Dra. Estrella Flores-Carretero.
La educación emocional infantil comienza desde una muy temprana edad, incluso en la etapa preescolar. Por eso proporcionarles la orientación adecuada es tan importante.
¿Sabías que cada vez más países como Finlandia y Noruega no solo están incorporando la educación emocional como parte de su programa escolar, sino que además consideran que esta aptitud debe formar parte del currículo?.
Para fomentar la inteligencia emocional, es necesario cultivar cinco competencias que constituyen su base y ayudan a los individuos a afrontar los diversos aspectos de la vida.
Si te gustaría descubrirlas, únete a nosotros para explorar este tema crucial y liberar la disruptividad de la educación emocional. Nunca es tarde para comenzar a incorporar una enseñanza tan indispensable a tus clases.
¿Qué encontrarás en este artículo?
5 competencias necesarias para desarrollar la educación emocional
¿Qué es la educación emocional?
Es un proceso de aprendizaje que se enfoca en integrar la dimensión emocional al contexto educativo. Su objetivo principal es que los estudiantes sepan comprender y gestionar sus emociones de manera positiva, así como enfrentarse satisfactoriamente a las demandas del día a día.
¿Cómo se está implantando la educación emocional en las escuelas de España? Su incorporación es reciente, pero cada vez mas centros educativos apuestan por introducir distintos tipos de educación emocional en el plan de estudios.
Esto tiene mucho que ver con la creación de la LOMLOE, una ley educativa impulsada recientemente que tiene el objetivo de actualizar el sistema educativo español para garantizar una educación de calidad, inclusiva, equitativa y orientada a la formación integral de los estudiantes.
La ley ha sido aprobada en el contexto de la evolución social, el diseño y la evaluación de programas de educación, pero la adaptación a un nuevo sistema puede ser más complicada para docentes que para los estudiantes.
Por eso, el Curso de iniciación a la LOMLOE organizado por la plataforma educativa Mundana, está especialmente diseñado para profesores que participen en cualquier nivel del sistema educativo.
Diferencia entre la educación emocional y la inteligencia emocional
Ambos son conceptos relacionados pero distintos en el ámbito de la formación emocional y el crecimiento personal. La educación emocional se refiere a un enfoque pedagógico que busca promover el desarrollo integral de los individuos en lo que respecta a las emociones.
Por tanto, dicha disciplina se enfoca en impartir conocimientos, habilidades y estrategias para alcanzar este objetivo, a través de un proceso didáctico. Se lleva a cabo gracias a actividades educativas en el contexto escolar, familiar o social.
Por otro lado, la inteligencia emocional es una capacidad individual que implica las mismas habilidades, pero que surge a partir de tu propia implicación. De igual manera, permite tomar decisiones más conscientes para responder de manera adecuada a las situaciones emocionales diarias.
Debes saber que la inteligencia emocional abarca cinco dimensiones: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales, las cuales se desarrollan a lo largo de la vida y pueden ser fortalecidas mediante la educación emocional.
La diferencia fundamental entre ambas radica en que la educación emocional es un proceso formativo que se dirige a un grupo de individuos, mientras que la inteligencia emocional es una capacidad personal que puede ser desarrollada por parte de cada individuo.
5 objetivos de la educación emocional
El objetivo de la educación emocional es polifacético y se centra en la prosperidad de las personas. Pero a continuación te detallo los propósitos fundamentales que conlleva la implantación de este enfoque educativo:
Mejora del rendimiento académico
Una vía para lograr excelentes resultados académicos es sin duda mediante la educación emocional. Introduciendo este tipo de aprendizaje en el plan de estudios, los centros dotan a los alumnos de los recursos necesarios para sobresalir.
¿De qué manera? Para empezar, cuando los alumnos son capaces de comprender sus sentimientos, es más probable que estén atentos e implicados en sus estudios, porque saben gestionar las posibles distracciones emocionales que surgen durante una sesión de estudio.
En un entorno de escucha activa, en el que el estudiante se siente respaldado, es sencillo permanecer diariamente motivado y dar el máximo durante las horas lectivas.
Resiliencia emocional
Esta competencia se desarrolla con el tiempo gracias a la educación emocional, implica tener fuerza para recuperarse de la adversidad, afrontar el estrés y mantener una actitud optimista en situaciones difíciles.
