Dra. Estrella Flores-Carretero.
¿Sabes cómo la comunicación persuasiva mejora tus relaciones personales y profesionales? La capacidad persuasiva es una herramienta poderosa que te permite comunicarte de manera efectiva y generar un impacto positivo en tu entorno.
La persuasión es una habilidad que implica más que solo hablar bien; requiere que escuches a los demás, entiendas sus necesidades y preocupaciones, y adaptes tu mensaje para que resuene con ellos.
Las personas persuasivas se caracterizan por su conexión humana genuina, asertividad y habilidades de comunicación, lo que les permite influenciar a otros para lograr objetivos comunes.
Además, desarrollar tu capacidad de persuasión no solo te beneficia a ti, sino que también tiene un impacto positivo en todo tu entorno laboral, ya que es una habilidad que, una vez dominada, puede abrir muchas puertas y facilitar tu crecimiento profesional.
12 aspectos para evaluar tu capacidad persuasiva en el trabajo
¿Qué es la capacidad persuasiva?
La capacidad persuasiva es la habilidad de influir en los pensamientos, decisiones o acciones de otras personas a través de la comunicación; no se trata simplemente de tener capacidad para convencer a alguien de hacer lo que tú quieres, sino de presentar tus ideas de manera que resulten atractivas y razonables para los demás.
Cuando eres una persona persuasiva, logras que los demás entiendan tu punto de vista y se sientan motivados a actuar en consecuencia, ya sea para aceptar una propuesta, cambiar de opinión o colaborar en un objetivo.
Aspectos para evaluar tu capacidad persuasiva en el trabajo
Evaluar tu capacidad persuasiva es clave para mejorar cómo influyes en los demás y cómo comunicas tus ideas de manera efectiva. Algunos aspectos fundamentales que puedes considerar para evaluarla son:
Demuestra tu seguridad
Muchas personas tienden a confundir autoconfianza con arrogancia, porque en el fondo creen que la persuasión es un tema de “parecer” y no de “ser”, cuando en realidad todo se trata de confiar plenamente en lo que has aprendido a lo largo de los años.
Es estar consciente de que te has preparado arduamente para alcanzar tus propósitos, y que aún sigues haciéndolo porque entiendes que el mundo cambia y que debes mantener tu mente dispuesta a aprender nuevos conocimientos.
Una persona persuasiva nunca teme hacer preguntas cuando no tienen las situaciones tan claras o de ofrecer disculpas, porque sabe que la humildad le abrirá las puertas a más sabiduría y creará una mayor conexión con el resto de las personas desde la vulnerabilidad.
Claridad en la comunicación
Evalúa si tus ideas son comprensibles para los demás; la claridad en tu comunicación es esencial para la persuasión, ya que si tu mensaje es confuso o vago, será difícil que otros lo sigan o lo acepten.
Para evaluar tus habilidades comunicativas, antes de exponer tu punto de vista, pregúntate si quienes te escuchan o leen pueden captar rápidamente la idea central de lo que estás diciendo.
Exprésate desde la asertividad
Todos somos seres de hábitos, y ante la evaluación repetida de un objeto, nuestro cerebro crea un patrón de pensamiento que le permite registrar la actitud futura que deberá tener ante el mismo en otra oportunidad.
A este proceso se le denomina actitud implícita y conlleva un registro histórico y desconocido, que le permite a la persona interactuar de cierta forma ante ciertos hechos o personas.
Sin embargo, esta “actitud implícita” puede ser cambiada gracias a la persuasión, ya que una persona asertiva hace de la empatía su mejor vía de entendimiento con el mundo, respeta y comprende las emociones de los demás.
Debes saber que los mensajes solamente llegan cuando conectan desde una actitud comprensiva y positiva, cuando te haces entender de manera concisa, y no con actitudes violentas que reflejen egocentrismo.
Desarrolla tus habilidades sociales
Quienes desarrollan el arte de la persuasión, saben manejarse muy bien en situaciones tensas o conflictivas, porque han trabajado notablemente tanto en la lectura emocional propia como de la persona o personas con las que se comunica.
