Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Te preocupa el impacto a largo plazo del coronavirus en la salud mental? No eres el único. La pandemia ha traído consigo retos sin precedentes, desde el confinamiento hasta la incertidumbre económica, que hacen mella en el bienestar cotidiano.
Pero más allá de estas circunstancias específicas, el estrés laboral según la OMS es considerado una enfermedad, ya que las organizaciones han experimentado tiempos de incertidumbre y cambios drásticos, que someten a sus empleados a una presión constante.
Esta misma organización subrayaba datos sobre la salud mental como que la depresión y la ansiedad aumentaron más de un 25% durante el primer año de la pandemia alrededor del mundo, lo cual genera secuelas.
Si estás luchando contra una afección mental, acentuada tras el paso del virus, o simplemente te sientes abrumado, este artículo es para ti. Así pues, vamos a sumergirnos en el aprendizaje de proteger tu salud en el mundo postpandémico.
6 consecuencias del coronavirus en la salud mental después de la pandemia
¿Qué implicaciones ha tenido el coronavirus en la salud mental?
El COVID-19 afecta a los estados mentales de millones de personas en todo el mundo, más allá de la catástrofe personal que ha sido para quienes han padecido la enfermedad o han perdido a algún familiar en esta tragedia.
Esto viene porque una de las consecuencias más notables del coronavirus en la salud mental ha sido el cierre de puestos de trabajo. Por ejemplo, en países como Estados Unidos la tasa de desempleo aumentó, en España esto no ha sido muy distinto, dejando a miles de familias sin sustento económico.
Por otro lado, la gran mayoría de los que mantuvieron sus empleos, pudieron emplearse en teletrabajo, escenario para el cual no estaba preparado el grueso de la población, y que trajo como consecuencia el colapso de las plataformas de conferencias online.
Según el informe oficial “Mental Health and COVID-19” las peores consecuencias han sido identificadas en lugares muy afectados por el virus o con bajos recursos; las mujeres registran mayor consecuencia de ansiedad por esta causa, así como los jóvenes entre 20 y 24 años.
El brote provocó multitud de cambios que han repercutido en el estado de ánimo de las personas. El distanciamiento social y el confinamiento fomentan sentimientos de soledad.
Además, el hecho de estar en vilo por el riesgo de contagio provocaba tensión y ataques de pánico y estos episodios llegan a producir enfermedades por estrés a largo plazo en muchos casos.
Es de destacar que las consecuencias del coronavirus en la salud mental no son idénticas para todos, sino que ha tenido un efecto más significativo en quienes ya tenían problemas psicológicos.
También el impacto del coronavirus en la salud mental ha provocado un aumento de los casos de violencia doméstica y un incremento de los casos de abuso de sustancias, lo que evidentemente perjudica la salud mental. La gente ha recurrido a las drogas y al alcohol para controlar el estrés mental causado por la pandemia.
Por no hablar del COVID persistente, aunque la mayoría de las personas se recuperan completamente en unas pocas semanas, otras experimentan problemas del coronavirus en la salud mental de forma prolongada.
Los síntomas varían ampliamente y afectan diferentes sistemas del cuerpo. Algunos de los más comunes incluyen fatiga extrema, dificultad para respirar, dolores musculares y articulares o problemas gastrointestinales.
La duración varía considerablemente de una persona a otra, no hay un periodo específico establecido para esta condición, ya que los síntomas persisten durante semanas o incluso meses después de la infección inicial.
¿Cómo afecta el coronavirus en la salud mental de los adolescentes?
Las medidas de encierro, la interrupción de las actividades escolares y la incertidumbre generalizada han generado una serie de desafíos del coronavirus en la salud mental para esta población en desarrollo.
En primer lugar, el aislamiento ha sido una de las principales consecuencias negativas para la de los adolescentes durante la pandemia. La falta de interacción cara a cara con sus amigos, compañeros de clase y familiares genera una tristeza que no habían experimentado antes.
Además, el cierre de escuelas y la transición al aprendizaje a distancia alteró la rutina diaria. La adaptación a nuevas formas de aprender puede producir un estrés considerable, así como preocuparse por su propia salud y la de sus seres queridos.
Los desafíos técnicos asociados con el aprendizaje en línea, la falta de motivación y la dificultad para concentrarse afectan negativamente en su rendimiento académico y la autoconfianza.