Por tanto, te proporciona la capacidad de gestionar experiencias desfavorables, aumentando así el bienestar general. Desarrollar la resiliencia también dota a las personas de las habilidades necesarias para adaptarse a los cambios y superar los obstáculos, persistiendo a pesar de ellos.
Dicho de otra forma, cuando el alumno es resiliente, una baja calificación se transforma en una oportunidad de aprendizaje y mejora. Lo mismo ocurre, por ejemplo, ante una lección complicada.
Prevención del acoso y la violencia
Detener cualquier forma de bullying es uno de los principales énfasis de las dinámicas de educación emocional. Las investigaciones han demostrado que abordar estos conflictos emocionalmente supone una forma efectiva de atajar el problema y de prevenirlo.
Un ambiente seguro para la autoexpresión favorece la resolución pacífica de los conflictos, en detrimento de la violencia. Cualquier alumno, al margen de su edad, debe sentirse libre para acercarse a un tutor o compañero y comentarle sus inconvenientes acerca de otra persona.
Evitar el acoso y la violencia siempre ha sido una piedra angular en el sistema educativo. Sin embargo, la respuesta es más sencilla de lo que parece. La clave está en ofrecer una formación valiosa más alla de las clásicas disciplinas académicas, aplicando la educación emocional.
Toma de decisiones conscientes
En lo que respecta a tomar decisiones, las emociones juegan un papel fundamental, ya que influyen significativamente en el comportamiento humano.
Al ser consciente de cómo te sientes realmente en determinadas situaciones, evitas que las emociones negativas o impulsos momentáneos te dominen y nublen el juicio.
Entendiendo las emociones, puedes identificar qué factores están influyendo en tu decisión y, por lo tanto, tener una visión más clara de cada una de las opciones. Además, cuando te enfrentas a decisiones importantes, es común experimentar emociones intensas como el miedo, la ansiedad o la ira.
Sin embargo, con una gestión adecuada, serás capaz de apartarte de esos sesgos por un momento e intentar focalizarte en la objetividad, viendo la situación desde una perspectiva más amplia.
Asimismo, esta disciplina educativa fomenta la empatía y la comprensión de las emociones ajenas. Entendiendo como estas influyen en las relaciones interpersonales, serás capaz de optar por un camino que sea considerado con quienes te rodean.
La empatía, es la que te llevará a tomar decisiones no solo favorables para ti, sino también éticas y responsables, orientadas hacia el bienestar común. Todo ello porque la inteligencia emocional será la que permita evaluar las posibilidades desde una visión integral, más alla de la lógica y el individualismo.
Bienestar mental
Por último, este es uno de los fines primordiales de una enseñanza emocional, que busca lograr el equilibrio en todos los ámbitos de tu vida, pero que sobre todo repercutirá positivamente sobre la salud mental. Su influencia puede observarse en varios aspectos:
Reducción del estigma
Al sensibilizar a las personas sobre los desafíos emocionales que todos podemos enfrentar, se promueve una mayor comprensión en torno a las afecciones mentales. El acceso a información precisa y la educación emocional resulta esencial a la hora de buscar ayuda a tiempo y recibir el apoyo adecuado.
Gestión de las relaciones interpersonales
Comprendiendo tus sentimientos casi tanto como los de los demás, establecerás vínculos más estables. Se trata de considerar cada perspectiva en vez de encerrarte en estereotipos preestablecidos. El objetivo es realizar una verdadera validación emocional.
Regulación emocional
Una parte esencial de la educación emocional es el aprendizaje de técnicas eficientes para autogestionarte. Manejar situaciones como la tristeza o el estrés con autonomía, también resulta clave para desarrollar tu autoestima.
5 competencias necesarias para desarrollar la educación emocional
Motivación intrínseca
Existen dos tipos esenciales de motivación según el incentivo que subyace: la extrínseca y la intrínseca. La primera es la que surge a raíz de un estímulo externo, por ejemplo, conseguir una buena calificación en el examen para que una madre no castigue a su hijo sin salir.
Pero, un buen alumno no puede dejar que toda su trayectoria académica dependa del premio o la reprimenda obtenida. Aquí es donde entra en juego la necesidad de motivarse uno mismo.
