Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Te gustaría que tus hijos pudieran llegar a disfrutar de unas relaciones con los demás y consigo mismos mucho más sólidas y sanas? Si es así quizá deberías adoptar un modelo de crianza emocional a la hora de interactuar con ellos.
Es posible que si echas la vista atrás en tu infancia recuerdes algún castigo, momentos en los que te sentiste sobreprotegido o en los que se te mandó callar. Estas no eran más que técnicas de crianza generalizadas hace unos pocos años, antes de que se investigase más sobre el poder de la inteligencia emocional infantil.
Por tanto, será esencial alejarte de seguir patrones autoritarios o que no respeten e invaliden las emociones de los más pequeños. De esta manera, podrás educar a los niños en el autoconocimiento de sus sentimientos y emociones con los beneficios que esto conlleva a muchos niveles.
Por ejemplo, algunos beneficios de la crianza emocional serán los de promover su capacidad innovadora y empatía o aumentar su tolerancia ante situaciones de estrés y frustración. Así que, si sigues leyendo te mostraremos estrategias efectivas para acompañar emociones, y por tanto fomentar el correcto desarrollo personal de tu hijo.
Crianza Emocional: 10 estrategias que ayudarán al desarrollo de las emociones en tus hijos
¿Qué es la crianza emocional?
Adoptar un modelo de crianza emocional con los niños implica respetar y reconocer tanto tus emociones como las suyas, darles el mismo nivel de importancia y aprender de ellas a lo largo de su desarrollo.
Se trata de que les guíes mientras los acompañas a través de las emociones, para que puedan expresarlas e identificarlas cada vez mejor. Este modelo de crianza toma como punto central a la inteligencia emocional, que es el conjunto de habilidades que nos permiten ser empáticos, gestionar las emociones o enfrentarnos a la adversidad.
Por lo tanto, familiarizarse con todas estas competencias y enseñanzas desde pequeños, será un elemento clave en el crecimiento de los niños. La mejor forma de asimilar estas enseñanzas es a través de las personas más influyentes en su vida, sus padres.
Es por ello por lo que para aplicar la crianza emocional aportar tu ejemplo será fundamental dentro del proceso; sin embargo, serás solo su guía y apoyo, son ellos los que tendrán que experimentar y expresar sus emociones por sí mismos.
¿Por qué criar a tus hijos utilizando inteligencia emocional?
Existen múltiples razones y beneficios por los que escoger educar con inteligencia emocional, lo cual propiciará relaciones más saludables en el entorno familiar, entre otras cosas.
Se ha probado científicamente que adquirir inteligencia emocional permite a los niños, tener un mejor estado de salud tanto físico como mental y por supuesto, favorecer la creación de relaciones sociales más sólidas.
Además, un artículo publicado en el American Journal of Public Health relacionó directamente educar con inteligencia emocional con un futuro éxito en la vida profesional y académica, ya que desde una edad temprana se interiorizan valores y competencias necesarias para desenvolverse fácilmente en diferentes ámbitos, esta es la razón por la que deberias aplicar un modelo de crianza emocional con tus hijos.
Importancia de criar a tus hijos utilizando inteligencia emocional
Les ayuda a gestionar situaciones difíciles
La frustración y decepción son algunas de las emociones más comunes en edades tempranas, ya que aún no se es consciente de cómo reaccionar ante las diferentes situaciones y de los impedimentos que puedes encontrar en el camino.
En estos casos, con la crianza emocional aplicar una correcta gestión emocional infantil de la frustración será clave, de cara a que en el futuro sepan enfrentar otras situaciones verdaderamente complicadas. ¿De qué manera? Mediante la progresiva autorregulación en la que debes introducirles.
Fomenta sus capacidades sociales y comunicativas
Independientemente de tu edad, siempre que trabajes en tener más inteligencia emocional estarás haciéndolo al mismo tiempo en la mejora de tu empatía y bienestar. De esa forma es más fácil ponerte en el lugar de la persona con la que hablas, para así establecer conexiones sólidas.