Además, debes trabajar en el desarrollo de habilidades sociales como la buena escucha, el establecimiento de diálogos, la clara formulación de preguntas, el saber mostrarse agradecido y disculparse cuando es oportuno.
De hecho, de acuerdo con estudios practicados por la Universidad de Yale, para que un mensaje sea persuasivo, debe contar con cuatro elementos indispensables:
- La fuente, persona de experiencia que sabe conectar con su oyente.
- El contenido del mensaje, peso argumentativo y claridad.
- El canal comunicativo o sentido al que se enfatiza en el mensaje.
- El contexto bajo el cual se emite el mensaje, aquí se toma en cuenta el estado anímico de las partes.
Cuida tu ética
Nunca confundas ser persuasivo con ser permisivo o flexible ante tus valores, ya que una persona persuasiva jamás justificará ciertos hechos que traicionen su ética profesional solo por querer alcanzar una meta personal o las de su compañía.
Al contrario, una persona con capacidad persuasiva demuestra sus habilidades de comunicación y se mantiene sólida en lo que cree, ya que sabe que cuenta con las herramientas y el apoyo necesario.
Desarrolla tus conocimientos del tema
Considera si dominas el tema sobre el que estás intentando persuadir, ya que la persuasión efectiva requiere que tengas un buen conocimiento del tema para poder argumentar de manera sólida, con el objetivo de responder a cualquier duda u objeción que pueda surgir.
Para lograr esto evalúa si estás preparado para respaldar tus ideas con datos, ejemplos o experiencias que refuercen tu mensaje, antes de intentar convencer a otras personas.
Mejora tu capacidad para escuchar
La capacidad persuasiva no es solo hablar, sino también saber escuchar; por eso evalúa cómo respondes a las opiniones y preocupaciones de los demás, ya que si puedes adaptar tu mensaje basado en lo que escuchas y mostrar que valoras las opiniones ajenas, es más probable que los convenzas.
Para ello, reflexiona sobre si permites que los demás expresen sus puntos de vista y si utilizas esa información para fortalecer tu argumentación, con el objetivo de mejorar la eficiencia de tu mensaje.
La importancia de la escucha activa
La escucha activa es una habilidad esencial en las personas persuasivas, ya que les permite comprender las necesidades y perspectivas de los demás, puesto que este tipo de escucha fomenta la empatía y fortalece la conexión con el interlocutor.
Utiliza la empatía
La empatía te permite entender mejor las necesidades y emociones de tu audiencia, lo que es crucial para mejorar tu capacidad persuasiva de una manera efectiva.
Considera si eres capaz de ponerte en el lugar de la otra persona y evalúa si puedes adaptar tu mensaje para resonar emocionalmente con los demás y si logras conectar con ellos a un nivel personal.
Confianza en ti mismo
La confianza es contagiosa, y cuando las otras personas perciben que crees firmemente en lo que estás diciendo, tu capacidad argumentativa y persuasiva aumenta.
Considera si transmites seguridad a través de tu lenguaje corporal, tono de voz y actitud general, evaluando si te sientes seguro y confiado al hablar en público.
Busca la flexibilidad en la argumentación
La persuasión efectiva a menudo requiere que seas flexible en tu argumentación, adaptándote a la audiencia o contexto, por eso considera si eres capaz de ajustar tu enfoque según la situación.
Evalúa si puedes cambiar de táctica cuando ves que un enfoque no está funcionando, encontrando nuevos ángulos para presentar tu caso y convencer a otras personas.
Enfócate en influir sin manipular
Considera si tus argumentos son transparentes y si respetas la autonomía de quienes estás persuadiendo, ya que la persuasión ética es importante; por eso debes evaluar si puedes influir en los demás sin recurrir a la manipulación.
Para ello reflexiona sobre si tus intentos de persuasión buscan un beneficio mutuo en lugar de simplemente conseguir lo que deseas.
Inspira a quienes te rodean
Las personas suelen sentir especial afecto por los proyectos en los que se involucran de pie a cabeza, por eso quién sabe persuadir correctamente contagia a su equipo de energía y entusiasmo.