De esta manera, la motivación intrínseca aparece como resultado del interés y la satisfacción interna por el simple hecho de aprender o por el de lograr una meta personal relevante. Por tanto, no existe una consecuencia inmediata ni tangible, pero si una fuerza de voluntad a largo plazo.
Autoconocimiento y autorregulación
Estas competencias básicas para la vida implican comprender y gestionar con éxito los propios sentimientos. El autoconocimiento es lo que permite identificar tus sensaciones respecto a cualquier situación.
Por su parte, la autorregulación es la que influye a la hora de controlar tus impulsos o reacciones poco meditadas. Por tanto, la reflexión es parte esencial de una buena educación emocional, ya que el nivel de presión autoimpuesta resulta determinante cuando deseas obtener un buen resultado.
Cultivando ambas cualidades tus estudiantes descubrirán cómo dirigir sus emociones en educación infantil de forma constructiva para el rendimiento escolar, ya que tomaran conciencia de sus mayores talentos, así como de las principales deficiencias educativas.
Adaptabilidad
Es la capacidad para responder adecuadamente a circunstancias diversas y acontecimientos cambiantes. En el contexto de la educación emocional, la adaptabilidad implica ser tan receptivo como flexible a la hora de trabajar en equipo o recibir una evaluación inesperada.
Sin embargo, gracias a ella se superan obstáculos, buscando las soluciones y enfoques alternativos. Potenciar la adaptabilidad da a los alumnos la fuerza para percibir los cambios como oportunidades de crecimiento.
Una forma de cultivar esta competencia es familiarizarse con puntos de vista y experiencias divergentes. Animar a los alumnos a interactuar con culturas, y perspectivas variadas reforzará sus aptitudes.
Pero empujándoles a pensar de forma imaginativa en diversas situaciones educativas, los educadores también pueden fomentar su capacidad para actuar con rapidez y descubrir soluciones originales.
Comunicación asertiva
En general, desarrollar habilidades sociales constituye una parte fundamental dentro de la formación emocional. Pero, especialmente la asertividad, debe abrirse paso porque supone la competencia de comunicarte con los demás teniendo en cuenta tanto su contexto como el tuyo, sin agredir ni ser agredido.
Cuando asertividad e inteligencia emocional se combinan, generan una sinergia poderosa que promueve relaciones saludables, respetuosas y empáticas.
En el ámbito educativo, esta habilidad también es esencial para la construcción de una futura sociedad más armoniosa y compasiva. Es en las instituciones escolares donde se forjan las bases para el desarrollo humano, social y emocional de los individuos, por eso es importante impartir la educación emocional.
La comunicación asertiva también facilita el manejo adecuado de conflictos. Cuando los estudiantes aprenden a expresar sus necesidades reales sin herir al otro, se reducen los malentendidos y las tensiones.
Al mismo tiempo, es un arma poderosa para fortalecer la autoestima al expresarte de manera respetuosa y recibir retroalimentación constructiva. Por otra parte, se incentivan las habilidades de liderazgo.
Empatía
La compasión es un factor clave en el cultivo de la educación emocional en las aulas. Este rasgo implica la capacidad de comprender y relacionarse con los sentimientos de los demás, por tanto, las escuelas tienen el deber de fomentar la capacidad empática.
Alimentando la empatía, los alumnos aprenden a interactuar con sus compañeros a un nivel profundo, creando un entorno más solidario con diversos puntos de vista y orígenes, fomentándose la tolerancia.
También es más probable que comprendan los efectos externos que generan sus acciones y desarrollen un gran sentido de la responsabilidad. Por otro lado, la autoempatía les permite reconocer sus propias emociones de forma constructiva, siendo autocompasivos, pero evitando el victimismo.

Desarrollar la educación emocional
¿Por qué es importante la educación emocional en las escuelas?
Un enfoque integral del crecimiento emocional es vital para el desarrollo satisfactorio de las generaciones más jóvenes, y por tanto de la sociedad en la que convivan.
Incorporar la educación emocional al currículo escolar es la base de una atmósfera educativa positiva y de apoyo. También lo es si deseas alcanzar una vida saludable.