Al mismo tiempo, gracias a las herramientas expresivas que aporta aumentar la inteligencia emocional adquieres nuevas y mejoradas formas de comunicarte fácilmente, sobre todo en cuestiones complicadas.
Les ayudará a alcanzar sus objetivos
Con la crianza emocional llegará un punto en el que si progresivamente mejoras tu habilidad de gestión emocional podrás comenzar a ser consciente del poder tan grande que tienen las emociones en la vida diaria, y lo que dispara a cada una de ellas.
Por ejemplo, si aprendes a identificar que hay cierto elemento que te produce malestar, esto será crucial para eliminarlo de tu rutina y así allanar el camino hacia llevar un día a día más productivo.
Al igual que si sabes que te pone de buen humor o te aporta confianza, intentarás utilizar esos disparadores para provocar estas emociones de alguna manera, y aprovechar el poder tan grande que tienen en ti. Todo esto con el objetivo final de alcanzar fácilmente tus prioridades.
7 estrategias para educar a tus hijos utilizando la crianza emocional y favorecer su desarrollo
Identificar y nombrar las emociones
Los niños, sobre todo cuando son pequeños, expresan sus sentimientos a través del cuerpo porque no tienen otras herramientas para hacerlo, por ejemplo, a través del llanto o de los gritos.
Es en ese momento cuando tienes que acompañarlos y enseñarles a asociar cada sensación física con una emoción distinta, a la que le darás un nombre para identificarla.
Es tan fácil como integrar esta identificación de emociones en frases de tu vida cotidiana o en momentos en los que ellos estén pasando por alguno de esos sentimientos, también puedes ponerles ejemplos a través de series de dibujos de libros.
Aunque no lo parezca con la crianza emocional, poco a poco estos cambios irán haciendo que tu hijo se introduzca en el mundo del autoconocimiento y la inteligencia emocional. Hay que adaptar estas herramientas a las edades que tengan e ir escalando en la complejidad de la emoción.
También es importante que en este proceso de identificar emociones evita aportarles juicios de valor negativos ni positivos, la idea es que entiendan que todos estos sentimientos son necesarios para sobrevivir y evolucionar.
Por ejemplo, puedes empezar por enseñarles lo que es estar alegre o contento y después profundizar más en la alegría y hablar de estar emocionado, esperanzado y tranquilos.
Ellos no se tienen que sentir forzados, tienes que darles su espacio. Mientras que deciden comenzar a abrirse puedes intentar mostrarles tu ejemplo de gestión emocional con pequeñas frases o interacciones, pero en ningún momento convirtiendo este aprendizaje en una obligación, sino en un modo de crianza.
Motiva a tu hijo y refuérzale positivamente
Es importante que desde pequeños los niños asocien las emociones con recursos positivos y no con obstáculos en el camino; para ello será fundamental que los animes a progresar y les hagas saber que son capaces de cumplir aquello que se propongan.
Con la crianza emocional puedes focalízate en sus pequeñas metas y objetivos a la hora de interactuar con él, obviamente cuando sea más pequeño estas metas y objetivos pueden parecer poco relevantes, pero sí que lo son para él.
Todo ello allanará el camino para que su mentalidad se oriente hacia esforzarse por aquello que quieren conseguir y al mismo tiempo este proceso les aporta confianza y autoestima; a esto es a lo que se refiere precisamente el concepto de las caricias emocionales con las que podrás reforzarles positivamente.
La motivación, al fin y al cabo, es el motor que los hace ser activos, ilusionados, tener nuevas ideas y estar comprometidos con aquello que les importa. Por ello enseñarle a identificar este tipo de emociones y orientar sus interacciones hacia esta dirección implicará algo esencial en su desarrollo y en el modelo de crianza emocional.
