Dra. Estrella Flores-Carretero.

¿Sabes qué hacer para superar el miedo al trabajo? La ergofobia es un trastorno psicológico que se caracteriza por un miedo irracional y persistente al lugar de trabajo.

Este miedo intenso al trabajo puede generar una serie de síntomas físicos, cognitivos y conductuales que afectan significativamente la vida laboral y personal de quienes lo padecen.

La ergofobia puede tener distintas causas, como experiencias negativas previas en el trabajo, una elevada presión laboral, o incluso factores personales como baja autoestima o falta de confianza en las habilidades propias.

Aunque en muchos casos las personas que experimentan este tipo de fobia pueden reconocer que su miedo es desproporcionado, aun así les resulta muy difícil controlarlo.

Esta situación puede complicar aún más el impacto en tu salud mental y emocional, ya que la ergofobia puede estar asociada con otros trastornos psicológicos, tales como:

  • La ansiedad.
  • La depresión.
  • El trastorno de pánico.

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¿Qué encontrarás en este artículo?

11 claves para vencer la ergofobia y ser un profesional exitoso

¿Qué es la ergofobia?

La ergofobia es el miedo al trabajo o realizar tareas laborales, es un temor irracional que puede generar sentimientos de ansiedad ante la idea de cumplir con tus responsabilidades laborales.

El origen del significado de ergofobia proviene de la unión de las palabras griegas ‘ergon‘ (trabajo) y ‘phobos‘ (miedo), describiendo de manera precisa el temor patológico hacia la actividad laboral.

No se trata de simplemente no gustarte tu trabajo o sentirte desmotivado en algunos momentos, sino que es un sentimiento de angustia que se suele asociar a los altos niveles de estrés y ansiedad.

Incluso, si padeces de ergofobia, es posible que también sientas ansiedad al enfrentarte a situaciones en el entorno laboral que otros considerarían normales, tales como:

  • Asistir a reuniones.
  • Hablar con compañeros.
  • Tomar decisiones.

¿Cómo afecta la ergofobia a la salud mental?

Cuando experimentas este tipo de fobia, el estrés y la ansiedad se vuelven parte constante de tu vida, y eso puede llevar a una serie de consecuencias emocionales y psicológicas que van más allá del entorno laboral.

Una de las formas en que la ergofobia afecta la salud mental es mediante la ansiedad crónica, ya que el simple hecho de pensar en el trabajo puede desencadenar una reacción de pánico o nerviosismo.

Esta ansiedad puede extenderse a otros aspectos de tu vida, haciendo que sientas miedo o tensión en situaciones sociales o incluso en casa, porque siempre estás anticipando lo que va a pasar en el trabajo, lo que puede derivar en trastornos de ansiedad generalizada o ataques de pánico.

Además, el evitar el trabajo repetidamente puede generar una sensación de fracaso personal o de inutilidad, lo que puede minar tu autoestima y perder el sentido de propósito o éxito en el entorno laboral.

Con el tiempo podrías sentirte abatido, sin energía y desmotivado, lo que puede evolucionar en síntomas depresivos, donde la tristeza, el agotamiento y la sensación de no poder cambiar la situación son constantes.

Por lo tanto, la ergofobia afecta profundamente tu bienestar emocional, aumentando el riesgo de sufrir trastornos mentales serios como ansiedad, depresión, e incluso problemas de salud física.

Ejemplos de ergofobia

La ergofobia puede impactar distintas áreas de tu vida laboral, desde las tareas diarias hasta las oportunidades de desarrollo, puede aparecer en situaciones concretas como:

  • Temor intenso al jefe o a los compañeros de trabajo.
  • Ansiedad al recibir correos electrónicos relacionados con el trabajo.
  • Pánico ante la idea de hacer presentaciones o hablar en público.
  • Evitación de entrevistas de trabajo.
  • Aplazar o evitar tareas importantes.
  • Faltas frecuentes o justificaciones para no ir a trabajar.
  • Evitar promociones o ascensos.

¿Cómo se manifiesta la ergofobia?

Cuando tienes ergofobia tu rendimiento laboral se ve comprometido, debido a que los síntomas de este temor pueden ser tan abrumadores que afectan a tu cuerpo, a tus pensamientos y a tu comportamiento en el trabajo.