Para lograr esto es necesario crear un ambiente empático donde se practica la escucha sincera, y se ponen en práctica políticas corporativas que estimulen el bienestar de los miembros de su equipo.
La importancia de la capacidad persuasiva en el entorno laboral
En el entorno laboral, la capacidad persuasiva es utilizada para comunicar tus ideas de manera efectiva y generar consenso, por eso es una habilidad de gran importancia ya que te permite:
Desarrollar una conexión más humana
Establecer una conexión humana genuina con tus colegas y colaboradores es fundamental para generar confianza y credibilidad en tus propuestas, por eso la capacidad de empatizar y comprender las perspectivas de los demás te permite construir relaciones sólidas y facilitar la persuasión de manera efectiva en el mundo profesional.
Mejorar la colaboración y el trabajo en equipo
Ser persuasivo te ayuda a presentar tus ideas de una manera que resuene en los demás, facilitando la colaboración, gracias a que puedes articular claramente tus puntos de vista.
Además, te permite explicar por qué una determinada estrategia o enfoque es beneficioso, y ello supone que los demás se sientan motivados a trabajar contigo, lo que fortalece el espíritu de equipo y mejora la productividad en conjunto.
Facilitar la resolución de conflictos
En cualquier entorno laboral, es inevitable que surjan desacuerdos, por eso la capacidad de persuadir es crucial en estos momentos porque te permite encontrar soluciones que sean aceptables para todas las partes.
Al usar argumentos convincentes y demostrar empatía, puedes mediar en situaciones tensas y ayudar a que todos lleguen a un acuerdo sin resentimientos, lo que mejora el clima laboral.
Influencia en la toma de decisiones
Tener habilidades persuasivas significa que puedes influir en las decisiones que se toman en tu empresa, ya sea para obtener la aprobación de un proyecto o para proponer un cambio en las políticas, ser persuasivo te da una ventaja.
Esa habilidad te permite presentar tus ideas de manera convincente, mostrando cómo tus propuestas benefician a la organización, lo que aumenta las posibilidades de que sean aceptadas.
Motivación del equipo
Si ocupas un puesto de liderazgo, necesitas motivar a tu equipo constantemente y la capacidad persuasiva es una herramienta clave para inspirar a los demás y hacer que compartan tu visión.
Al comunicar tus metas de manera efectiva y conectar emocionalmente con tu equipo, puedes estimular su compromiso y energía, lo que se traduce en un mayor rendimiento y un ambiente laboral más positivo.
Aumentar la capacidad de negociación
En el mundo laboral, negociar es una actividad frecuente, ya sea con clientes, proveedores o colegas y la capacidad persuasiva te permite negociar mejores términos y condiciones.
Al saber cómo presentar tus argumentos y responder a las objeciones de manera eficaz en cada negociación que realices, puedes asegurarte de obtener resultados favorables para ti y tu empresa.
Generar confianza y credibilidad
Con la persuasión no se trata solo de convencer, sino también de generar confianza, ya que cuando puedes comunicar tus ideas de manera clara y razonada, los demás te perciben como alguien confiable y seguro de sí mismo.
Por eso desarrollar la capacidad persuasiva no sólo te ayuda a ganar el respeto de tus colegas, sino que también te posiciona como un referente dentro de tu organización.
Facilitar la implementación de cambios
Los cambios en el entorno laboral pueden ser desafiantes, pero la capacidad persuasiva puede hacer que el proceso sea mucho más fluido, ya que al explicar los beneficios de un cambio y abordar las preocupaciones de los demás de manera convincente, puedes reducir la resistencia y asegurarte de que todos estén alineados con la nueva dirección.
Aportar a la comunicación efectiva
Ser persuasivo también significa ser un buen comunicador. La claridad, el tono y la estructura de tu mensaje juegan un papel importante en cómo se recibe tu comunicación.
Una buena capacidad persuasiva te permite transmitir tus ideas de forma que sean comprendidas y valoradas, lo que es esencial para cualquier interacción en el entorno laboral.