Prioriza su desarrollo social
La interacción social es un pilar fundamental de la crianza emocional; gracias a esta también conseguirás que tus hijos establezcan conexiones más sólidas, que se pongan fácilmente en el lugar del otro y que aprendan de sus relaciones sociales, así como que las mantengan en el tiempo.
Estas competencias sociales que puede aportar y reforzar la crianza emocional son indispensables para relacionarnos con los demás de forma saludable. Será importante que a través de la crianza emocional actúes como su ejemplo a la hora de comportarte con los demás de forma respetuosa, amable y simpática y enseñarles ciertas normas sociales.
Otro aspecto importante será que fomentes su inteligencia conversacional y escucha activa teniendo charlas regulares con ellos, y que les inculques enseñanzas que pueden ayudarles a gestionar ciertas emociones en el ámbito social.
Por ejemplo, cuando se sientan culpables por algo es importante que sepan cómo disculparse y pedir perdón; en todo este proceso es fundamental que los escuches y te adaptes al ritmo y edad de tu hijo.
Además, mientras tanto, recuerda potenciar su propia personalidad y que mantengan su identidad. Es positivo escuchar y empatizar con los demás sin olvidarse de que también sentimos nuestras propias emociones.
Muéstrate empático y valida sus emociones
Para ser fiel a la crianza emocional, además de mostrarte empático, trabaja tu empatía para interpretar correctamente las distintas reacciones o emociones de tu hijo; solo de esa manera les podrás prestar la atención adecuada y ellos te verán como modelo para comenzar a desarrollar también la suya.
La empatía es una habilidad social fundamental a la hora de establecer cualquier relación estrecha y sana con otra persona, ya que más allá de ver lo que le ocurre al otro podrás entenderlo y de esta manera prestarle ayuda.
La escucha activa también será un punto fundamental para tener en cuenta dentro de la crianza emocional; no solo tienes que estar realmente pendiente de lo que te cuenta el niño, sino que además debes mostrárselo.
Todas estas señales serán leídas por tu hijo como que está siendo comprendido, valorado y respetado. Son los pequeños gestos y maneras de mostrarte con ellos los que serán fundamentales para demostrar tu implicación.
Además, puedes optar por utilizar también el lenguaje no verbal para hacerle ver que estás presente. En conclusión, estés o no de acuerdo con su reacción en un determinado momento, lo importante es validar y respetar la emoción que la dispara.
Por ejemplo, para ponerte en el lugar de tu hijo en una situación de rabieta puedes decirle tranquilamente: «sé que estás enfadado por este motivo, entiendo lo que te pasa», en vez de reaccionar a su rabieta enfadándote más aún.
Está demostrado que los niños que muestran más empatía suelen tener conductas sociales positivas, mayor asertividad, compañerismo, estabilidad emocional o personalidad proactiva.
Proporciona espacios para que se autoexpresen
Una vez que ya hemos identificado las emociones será importante tratar cómo hablar sobre ellas o expresarlas. A partir de ciertas edades y gracias a la crianza emocional los niños ya serán capaces de verbalizarlas y de saber el motivo que las ha despertado.
De esta manera sus relaciones sociales en todos los ámbitos se facilitarán, en este paso ya no solo están identificando y reconociendo emociones, sino que están aplicando el autoconocimiento y exteriorizando lo que sienten.
Para que sea así, será fundamental que se sientan en un entorno seguro para poder expresar cualquier tipo de emoción sin complejos ni miedo a las represalias, sabiendo que se sentirán comprendidos y validados, siendo este un paso muy importante hacia la gestión emocional.
Aunque no debes de invalidar todo tipo de reacciones físicas emocionales que surjan a partir de estos sentimientos, hay algunas como el llanto o los gritos, en las que tienes que hacerles saber que si expresan sus emociones de manera más tranquila y clara esto facilitará la situación.
