se divide en dos etapas: la edad adulta temprana y la edad adulta media. En la primera etapa, las personas deben resolver el conflicto entre la intimidad y el aislamiento, mientras que en la segunda, deben resolver el conflicto entre la generatividad y el estancamiento.
La generatividad se define como el interés por guiar y asegurar el bienestar de las siguientes generaciones, dejando un legado que te sobreviva. El estancamiento, sin embargo, es una asunción prematura durante la adultez media de la etapa de vejez.
En la disciplina filosófica, la madurez se relaciona con el concepto de la sabiduría y la virtud. Según Aristóteles, la virtud es el resultado de la práctica constante de hábitos virtuosos, lo que implica un proceso de autodisciplina y autocontrol.
Por otra parte, en la sociología, la madurez se vincula con el proceso de la adquisición de valores culturales. Siguiendo la Teoría de la Socialización de George Herbert Mead, es la capacidad de tomar la perspectiva de los demás y actuar de forma coherente con las expectativas sociales.
La madurez, por lo tanto, no solo depende de la maduración biológica. Además, una persona madura es empática, lo que le permite establecer relaciones saludables y satisfactorias.
Pero es una cualidad que se adquiere esencialmente a través de la experiencia y la reflexión. Se trata de un proceso que conlleva una serie de cambios en la forma en que las personas interactúan con su entorno.
Así, la madurez emocional se relaciona con la capacidad de gestionar tus sentimientos de forma adecuada y constructiva. También brinda la capacidad de expresar las emociones con asertividad, sin reprimirlas ni llegar a explotar.
En el ámbito intelectual, la madurez se vincula con la habilidad de pensar de manera crítica y reflexiva para analizar la información objetivamente. Otro de los rasgos destacables es saber asumir la ambigüedad de muchas situaciones con el objetivo de desarrollar soluciones creativas y eficaces.
Al fin y al cabo, la madurez te permite participar activamente en la vida comunitaria y contribuir al bienestar social mientras evolucionas personalmente.
¿Qué es la madurez profesional?
La madurez profesional se define como el éxito alcanzado por un trabajador tras haber cumplido ciertas etapas de su vida laboral, las cuales suponen un aprendizaje crucial a la hora de desempeñar sus funciones con una eficacia optima a la vez que adquieren un gran compromiso hacia las mismas.
Asimismo, la madurez profesional se desarrolla a través de un proceso de crecimiento personal que implica el desarrollo de habilidades técnicas y sociales, así como una actitud positiva y proactiva hacia el trabajo.
Donald Edwin Super fue un destacado psicólogo estadounidense conocido por su trabajo en el campo de la orientación vocacional. Él creía que la madurez profesional es el resultado de un proceso de desarrollo que se extiende a lo largo de toda la vida y se refiere a la capacidad de tomar decisiones laborales informadas y satisfactorias.
Según Super, primer gran teórico sobre este concepto, los distintos niveles de madurez profesional se alcanzan a través de cinco etapas:
- Etapa de crecimiento: Los trabajadores tienen escaso conocimiento sobre las ocupaciones y el mundo laboral. Durante esta etapa, los intereses y habilidades aún se encuentran en pleno desarrollo.
- Etapa de exploración: Es cuando comienzan a explorarse los intereses y valores en relación con las diversas profesiones. Esto implica la realización de investigaciones, prácticas y la obtención de experiencia laboral.
- Etapa de establecimiento: Los empleados ya han elegido una ocupación y están trabajando para establecerse en ella; para ello es necesario perfeccionar habilidades específicas en aras de avanzar en la carrera y alcanzar la madurez profesional.
- Etapa de mantenimiento: Hay que trabajar duro para mantenerse en la profesión elegida, manteniendo conocimientos actualizados y una adaptación constante a los cambios en la industria.
- Etapa de declive: Los individuos están ocupados planificando su jubilación para realizar una transición exitosa a la vida después del trabajo.
Super pensaba que la madurez profesional es el resultado de un proceso continuo de desarrollo, en el que los empleados pueden avanzar y retroceder en las etapas a lo largo de su carrera.
Pero esta capacidad se ve igualmente influenciada por abundantes factores internos y externos como los valores, la personalidad, la educación o la experiencia que conforman la madurez psicológica.
¿Qué beneficios tiene la madurez profesional?
A continuación, te presentamos una lista con algunos de los grandes beneficios de la madurez profesional tanto a nivel personal como organizacional:
- Mejora en la toma de decisiones: Cuando un trabajador alcanza la verdadera madurez, es más probable que sus elecciones sean informadas y acompañadas de un pensamiento reflexivo, basadas en su experiencia en el campo laboral.