Cómo desarrollar la capacidad persuasiva en el trabajo y en la vida
Desarrollar tu capacidad persuasiva es una habilidad valiosa tanto en el trabajo como en la vida personal, ya que te permite comunicarte con efectividad, influir en las decisiones de los demás y construir relaciones más sólidas; entre las formas de desarrollar esta capacidad están:
Conoce a tu audiencia
Para ser persuasivo, es fundamental que entiendas a la persona o grupo con los que estás interactuando, esto significa que debes conocer sus intereses, necesidades, preocupaciones y lo que los motiva.
Cuando sabes lo que le importa a tu audiencia, puedes adaptar tu mensaje para que resuene mejor con ellos, lo que aumenta las probabilidades de que acepten tus ideas o propuestas.
Escucha activamente
Para desarrollar tu capacidad persuasiva debes escuchar con atención, ya que cuando lo haces, demuestras que valoras la opinión de los demás y puedes identificar puntos clave que te ayudarán a construir tus argumentos.
Además, escuchar te permite captar señales que te indican si tu mensaje está siendo bien recibido o si necesitas ajustar tu enfoque, para poder lograr tus objetivos.
Comunica con claridad
La claridad es esencial para ser persuasivo, por eso asegúrate de que tus ideas estén bien organizadas y de que expreses tus puntos de manera simple y directa, evita el uso de términos complicados que puedan dificultar la comprensión y enfócate en transmitir tus ideas de manera que sean fáciles de entender.
Muestra confianza en ti mismo
Cuando te expresas con seguridad, transmites que crees en lo que estás diciendo y que estás bien informado, para reforzar tu confianza practica el lenguaje corporal positivo con acciones como:
- Mantener una postura erguida.
- Hacer contacto visual.
- Usar un tono de voz firme.
Utiliza historias y ejemplos
Las historias y los ejemplos concretos son herramientas poderosas para mejorar tu capacidad persuasiva, porque una buena historia puede hacer que tu mensaje sea más memorable y emocionalmente impactante.
Los ejemplos concretos, por otro lado, ayudan a ilustrar tus puntos de manera tangible, haciendo que tus argumentos sean más convincentes y fáciles de entender.
Apela a las emociones
Las personas no toman decisiones sólo basadas en la lógica; las emociones juegan un papel crucial, por eso aprende a conectar emocionalmente con tu audiencia, ya sea mostrando empatía, compartiendo experiencias personales o utilizando un lenguaje que evoque sentimientos.
Sé auténtico y transparente
La autenticidad es clave para ganar la confianza de los demás, ya que si te perciben como honesto y genuino, estarán más dispuestos a escuchar lo que tienes que decir.
No trates de ser alguien que no eres ni de exagerar tus puntos; en lugar de eso, sé transparente sobre tus intenciones y mantén la integridad en tus interacciones, recuerda que la transparencia genera confianza, y la confianza es la base de la persuasión.
Practica la paciencia y la persistencia
La persuasión no siempre es instantánea; a veces, necesitas ser paciente y persistente, no podrás convencer a todas las personas en el primer intento, y eso está bien.
En lugar de frustrarte, mantén un enfoque constante y sigue reforzando tu mensaje de manera positiva, así verás que con el tiempo, tus esfuerzos pueden dar frutos, ya que las personas tienden a ser más receptivas cuando ven consistencia en tus ideas y en tu enfoque.
Recomendaciones finales sobre los aspectos para evaluar tu capacidad persuasiva en el trabajo
La capacidad persuasiva no es solo una técnica que se utiliza en ventas o en negociaciones, sino que es una herramienta que puedes aplicar en casi cualquier contexto donde tengas interactúes con otras personas.
En el ámbito laboral, la capacidad persuasiva juega un papel fundamental en la comunicación y en la consecución de objetivos efectivos y colaborativos, por eso desarrollar esta habilidad es esencial para alcanzar tu éxito profesional y establecer relaciones sólidas.
Desarrollar tu capacidad persuasiva es un proceso continuo que requiere práctica y reflexión día a día, sin embargo, en la medida que lo hagas podrás comunicarte de manera efectiva, para lograr que tus ideas sean valoradas y aceptadas.
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