La educación del carácter proporciona habilidades esenciales para la vida que son pertinentes no sólo en su trayectoria académica, sino también en el ámbito personal y profesional. Esta etapa de sus vidas, cuando son más receptivos al aprendizaje, es la ideal para transmitir enseñanzas duraderas.
El efecto positivo en el rendimiento académico también es innegable, ya que, aumenta la concentración, el compromiso escolar, la capacidad retentiva y la resolutiva.
4 ventajas de la educación emocional en las escuelas
Prevención de problemas de salud mental
Para garantizar que los alumnos están emocionalmente apoyados y seguros, es esencial abordar y prevenir los problemas de salud mental mediante estrategias educativas.
Los centros pueden crear un entorno que reduzca el riesgo facilitando el acceso a servicios de asesoramiento, organizando programas de control del estrés y fomentando conversaciones abiertas sobre el tema.
Además, incorporar técnicas de relajación y atención plena en el plan de estudios también es un recurso valioso de afrontamiento. Por tanto, el papel del docente, para fomentar aulas felices, es estar atento ante signos preocupantes, pero antes ellos mismos tienen que haber recibido la formación pertinente.
Reducción del absentismo escolar
¿Por qué es importante la educación emocional? Abordar las causas profundas del absentismo escolar es una parte esencial en los centros escolares. El objetivo es poder reconocer las fuentes del problema, como los problemas psicológicos o la falta de entusiasmo, para abordarlas eficazmente.
A partir de ahí, los instructores pueden establecer un entorno enriquecedor que motive a los alumnos a asistir a clase con regularidad. Utilizar enfoques como las tutorías, planes de aprendizaje a medida y el refuerzo positivo es recomendable.
Además, reforzar las relaciones entre el estudiante y todo el personal escolar aumentará la eficacia de estas técnicas. Es importante transmitir que asistiendo regularmente a clase tienen más oportunidades de participar en distintas actividades, al margen de las clases convencionales.
Gestión de la frustración
Gestionar con éxito la frustración es imprescindible para cultivar una buena inteligencia emocional. Una de las principales ventajas de la educación emocional es que enseña a afrontar los retos con una mentalidad tranquila.
Mediante el empleo de diversas estrategias, como ejercicios de autoconversación positiva, es posible gestionar fácilmente esta problemática habitual en los estudiantes más pequeños.
Tienes que saber que la gestión de la frustración es esencial para prevenir actitudes violentas y promover un desarrollo emocional sano. En cambio, pueden aprender a utilizar su hartazgo para encontrar salidas productivas, como la búsqueda de consejo de otras personas.
La gestión de la frustración también incorpora enseñar a las personas a comunicar sus emociones de forma eficaz. Todo ello te conducirá hacia la formación de futuros adultos que actúan con sensatez.
Promoción de la autoeficacia
Los estudiantes debidamente educados en materia emocional desarrollan una mayor capacidad de autorreconocimiento. Esto implica que creen en sus capacidades y actúan con determinación e iniciativa ante la vida.
¿Por qué lo hacen? La respuesta es que saben percibir automáticamente sus fortalezas en cualquier situación, lo cual les proporciona la seguridad necesaria a la hora de actuar con conocimiento de causa, obteniendo los resultados esperados.
5 estrategias para desarrollar la educación emocional en el hogar
Modelado emocional
Demostrar y encarnar las respuestas emocionales deseadas es un elemento crucial si quieres incentivar la educación emocional en cualquier contexto. Los adultos son los que tienen la responsabilidad de mostrar ejemplo, actuando en coherencia con sus enseñanzas.
¿Conoces la relación entre neurociencia y educación emocional? Las neuronas espejo se activan cuando un individuo observa a otra persona realizar la misma acción que él.
Fueron descubiertas en el cerebro de primates, pero también están presentes en los seres humanos. Estas neuronas tienen un papel determinante en la empatía y la imitación de comportamientos.
Mediante el modelado emocional en un entorno seguro, los niños aprenden automáticamente que está bien ser sincero sobre sus sentimientos y buscar ayuda cuando la necesitan.
Crear un entorno seguro
El establecimiento de una atmósfera de apoyo y cariño es un componente vital. Para crear un entorno así, es recomendable emplear estrategias como la psicología positiva y el diálogo reflexivo en lugar del castigo.