- Mayor productividad: Un empleado profesionalmente maduro tiene más conocimiento en su área, lo que le permite realizar un trabajo de mayor calidad, eficiencia y efectividad.
- Mayor flexibilidad: La experiencia laboral acumulada puede brindar al profesional con madurez una gran capacidad para adaptarse fácilmente a los cambios en el mercado y en la organización.
- Liderazgo efectivo: La madurez profesional también puede ser una cualidad deseable para los puestos de liderazgo, ya que un trabajador experimentado ha desarrollado habilidades como la motivación de equipos, la innovación, el pensamiento estratégico o la gestión efectiva del tiempo que resultan imprescindibles para ser un buen líder.
- Menor rotación de personal: Los empleados maduros ofrecen una mayor estabilidad laboral gracias a la eficiencia que demuestran debido a su experiencia y compromiso organizacional, lo que a su vez reduce los costes de contratación y capacitación.
- Mejora de la imagen corporativa: Las empresas que cuentan con empleados maduros y por tanto especializados, son percibidas como más confiables por sus clientes y socios comerciales.
7 indicadores de la madurez profesional
Autonomía
Un profesional maduro tiene la capacidad y competencia de actuar de forma independiente sin necesidad constante de supervisión, pueden identificar problemas y encontrar soluciones proactivamente.
De esta forma, la autonomía se sostiene como un rasgo valioso para cualquier profesional que desee ser considerado para un puesto de liderazgo y responsabilidad.
Comunicación efectiva
Es otro de los indicadores clave de la madurez profesional e implica las capacidades de expresión oral y escrita con claridad y concisión, de escucha activa o de empleo de la comunicación no verbal.
Además, debes de ser capaz de resolver conflictos a través de la comunicación efectiva; esta habilidad es esencial para el éxito de una organización por lo que los profesionales que la demuestran son altamente valorados en todos los sectores.
Es así como se establecen relaciones efectivas con colegas, superiores y subordinados. El objetivo es favorecer un clima laboral acogedor basado en la confianza, el respeto y la comunicación abierta.
Orientación al cliente
La madurez profesional implica dejar de lado los intereses propios durante la jornada de trabajo para focalizarse en las necesidades del cliente y brindar un servicio o producto de alta calidad que sea capaz de satisfacerlas.
También es capaz de manejar quejas y utilizarlas para mejorar la experiencia ofrecida, además de resolver conflictos realizando un balance entre los intereses empresariales y los del cliente. La orientación al cliente es esencial en cualquier industria, ya que estos son la razón por la cual las organizaciones existen.
Creatividad
La experiencia en un sector genera un gran conocimiento sobre el mismo que puede ser aprovechado eficientemente en encontrar vías innovadoras para la resolución de problemas con el objetivo de mejorar el rendimiento empresarial.
La innovación es un valor añadido fundamental para mantenerse en un mercado competitivo en constante cambio, aunque pueda parecer que la juventud ofrece las ideas más frescas, ellos no cuentan con tantas vivencias a sus espaldas.
Los niveles de la madurez profesional
Gestión del tiempo
La eficiencia de un profesional maduro no es casual, sino que surge como resultado del aprendizaje continuado sobre cómo administrar su tiempo de forma efectiva y priorizar tareas en base a su urgencia.
Ética laboral
La madurez profesional conlleva saber adherirse a los altos estándares éticos de la organización, incluyendo la responsabilidad. Además, un profesional maduro no busca atajos ni soluciones rápidas, sino que trabaja con dedicación y diligencia para cumplir lo mejor posible con su labor.
La integridad es un rasgo clave en cualquier entorno laboral, ya que la confianza es la base de todas las relaciones comerciales.
Según una encuesta realizada por la Asociación de Recursos Humanos de EE. UU. (SHRM), el 65% de los empleadores encuestados afirmaron que los trabajadores mayores tienen una mejor ética laboral que los trabajadores más jóvenes.
Compromiso
Por último, la pasión es otro indicador importante de la madurez profesional. Un empleado maduro disfruta con su trabajo, se esfuerza por alcanzar sus objetivos. También es capaz de motivarse a sí mismo y a los demás manteniendo un buen desempeño laboral a largo plazo.
El compromiso laboral es una muestra fiable de madurez, se refiere a la dedicación emocional, cognitiva y conductual que un trabajador tiene hacia su organización y la labor que ejerce dentro de esta.