Síntomas físicos de la ergofobia

El temor al trabajo puede aparecer cuando te enfrentas a situaciones laborales o incluso al pensar en ellas, manifestándose a través de una serie de síntomas físicos, tales como:

Palpitaciones o taquicardia

Sentir que tu corazón late más rápido de lo normal es uno de los síntomas físicos más frecuentes cuando experimentas ansiedad laboral; como una respuesta de tu cuerpo, estas palpitaciones o taquicardias suelen aparecer cuando:

  • Piensas en el trabajo.
  • Antes de ir a trabajar.
  • Durante momentos de estrés en el entorno laboral.

Sudoración excesiva

La sudoración es una respuesta natural del cuerpo cuando te sientes nervioso o asustado, por eso si notas que sudas mucho antes de ir al trabajo o en situaciones laborales, puede ser un signo de la ergofobia.

A veces, este síntoma aparece de forma repentina y puede hacer que te sientas aún más incómodo, especialmente si ocurre en momentos sociales, como reuniones o entrevistas.

Dificultad para respirar

El desencadenar una sensación de miedo extremo al trabajo puede hacer que sientas una sensación de asfixia o falta de aliento, como si respirar fuera un esfuerzo; esto es un síntoma de la ansiedad y puede aparecer en situaciones que te generan mucho estrés o cuando anticipas una jornada laboral difícil.

Temblores o sacudidas

Otro síntoma físico de la ergofobia común es sentir temblores, ya sea en las manos, piernas o en todo el cuerpo, que suelen aparecer cuando te enfrentas a situaciones laborales que te generan mucho miedo.

Dolor de cabeza o migrañas

El estrés y la ansiedad que genera la ergofobia pueden desencadenar fuertes dolores de cabeza o migrañas, que aparecen tanto antes como durante tu jornada laboral, afectando tu concentración y productividad.

Náuseas o malestar estomacal

Sentir náuseas, problemas gastrointestinales o incluso vómitos es un síntoma que muchas personas con ergofobia experimentan; estos malestares pueden ser tan intensos que incluso te llevan a evitar el trabajo por completo.

Mareos o sensación de desmayo

Si sientes que te mareas o tienes la sensación de quedarse sin aire, de que podrías desmayarte en el trabajo o cuando piensas en él, esto también puede ser un síntoma físico de la ergofobia.

Resequedad en la boca

Sentir la boca seca antes de una jornada laboral o durante situaciones que te causan mucho miedo puede ser otra señal de la ergofobia, ya que ante la ansiedad tu cuerpo puede reducir la producción de saliva.

Síntomas cognitivos de la ergofobia

La ergofobia no solo afecta a tu cuerpo, sino que también tiene un impacto importante en cómo piensas y la forma en que percibes el trabajo o las situaciones laborales; algunos de estos síntomas son:

Pensamientos catastróficos

Cuando tienes ergofobia, es común que tus pensamientos se centren en lo peor que podría pasar en el trabajo, aumentando la ansiedad al imaginar escenarios catastróficos como:

  • Ser despedido.
  • Fracasar en una tarea.
  • Hacer el ridículo frente a tus compañeros.

Dificultad para concentrarte

La ansiedad y el miedo al trabajo pueden hacer que te resulte extremadamente difícil concentrarte en tus tareas, ya que tu mente puede estar constantemente divagando o enfocada en preocupaciones.

Además, la ergofobia dificulta tu capacidad para enfocarte en lo que tienes que hacer en el trabajo, lo que afecta tu rendimiento y aumenta tu sensación de incompetencia.

Miedo al juicio o a la crítica

Si constantemente temes que tus compañeros, jefes o clientes te juzguen negativamente, puedes estar siempre preocupado por cometer errores, y este miedo a ser criticado puede paralizarte, haciendo que evites tareas o situaciones que percibes como riesgosas.

Perfeccionismo excesivo

El perfeccionismo es otro síntoma cognitivo que puede aparecer con la ergofobia, debido a que puedes sentir que cada tarea debe hacerse perfectamente y que cualquier pequeño error sería un desastre.

Este tipo de pensamiento puede generar un estrés enorme, haciendo que dediques mucho más tiempo y energía a las tareas de lo que realmente es necesario, o incluso que te bloquees por completo ante la idea de comenzar.