La información constante y a menudo contradictoria sobre el virus en redes sociales supone otra modificación en su estilo de vida. Por otro lado, es importante destacar que los adolescentes también han experimentado una disminución en las oportunidades de actividad física y recreación.
La cancelación de eventos, cierre de gimnasios o espacios culturales llevaron a un estilo de vida más sedentario y por tanto menos saludable. Por eso es crucial brindarles el apoyo adecuado, así como recordar a este sector poblacional que es vulnerable a las consecuencias del coronavirus en la salud mental a pesar de su juventud.
¿Qué implicaciones tiene el aislamiento social en la salud mental?
El aislamiento social, ya sea impuesto o autoimpuesto, tiene importantes implicaciones en la salud física y mental de las personas. La conexión y el contacto social son necesidades fundamentales para los humanos, somos seres sociales y cuando te ves privado, surgen una serie de consecuencias inevitables.
Además otra de las consecuencias del coronavirus en la salud mental, es que el aislamiento social prolongado contribuye al deterioro de la autoestima y la confianza en uno mismo. La interacción con los demás brinda oportunidades para recibir validación y reconocimiento, lo cual es importante para mantener una imagen positiva de uno mismo.
El aislamiento social también puede afectar la salud cognitiva o aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la depresión. Es importante destacar que afecta a diferentes grupos de personas de manera distinta.
Las personas mayores, las que viven solas, los jóvenes y aquellos que tienen condiciones desfavorables preexistentes son especialmente vulnerables a los efectos adversos del coronavirus en la salud mental.
En este camino de superación hay que intentar avanzar poco a poco, participando en grupos de apoyo o diferentes eventos sociales, aunque sea a nivel virtual. Recuerda mantener un contacto constante con tus seres queridos, expresando tus inquietudes con seguridad.
6 consecuencias del coronavirus en la salud mental tras la pandemia
Perjuicios en las habilidades sociales
Una de las consecuencias del coronavirus en la salud mental es que con las órdenes de quedarse en casa, la gente se ha visto obligada a reducir sus interacciones sociales, lo que provoca peligrosos sentimientos de aislamiento. Esto ha hecho que muchas personas tengan dificultades en la actualidad para comunicarse eficazmente con los demás.
Debido al crecimiento de la comunicación virtual, se están adaptando nuevas formas de comunicación que no te “obligan” a tener que relacionarte como antes, lo que dificulta el proceso terapéutico y conlleva una sensación frustrante.
Desajustes en el ciclo del sueño
En la actualidad puede ser difícil descansar bien por la noche, y no eres el único. Muchas personas sufren desequilibrios del ritmo circadiano debido a las consecuencias del coronavirus en la salud mental, que incluyen alteraciones de la rutina diaria, aumento del uso de pantallas o la tensión creciente.
Una mala calidad del sueño siempre produce un gran impacto en tu bienestar, por lo que es esencial tomar medidas y abordar este problema lo antes posible para mejorar la salud mental.
Una forma de abordarlos es desarrollar una rutina regular a la hora de acostarse. Esto podría incluir actividades como leer un libro, tomar un baño caliente o practicar técnicas meditativas de relajación.
Impacto en la salud cognitiva
La crisis mundial ha hecho mella en nuestras capacidades cognitivas, dejando a muchos abrumados, olvidadizos y faltos de concentración. La niebla cerebral puede atribuirse sin duda a la ansiedad, estrés y depresión.
Además, la creciente dependencia de las pantallas también genera un efecto adverso para el cerebro. La fatiga visual o las migrañas son otras consecuencias del coronavirus en la salud mental. Esto ha dificultado realizar tareas que antes resultaban fáciles, intensificando los niveles de estrés y frustración.
Enfrentamiento del duelo por la pérdida de un ser querido
El duelo es un proceso emocionalmente desafiante, el coronavirus en la salud mental ha añadido una capa adicional de dificultad y complejidad a este proceso.
Una de las mayores dificultades es la limitación de las interacciones y los rituales de despedida.
Los protocolos de distanciamiento social han impedido que las personas puedan despedirse de sus seres queridos de la manera a la que están acostumbrados, ya sea a través de abrazos, besos o ceremonias funerarias.