Se trata de una actitud positiva que implica la identificación con la misión y valores de la empresa. Un trabajador comprometido afectivamente se siente feliz, emocionalmente conectado y entusiasta acerca de su trabajo.
La dimensión cognitiva se refiere a las creencias y actitudes que un empleado tiene hacia su rol en la empresa. Cree en los objetivos y se identifica con la cultura corporativa.
Por otra parte, el aspecto conductual hace referencia a las acciones y comportamientos que demuestras en tu puesto. Por consiguiente, supone esforzarse por trabajar bien, asumir responsabilidades adicionales y buscar nuevas oportunidades de crecimiento.
Los trabajadores comprometidos son más propensos a ser leales a la empresa, trabajar duro, ser creativos y brindar sus servicios a largo plazo. Además, el compromiso laboral se ha relacionado con una serie de resultados positivos, como la satisfacción laboral, el bienestar psicológico o la reducción del absentismo.
5 formas de mostrar la madurez profesional en tu organización
Responsabilizarte de tus errores
Como te indicábamos anteriormente, la integridad es un factor clave para un empleado maduro y el logro de sus objetivos. La experiencia no significa que seas incapaz de cometer errores, pero solo un trabajador implicado sabe aprovechar esos momentos como oportunidades de aprendizaje y mejora.
Asumir tus errores y trabajar para corregirlos supondrá una manera excelente de demostrar la madurez profesional, también es importante saber recibir retroalimentación negativa constructivamente en aras de mejorar tu desempeño.
Acepta nuevos retos
Mostrar coraje en cada aspecto de la vida laboral es símbolo de profesionalidad. La madurez supone reconocer que el aprendizaje es un proceso continuo y, por tanto, buscar activamente oportunidades para la adquisición de nuevos conocimientos.
La madurez profesional está directamente relacionada con la resiliencia, es decir la capacidad de enfrentar y superar los desafíos que surgen en el trabajo con valentía sin sufrir consecuencias importantes.
Trabaja en equipo
En un ambiente laboral colaborativo, la madurez grupal se vuelve esencial para el buen funcionamiento del equipo, ya que un trabajador maduro sabe perfectamente como respetar e incorporar las perspectivas de sus compañeros.
También es capaz de identificar las fortalezas y debilidades de cada miembro para utilizarlas de manera efectiva en la consecución de los objetivos corporativos y a su vez es importante poder motivar y liderar según corresponda.
No abusar de tu posición
Demuestra continuamente a tu empleador que eres digno de la confianza que depositó en ti para ejercer el mejor trabajo posible, es así como una manera sencilla de mostrar tu honestidad laboral es que, durante el trabajo, te concentres únicamente en tus funciones.
Esto implica evitar llamadas personales, uso de las redes sociales o socializar demasiado durante tu jornada con el propósito de ofrecer un buen servicio, también implica cumplir siempre con tus promesas.
Dar crédito a los demás
El reconocimiento laboral no llega cuando se busca constante y activamente, sino que es el resultado de un esfuerzo diario por progresar en el que se demuestra una integridad en todos los ámbitos de tu trabajo.
Otorgar un crédito merecido a uno o varios compañeros, además de fomentar la camaradería, es un signo firme de la madurez profesional. La empatía es otro de los valores éticos esenciales que garantizan el funcionamiento de cualquier proyecto y deben integrar su cultura corporativa.
Infografía sobre la madurez profesional
Recomendaciones sobre las 5 formas de demostrar la madurez profesional en tu trabajo
En conclusión, la madurez profesional es un proceso de aprendizaje y crecimiento continuo, que puede variar en el tiempo que se nutre de la experiencias y los retos asumidos en cada una de las funciones desenpeñadas, por eso los empleados pueden seguir desarrollando esta capacidad a lo largo de toda su trayectoria.
Por lo tanto, aunque se suele pensar que la madurez está directamente relacionada con la edad, no es necesariamente así, debido a que hay jóvenes que pueden demostrar una gran madurez laboral gracias a que han comenzado a desarrollar una carrera desde muy temprano, mientras que existen personas de mayor dedaad carecen totalmente de ella, por no querer afrontar retos o riesgos que los muevan de su zona de confort.
Además, la madurez profesional también puede ser evaluada mediante medidores cuya fiabilidad ha sido contrastada. Algunos de los más comunes son: la evaluación de competencias, la autoevaluación o el empleo de distintos test psicolaborales.
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