Autocrítica constante

Las personas con ergofobia tienden a ser extremadamente autocríticas, así que puedes tener pensamientos negativos recurrentes sobre ti mismo, cuestionando tus habilidades y capacidades.

Frases como «no soy lo suficientemente bueno» o «seguro que lo haré mal» pueden aparecer con frecuencia, erosionando la confianza y aumentando el miedo a enfrentarte al trabajo.

Dudas constantes sobre tus decisiones

Otro síntoma cognitivo de la ergofobia es dudar de cada decisión que tomas en el entorno laboral; esta inseguridad puede ser agotadora y afecta a tu capacidad para tomar decisiones de manera rápida y efectiva.

Mente hiperactiva o sobrecargada de pensamientos

Cuando sufres de ergofobia, es probable que tu mente esté constantemente llena de pensamientos relacionados con el trabajo, lo que te impide desconectarte incluso cuando no estás en el entorno laboral. Estos pensamientos pueden ser repetitivos y agotadores, creando una sensación de que nunca puedes relajarte completamente.

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Síntomas conductuales de la ergofobia

Cuando tienes miedo, adoptas comportamientos en el trabajo como respuesta a esa ansiedad, por eso algunos de los síntomas conductuales más comunes asociados a la ergofobia son:

Evitar el trabajo o las responsabilidades laborales

Evitar el trabajo puede proporcionar alivio temporal, sin embargo, generalmente agrava el miedo y aumenta la ansiedad a largo plazo, y esto puede manifestarse en conductas como:

  • Faltar al trabajo.
  • Retrasar el inicio de tareas importantes.
  • Buscar excusas para no cumplir con ciertas obligaciones laborales.

Procrastinación constante

La procrastinación es otro síntoma conductual de la ergofobia, debido a que puedes postergar tareas una y otra vez, no porque seas perezoso, sino porque el miedo y la ansiedad que sientes al enfrentarte a ellas son tan fuertes que prefieres no enfrentarlas.

Aislamiento social en el entorno laboral

La ergofobia también puede llevarte a evitar las interacciones sociales en el trabajo, ya que es probable que prefieras quedarte en tu oficina o en un rincón apartado, evitando conversaciones con colegas o supervisores; este aislamiento puede aumentar la sensación de soledad y alimentar la ansiedad.

Abandono de proyectos o responsabilidades

A veces, la ansiedad es tan intensa que puedes abandonar proyectos a medio camino o renunciar a responsabilidades importantes, por miedo al fracaso o a no cumplir con las expectativas. Este comportamiento puede afectar gravemente tu desarrollo profesional.

Cambios frecuentes de trabajo o renuncias

El miedo al trabajo también puede hacer que busques cambiar de empleo constantemente o que renuncies sin una razón clara, con la creencia que cambiar de entorno resolverá el problema, pero sin tratar la ergofobia, es probable que el mismo patrón se repita en el nuevo trabajo.

Dificultad para delegar tareas

Debido al perfeccionismo que genera la ergofobia es probable que te cueste delegar, y esta situación a largo plazo, no solo aumenta tu estrés, sino que también contribuye al agotamiento y a la falta de confianza en los demás.

Comportamientos de control o hiperactividad laboral

En lugar de evitar el trabajo, algunas personas con ergofobia intentan sobrecompensar su ansiedad mediante un exceso de control o hiperactividad; esto puede significar:

  • Trabajar horas extra.
  • Revisar y rehacer tareas constantemente.
  • Sentir que nunca puedes relajarte porque siempre hay algo que debes mejorar.

Aunque parezca lo contrario, este comportamiento en el trabajo también es una forma de evitar el miedo o la ansiedad, tratando de controlar cada detalle para evitar errores o críticas.

¿Cómo prevenir y gestionar la ergofobia en el entorno laboral?

La ergofobia, puede ser un gran obstáculo en tu vida laboral, sin embargo, existen estrategias prácticas que puedes aplicar en tu día a día para manejar este miedo y mejorar tu relación con el entorno laboral; algunas de ellas son:

Reconoce tus emociones y pensamientos

El primer paso para gestionar la ergofobia es identificar cuándo aparecen esas emociones negativas y qué las desencadena, ello te ayudará a comprender mejor el problema y al ser más consciente de lo que te está afectando, podrás empezar a trabajar en cómo reducir su impacto.