Además, establecer límites y expectativas claros ayuda a cultivar una sensación de estabilidad. No olvides tampoco el valor de la escucha activa, aunque para ti se trate de un tema menor, para la otra persona puede tratarse de un asunto fundamental.
Cuando se da prioridad a una atmósfera donde reinen la convivencia y el bienestar, la educación emocional en las aulas florece, proporcionando las herramientas para navegar eficazmente por las emociones cotidianas.
Validación emocional
Para aplicar esta estrategia, tienes que reconocer y aceptar los sentimientos del otro sin emitir juicios ni comentarios. Ofrecer validación emocional crea un vínculo de confianza. Esta práctica ayudará a tus aprendices a sentirse apreciados.
En casa, poniendo en práctica técnicas de validación para alimentar la inteligencia emocional de los niños, les demuestras que su visión del mundo es relevante.
Estimular la creatividad
Fomentar la imaginación es sinónimo de fomentar la inteligencia emocional. Anima a tus alumnos para pensar libremente y abrazar su potencial creativo, si quieres que aprendan a expresarse de múltiples maneras.
Estas incluyen la pintura, la música o los cuentos, cada disciplina es una oportunidad única de adoptar distintas perspectivas para dirigirse hacia el crecimiento emocional.
Esto también les ayuda a cultivar el sentido de la individualidad y la confianza en sí mismos. Desarrollar una atmósfera que fomente la creatividad permite a los niños perseguir sus pasiones e intereses, es decir, mejorar su autoconocimiento.
Para estimular la creatividad, es importante conceder a los niños la libertad de experimentar con diversos materiales y recursos. El objetivo es enseñarles a abordar los obstáculos con una perspectiva inventiva.
Además, estimular la creatividad tiene ventajas a largo plazo que van más allá del desarrollo emocional. Puede mejorar facultades mentales como la memoria y la concentración, así como las habilidades sociales.
Estas competencias son esenciales para el progreso personal y académico, ya que permiten a los estudiantes desenvolverse en diversas situaciones e interactuar con los demás de forma significativa.
Establecer rutinas
Las rutinas juegan un papel fundamental en la vida cotidiana, y su impacto se extiende más allá de la productividad. De hecho, establecer rutinas también desempeña un papel significativo en el desarrollo de la educación emocional.
En primer lugar, las rutinas brindan a los individuos un sentido de seguridad y previsibilidad. Al saber qué esperar y cuándo, se reducen los niveles de incertidumbre, lo que contribuye al bienestar emocional.
Los niños, en particular, se benefician enormemente de las rutinas establecidas en el hogar y la escuela, ya que les proporciona un ambiente estable en el que pueden aprender a identificar sus emociones de manera más efectiva.
Además, las rutinas permiten dedicar tiempo específico para abordar aspectos relacionados con la educación emocional. Por ejemplo, se puede establecer un momento del día para hablar sobre cada sentimiento, compartir experiencias o practicar técnicas de relajación.
Asimismo, fomentan la autoconciencia emocional al permitir a las personas reconocer patrones recurrentes. Por ejemplo, puedes identificar que cada vez que te comunicas con una persona concreta te sientes más contento o desmotivado después.

Infografía sobre la educación emocional
Recomendaciones sobre las competencias necesarias para desarrollar la educación emocional
¿Sabías que el impacto de emociones y educación va más allá de la salud mental? Los estudios han demostrado que puede tener un impacto positivo en tu organismo, ayudando a reducir la presión arterial y fortaleciendo el sistema inmunológico.
Así que trabajar la educación emocional es una parte esencial del crecimiento general de las personas. Gracias a ellas, las escuelas pueden capacitar a los alumnos para afrontar los retos de la vida y convertirse en individuos completos.
Además, según el trabajo “Técnicas de educación emocional” publicado en la Revista Cognosis, la visualización es otra de las principales técnicas que deberías tener en cuenta a la hora de educar emocionalmente.
Consiste en un tipo de meditación en el que hay que imaginar una imagen nítida y relajante como medio para lidiar con un universo de emociones. ¿Te gustaría aprender más estrategias efectivas?
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