Además, cuanto antes elimines las etiquetas negativas de ciertas emociones quizá estas reacciones físicas más exageradas dejen de serlo tanto, ya que el niño comenzará a asociar las emociones a estados naturales, más que a sensaciones muy negativas o dramáticas.
Da ejemplo con tu gestión emocional
El ejemplo lo es casi todo en el proceso de educar con inteligencia emocional, de alguna manera serás el espejo en el que se reflejen tus hijos, sobre todo en sus primeros años, aunque por supuesto puedes permitirte equivocaciones.
Se ha demostrado que los padres emocionalmente más inteligentes suelen tener hijos que destacan también por su estabilidad emocional, aquello que ellos interiorizarán como positivo será la manera en la que tú actúes ante distintas situaciones.
Si ven y escuchan como hablas con tranquilidad de cómo te sientes en cada momento y cómo expresas tus emociones, cómo no las etiquetas y las aceptas o validas en cualquier circunstancia, ya estarás dando un gran paso para ayudarles a tener más inteligencia emocional
Muéstrales cómo gestionar la frustración
Una vez una situación de frustración se haya calmado gracias a todas las herramientas anteriores, ellos mismos pueden intentar verbalizar por qué se sentían así y qué es lo que hizo que empezara la reacción.
A partir de ahí es el momento en el que con técnicas de crianza emocional deberás guiarles, para enseñarles que efectivamente deben permitirse sentirse como quieran, pero que esto no debe afectar o molestar a las personas de su alrededor, y por lo tanto tendrán que intentar no repetir estas conductas.
Esta charla post enfado será esencial para gestionar la frustración sobre todo en edades un poco más elevadas, pero desde pequeño es importante que dejes claras estas asociaciones y que en el momento de la rabieta no te pongas a su nivel, sino que intentes calmar la situación o simplemente seas pacientes hasta que acabe.
¿Cómo puedes ayudar a tus hijos a liberar sus emociones?
Liberar las emociones de tus hijos significará permitirles que las sientan y expresen con naturalidad cuando lo necesiten. El primer paso para lograrlo será entender tus propias emociones.
Este punto en la crianza emocional es muy importante porque los sentimientos reprimidos solo contribuyen, tanto en niños como adultos, al estrés y a la alta carga emocional que puede explotar en un momento determinado siendo difícil de gestionar.
Por ello el desahogo será un punto clave dentro de su proceso de desarrollo, todo se tratará de liberar mediante la charla y escucha activa. Si sospechas que a tu hijo le ocurren más cosas internamente de las que parecen, con la crianza emocional puedes intentar que comience a soltarse hablándole naturalmente de tus emociones.
Además, puedes recurrir a otras actividades de apoyo que no tienen que ser necesariamente charlas. En las conversaciones será fundamental que cuando empiecen a expresarse dejes que ellos mismos busquen las soluciones, aunque les sirvas de apoyo.
Si les cuesta más abrirse es probable que tú tengas que iniciar los distintos temas y dejar que ellos completen poco a poco las frases, pero que en todo momento vean que pueden acudir a ti y que se sientan respetados será esencial para que el modelo de crianza emocional sea efectivo.
Recomendaciones sobre cómo aplicar la crianza emocional en los niños para favorecer su desarrollo
Así que en conclusión, ante todo la crianza emocional será una guía y acompañamiento en vez de una imposición, el proceso puede conllevar paciencia ya que ciertas emociones podrán parecerte ilógicas o poco importantes
Ten presente que ellos están viendo el mundo desde sus propios ojos, ahí será cuando la verdadera empatía entre en juego, así como tus propias habilidades de gestión emocional.
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En general supondrá una gran experiencia para que aprendan a gestionar emocionalmente y a actuar ante diferentes situaciones adversas que se les puedan plantear mientras se divierten, enseñándoles a identificar y comprender los estados emocionales con técnicas de aprendizaje didácticas y amenas.