Con todo este proceso de reapertura y del planteamiento de una “nueva normalidad” en la que el uso de tapabocas, protectores faciales, guantes y gel antibacterial y distanciamiento social serán los nuevos condicionantes; es necesario que aprendamos a gestionar eficazmente nuestras emociones para no caer víctimas de la ansiedad, por temor a ser contagiados.
Cómo manejar el estrés después del COVID-19
El coronavirus y el miedo
El virus sigue acechando y no podemos bajar los brazos, porque cualquiera puede ser su víctima. Por ahora, seguimos sin contar con una vacuna. Sin embargo, tal y como hablamos hace meses, bien sea por hipocondría o por no saber controlar los miedos, no podemos dejar que este revés nos deteniendo la vida.
Y es que el miedo es parte de nuestro sistema defensivo cerebral, nos alerta ante el peligro, pero en nosotros está no convertirnos en sus víctimas eternas. Tenemos que afrontar la realidad, tomando las debidas precauciones en pro de nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
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El coronavirus y la crisis económica
Todas las empresas tienen un rol muy importante que jugar en la recuperación económica de cada país, luego del caos ocasionado por el COVID-19.
Si revisamos el siguiente mapa con las cifras de brotes por coronavirus en España, notarás que finalmente los números de contagiados han descendido considerablemente. Esperamos que se mantenga así, porque ahora es momento de tomar acciones concretas que nos ayuden a sanar la crisis económica del COVID-19, la cual de acuerdo con la ONU, se estima que lance al trabajo infantil a millones de infantes y se vayan por la borda 20 años de avances por disminuir las cifras, sin contar con los millones de personas que se lanzarán al trabajo informal, el aumento del desempleo y la migración.
Es bueno entonces que cada líder empresarial recuerde que tiene la misión de empujar en pro de garantizar la salud física y mental, no solamente de los empleados, sino de la sociedad a la cual su organización presta sus servicios.
Cómo deben actuar los líderes empresariales durante el desconfinamiento
Como su rol es el de marcar una ruta a seguir para los demás con su propio ejemplo, es necesario que sepan:
Mantener una comunicación abierta
Ahora más que nunca, deben existir canales de comunicación abiertos con los trabajadores, en donde haya un intercambio de información que fluya constantemente con el fin de contestar dudas, conocer el estado emocional de cada uno, sus preocupaciones y así poder brindarles una ayuda eficaz y práctica, bajo las debidas medidas de seguridad.
Brindar confianza
Todos los líderes empresariales ante la pandemia deben informar veraz y adecuadamente a los empleados sobre las medidas que se tomen, e ir notando los cambios de escenarios, con el fin de ir girando el timón cuando sea necesario, para no perder el norte.
Por ejemplo, antes de que se reintegren a sus áreas físicas los que deben hacerlo, deberán saber con antelación si van a tener zonas comunes para compartir o estancias aisladas.
Recuerda: todas las disposiciones deben ser respetando lo exigido ante el escenario actual, porque el capital más importante de una empresa son sus equipos de trabajo.
Seguir siendo flexibles
Sabemos que el teletrabajo es la mejor opción para algunos empleados, mientras que para otros es una pesadilla. Lo importante para la empresa es priorizar aquel escenario en el que la productividad del trabajador se vea beneficiada, antes que el propio presentismo laboral.
Es imperativo entonces conocer las necesidades de cada quien, cuál es su situación familiar o personal, y ante ello, ser una empresa flexible. Lo verdaderamente importante es el bienestar de los equipos de trabajo, pues de ello depende el crecimiento y desarrollo de las organizaciones.
Cuidar la salud física y emocional de todos
Es deber de los líderes empresariales el detectar situaciones que pongan en riesgo la salud física y emocional de las personas que están bajo su mando. Para ello, es necesario que se mantenga en comunicación constante con ellos, de manera de poder brindarles apoyo oportuno y así poder tomar con tiempo las medidas correctivas.
No podemos vivir la vida en el miedo y la incertidumbre. Fomentemos la creación de un clima laboral sano donde no hayan controversias, malos tratos y rumores que solo entorpecen la productividad y la paz en las organizaciones.
Continuemos adelante. Sin miedo. Todo pasa, y esto… Esto también pasará.