Autoestima y emociones, una combinación poderosa

En un mundo tan convulsionado como el de hoy, nos volvemos emocionalmente indefensos ante cualquier situación externa y dejamos que sean ellas, nuestras emociones, quienes nos controlen la percepción de la vida, la reacción ante el entorno y las acciones de los demás.

Sin embargo, para poder tomar las riendas de nuestro desarrollo, crecimiento personal y mantener nuestra autoestima saludable, requerimos identificar y gestionar nuestro mapa emocional.

Cuando sientas que los problemas laborales, domésticos incluso hasta tus propios pensamientos te sacan de control, toma un minuto, respira lenta y profundamente, estableciendo un balance de lo realmente importante en cada situación.

No eres más, no eres menos, recuerda que somos seres perfectos y únicos, tus capacidades, aptitudes y destrezas no se comparan con las de los demás. Entonces, evita caer en la tentación de compararte con otros o de sentirte inferior. Esos pensamientos alimentan negativamente tus emociones, fomentando la rabia, la tristeza y la frustración, y lo peor: van haciendo mella directa en tu autoestima.

Realiza afirmaciones positivas que te ayuden a interiorizar tus fortalezas. A transformar las emociones negativas en alegría, esperanza, fuerza. Por ejemplo, si has perdido la fe en el amor repite la afirmación: “Soy una persona digna de amar y ser amada”.

Anímate a emprender nuevos retos que te saquen de tu zona de confort. Reflexiona, cree en tu propio juicio, cree en tus capacidades y vive el momento presente. Disfruta del poder del ahora y convierte las emociones en tu principal aliado en el camino al éxito y el bienestar.