La conciencia de ser y nuestra capacidad de autodefinirnos e identificarnos es lo que nos distingue como humanos. Todos estos elementos vienen encapsulados en lo que conocemos como la autoestima, y desde un punto positivo constituye la base de una mente sana, una buena inteligencia emocional, pero desde su lado más negativo; es motivo de los más oscuros sentimientos hacia nuestra persona.
Esta última parte es la que más nos cuesta, porque nuestra capacidad de autopercepción puede verse empañada por los prejuicios que tengamos de nosotros mismos, y a veces, somos incapaces de observar este lado oscuro y feo que hemos creado de nosotros mismos, a base de registros y mensajes negativos recogidos e integrados a través de comunicación verbal y no verbal, a lo largo de nuestra existencia. Y nadie, más que nosotros, hemos ido construyendo esa imagen dentro de uno mismo. Así de simple, creamos el elemento clave de la autoestima que es la imagen,definida como la valoración mental que hace cada cual tiene de sí mismo.
Es común entonces encontrar un divorcio total entre la imagen física y mental, ya que la segunda no es más que una construcción subjetiva.
Millones de personas alrededor del mundo sienten una profunda insatisfacción con su apariencia física por no cumplir con los estándares sociales, lo que constituye graves y profundos problemas de autoestima. Para combatirlo, es necesario enseñarle a nuestro cerebro estas cinco reglas sencillas:
1. Hemos de aceptar nuestras imperfecciones, y por lo tanto, pensar que el homo “sapiens” por naturaleza siempre anhela lo que le falta, desdramatizar situaciones y disfrutar, lo que ayuda a normalizar para no alterar la percepción de uno mismo.
2. Estar a gusto con uno mismo y, no importarte la opinión de los demás, no hay que complacer a todo el mundo, y dar valor a los otros. Cree en ti.
3. Me respeto tanto, que no me afecta lo que otros opinen de mi apariencia, y aunque el lector piense que es fácil escribirlo y difícil cumplirlo, esto es cierto; pero conseguirlo, es repetirse a uno mismo que se “ama”. ¿Cuánto de ustedes lo hacen?
4. No debo sentir vergüenza de mostrarme como soy. Porque esto no es todo en la vida, ya que hay más valores en la persona que solamente el cuerpo.
5. Debo ser consciente de mi físico, pero mi vida no depende de ello. Porque la imagen personal va más allá del físico, es un plus, es todo lo que suma en nuestra personalidad como es la empatía la inteligencia, la buena conversación, la amabilidad, los modales, la simpatía, la seguridad… Un montón de cualidades que suman más que un buen físico.
Nuestro gran atractivo yace en ello. La forma en que nos apreciamos depende en gran medida de nuestros propios pensamientos pero cambiar la manera en la que nos percibimos psicológicamente es el camino tener una excelente salud integral. Trabaja la mente y encontrarás las claves que potenciarán tu autoestima es el potencial del humano, lo que le hace fuerte, porque hoy sabemos que la autoestima y la salud física están íntimamente relacionadas. Pero también el éxito. La percepción de la visión de uno mismo, es la proyección en el mundo. Y eso es lo que cuenta.