La pérdida de un ser querido en este contexto genera una mezcla de emociones intensas, como tristeza, ira, culpa y confusión. Es importante recordar que estos sentimientos son normales y parte del proceso.
Es fundamental permitirse tiempo para procesar el duelo cuidando de uno mismo. Aunque puede ser un momento solitario, es esencial recordar que siempre hay personas dispuestas a brindar apoyo y escucha.
El COVID puede afectar la salud emocional y mental
Sentimiento de desesperanza
A medida que el mundo navegaba por esta época incierta, los sentimientos de desesperanza eran cada vez más frecuentes. Es perfectamente comprensible experimentar esta emoción ante el miedo y la ansiedad que el virus conllevó.
Las organizaciones sanitarias de todo el mundo han informado de un fuerte aumento de los efectos del coronavirus en la salud mental y la desesperanza es sólo una de sus consecuencias.
No dudes en pedir ayuda acudiendo a tus seres queridos o a expertos si te sientes así de forma prolongada. Si abordas esta situación, podrás trabajar para recuperar la esperanza y el positivismo en tiempos difíciles.
Trastornos alimentarios
Muchas personas recurrían y recurren a la comida como forma de afrontar el estrés predominante del coronavirus en la salud mental, al igual que otras veían como su apetito disminuía radicalmente debido al desajuste emocional.
Esto conduce a hábitos desordenados que son muy difíciles de mejorar sin la ayuda de psicólogos y nutricionistas. Muchos proveedores de atención sanitaria ofrecen servicios de telesalud, lo que permite a recibir tratamiento desde la comodidad de tu propia casa.
6 estrategias para cuidar la salud mental tras la pandemia
Es probable que la pandemia del coronavirus haya provocado un deterioro de tu bienestar mental, pero mirando el lado positivo, actualmente existen variados recursos para abordar estos desafíos con eficacia.
Fortalece tu inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y manejar tus emociones y las de los demás con destreza. Una forma estupenda de lograrlo es mediante el ejercicio de la meditación de atención plena, que ayuda a ser más consciente de ti mismo en el momento presente.
Al hacerlo, aprendes a responder de forma más equilibrada y constructiva. Otro enfoque para fortalecer tu inteligencia emocional es ejercitar la empatía. En tiempos difíciles, es fundamental ser más compasivo con los demás, sobre todo con los que luchan contra el coronavirus en la salud mental.
Por último, te recomiendo perfeccionar tus habilidades comunicativas. La comunicación eficaz implica ser capaz de expresarse con claridad y escuchar activamente a los demás.
Si perfeccionas tus capacidades, ayudas a salvar esta distancia y establecer conexiones significativas. Recuerda que, al cuidar tu inteligencia emocional, también estás cuidando tu salud en general y contribuyendo al esfuerzo sanitario mundial.
Acude a terapia
Si tienes dificultades con tus emociones durante esta época, la terapia es una solución beneficiosa. El asesoramiento profesional desentrañará las causas profundas de las secuelas después de una depresión.
Un terapeuta cualificado te dará las herramientas y la orientación necesarias para gestionar los desafíos del coronavirus en la salud mental siguiendo adelante. Tanto si te enfrentas a tensiones actuales como si ya las confrontabas antes de la pandemia, la terapia puede ser la respuesta para encontrar la estabilidad.
No hay por qué sentirse incómodo a la hora de pedir ayuda. Tomar la iniciativa de buscar tratamiento y someterse a controles mentales es un signo de fortaleza. La salud mental sigue estando sujeta a estigmas, por lo que es comprensible que te sientas incómodo al respecto.
Si no estás seguro de si la terapia es la vía adecuada para ti, considera la posibilidad de consultar a un especialista para saber más sobre sus beneficios. Una de las principales ventajas es que te proporciona una mejor comprensión de ti mismo.
Además, la terapia te aporta un entorno seguro para expresar tus emociones, algo que puede resultar difícil de hacer en otros lugares. Atendiendo a tus problemas del coronavirus en la salud mental, previenes dificultades a largo plazo.
Establece rutinas saludables
Construir una base de hábitos saludables es esencial para mantener un estado mental sano y reducir los efectos del coronavirus en la salud mental. Con todos los cambios que se han producido a raíz de esta situación, es fácil sentirse agobiado.