Busca apoyo emocional y profesional

El apoyo emocional puede brindarte perspectiva y alivio, mientras que un psicólogo te ayudará a desarrollar herramientas específicas para enfrentar el miedo al trabajo; por eso habla de lo que sientes con alguien en quien confíes, ya sea:

  • Un amigo.
  • Un compañero de trabajo.
  • Un profesional de la salud mental.

Establece metas pequeñas y alcanzables

Una de las formas más efectivas de reducir la ergofobia cuando el miedo al trabajo te abruma, es dividir las tareas en metas más pequeñas y manejables puede reducir el estrés; además, establecer objetivos alcanzables te da una sensación de control y logro, lo que te ayudará a recuperar la confianza.

Practica técnicas de relajación

La ansiedad que genera la ergofobia puede manifestarse físicamente en tu cuerpo; para reducir o eliminar los síntomas físicos de la ansiedad es recomendable que aprendas y practiques técnicas de relajación como

  • La respiración profunda.
  • La meditación.
  • El yoga.

Organiza tu espacio de trabajo

Un ambiente de trabajo desordenado puede aumentar la sensación de caos y ansiedad en el trabajo, por eso es importante que mantengas tu espacio de trabajo limpio y organizado.

Planifica tu tiempo

Una mala gestión del tiempo puede generarte ansiedad en el trabajo; para evitarlo diseña un plan claro sobre lo que debes hacer en el día con el objetivo de sentirte más controlado y menos abrumado, para ello puedes utilizar herramientas como calendarios o listas de tareas para gestionar mejor tu tiempo.

Enfrenta tus miedos gradualmente

Una buena forma de combatir la ergofobia es exponerte a tus miedos poco a poco, de forma controlada; este enfoque gradual te ayudará a desensibilizarte y a reducir el impacto que genera la ansiedad en tu vida profesional.

Fomenta un ambiente laboral positivo

Si el entorno laboral es una fuente de estrés, intenta mejorar la comunicación y las relaciones con tus compañeros, ya que un ambiente de trabajo positivo, donde te sientas apoyado y valorado, reduce el impacto de la ergofobia.

Cuida de tu bienestar físico y mental

La salud física y mental están estrechamente relacionadas, por eso cuanto mejor te sientas en general, más resiliente serás frente a los desafíos que enfrentes en el trabajo; entre las formas efectivas de reducir el estrés y la ansiedad están:

  • Dormir bien.
  • Mantener una dieta equilibrada.
  • Hacer ejercicio regularmente.

Busca actividades que te relajen fuera del trabajo

Encontrar actividades que disfrutes fuera del entorno laboral es una excelente forma de desconectar y reducir el impacto del estrés relacionado con el trabajo, y para equilibrar tu vida personal y laboral puedes dedicar tiempo a:

  • Tus hobbies.
  • Practicar deporte.
  • Pasar tiempo con tus seres queridos.

No tengas miedo de pedir ayuda en el trabajo

Si sientes que te estás sobrecargando o que una tarea es demasiado difícil, no dudes en pedir ayuda, ya que delegar tareas o pedir orientación es una forma saludable de manejar el estrés laboral.

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Infografía sobre la ergofobia

Recomendaciones finales sobre los consejos para superar la ergofobia y ser un profesional exitoso

Además de las estrategias anteriores, acciones como la prevención de riesgos laborales o la formación y educación sobre salud laboral son clave para prevenir y superar la ergofobia dentro de una organización.

Es importante que los empleados reciban información sobre el impacto del estrés laboral en la salud mental, así como herramientas y estrategias para promover un ambiente laboral equilibrado.

Adicionalmente, establecer estrategias efectivas de comunicación en el entorno laboral puede contribuir a crear un ambiente de trabajo más saludable y colaborativo.

Si quieres aprender cómo grandes empresarios de habla hispana han implementado estrategias de comunicación y gestionado la ergofobia en sus organizaciones, te invitamos a que asistas al Mastermind Latino, un evento donde podrás compartir con ellos y aprender de sus experiencias.