Pero, introduciendo pautas beneficiosas es posible encontrar una sensación de equilibrio. Un buen punto de partida es elaborar un plan y seguirlo. No tener una estructura fomenta la falta de productividad de las personas con ansiedad.
Si estableces horarios concretos para el trabajo, la actividad física, las comidas y el ocio, podrás mantenerte al día en tus tareas experimentando una sensación de logro.
Otra pauta que debes establecer para reducir las consecuencias coronavirus en la salud mental, es hacer del autocuidado una prioridad. Esto puede incluir actividades como la meditación, el yoga o practicar ejercicio físico regularmente, recuerda que crear hábitos saludables requiere tiempo y esfuerzo, pero la recompensa merece la pena.
La higiene mental se basa en la eliminación de todo lo que impida lograr un equilibrio emocional. Aquellas actividades que cuidan de los pensamientos ayudan a gestionar las emociones y favorecen una mejor la calidad de vida.
Comparte tus experiencias abiertamente
Compartir tus experiencias abiertamente es una poderosa forma de sobrellevar los efectos emocionales y psicológicos del coronavirus en la salud mental. Al expresar tus emociones, preocupaciones y desafíos, encuentras una conexión humana que brinda consuelo.
Lo más normal es enfrentarse a situaciones similares a las de otras personas, y al contar tus historias, descubres que no estás solo, por lo que no hay nada de lo que avergonzarse.
Esta sensación de comunidad es reconfortante y ayuda a superar las consecuencias del aislamiento que permanecen latentes tras los periodos de confinamiento o distanciamiento.
En definitiva, compartir es terapéutico y también reduce el impacto del coronavirus en la salud mental, debido a que al hablar abiertamente sobre tus temores, liberas emociones acumuladas y alivias la carga emocional. A menudo, el simple acto de verbalizar tu estado mental conduce a un mayor equilibrio.
Además, este hecho genera empatía y solidaridad en los demás. Cuando te abres acerca de tus luchas personales, inspiras a otros a hacer lo mismo. Es destacable recordar que compartir no implica necesariamente hacerlo en plataformas públicas.
Puede ser a través de conversaciones con amigos cercanos, familiares o grupos de apoyo. La clave está en encontrar espacios seguros donde esta interacción se produzca de forma auténtica.
Limita tu exposición a las noticias negativas
Empieza por poner límites a tu consumo de medios de comunicación. Restringe el tiempo que pasas en las redes sociales o consultando las noticias, y considera la posibilidad de darte de baja de las alertas que aportan una oleada continua de información negativa.
Contrarresta la información buscando historias de esperanza, resistencia y positividad. Busca libros o cuentas de redes sociales que se centren en estos temas edificantes.
Como advierten los miembros de la OMS, consumir constantemente noticias negativas perjudica durante el coronavirus en la salud mental, por lo que es importante tomar medidas para equilibrar estos estímulos.
Practica técnicas de gestión del estrés
Afrontar el estrés es esencial para mantener una salud psicológica sólida, sobre todo en los tiempos que corren. Llevar un diario es un método eficaz para reducir la ansiedad.
Poner por escrito tus pensamientos y sentimientos te ayudará a comprender mejor tus preocupaciones y encontrar soluciones eficaces. Además, llevar un diario de agradecimiento te “obliga” a concentrarte sobre los aspectos positivos.
La gestión del estrés es un camino hacia el bienestar y la paz interior. En medio de las presiones de la vida, es fundamental recordar que, si bien no es posible evitar completamente las situaciones estresantes, tienes el poder de controlar tu respuesta a ellas mediante la práctica progresiva de técnicas saludables.
Infografía sobre el coronavirus en la salud mental
Recomendaciones finales sobre las consecuencias del coronavirus en la salud mental después de la pandemia
A pesar de las repercusiones negativas del coronavirus en la salud mental, existen numerosas estrategias que se pueden emplear para mantener tu salud psicológica en buen estado.
La ansiedad post covid se identifica oficialmente como un tipo de estrés post traumático que provoca recuerdos recurrentes sobre la hospitalización, los dolores físicos o la sensación de incertidumbre. Pasar por esto, por tanto, es completamente normal y existen varias vías con el objetivo de ayudarte.
Pero al margen de lo sucedido, debes recordar que, tomando el compromiso de adoptar medidas proactivas para el autocuidado, podrás estar mejor preparado para afrontar cualquier futuro desafío.
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