Dra. Estrella Flores-Carretero.
Contrariamente a la creencia popular, las personas con adicción al trabajo son más improductivas, ya que suelen invertir más tiempo y energía de la necesaria en cada tarea, lo cual repercute negativamente a su eficacia.
¿Es esta la principal consecuencia? Mas allá de cómo afecta a su trayectoria profesional, los adictos al trabajo sufren distintos problemas de salud y factores de riesgo psicosociales, por lo que esta afección está considerada oficialmente como un trastorno obsesivo-compulsivo.
De hecho, estos adictos pueden experimentar una sensación de euforia y satisfacción al completar tareas laborales similar a la que se experimenta con el consumo de drogas.
Pero afortunadamente, gracias a la terapia conductual y ocupacional y a la creciente concienciación sobre la salud mental, tanto la prevención como el alivio de este trastorno son más que posibles.
¿Qué encontrarás en este artículo?
4 Señales de que tienes adicción al trabajo y las consecuencias en tu vida
¿Qué es la adicción al trabajo?
La adicción al trabajo, también conocida como «workaholism» en inglés, es un patrón de comportamiento compulsivo en el que un empleado se siente obligado a trabajar de manera obsesiva, incluso a expensas de su propia salud, relaciones y otros aspectos vitales.
El trabajador se excede voluntariamente en las horas invertidas en su jornada laboral, sin recibir presiones externas, pero también se preocupa constantemente en lo referente a su ocupación.
La adicción al trabajo surge cuando una persona pasa a establecer su actividad como prioridad absoluta. El verdadero problema es que quienes la padecen reconocen estas conductas como favorables, las confunden erróneamente con el compromiso laboral.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una jornada laboral de 8 horas al día o 40 horas semanales para asegurar el bienestar del trabajador. Además, enfatiza la importancia de contar con un tiempo adecuado para la recuperación.
Las personas workaholics siempre han existido, pero no fue hasta la década de los 70 en Estados Unidos cuando un psicólogo y ministro llamado Wayne Oates, observó cómo algunos de sus pacientes mostraban una obsesión por el trabajo que afectaba gravemente a su salud.
En 1971, Oates publicó un libro titulado «Confessions of a Workaholic: The Facts About Work Addiction», en el que describe la adicción al trabajo como una compulsión incontrolable por rendir, que a menudo viene acompañada por sentimientos de ansiedad, culpa y miedo al fracaso.
4 señales de que las personas son adictas al trabajo
Escasas relaciones interpersonales en el trabajo
Un rasgo del workaholic es que está concentrado únicamente en los aspectos del trabajo que tienen que ver con las tareas y obligaciones. Estas personas olvidan que establecer relaciones laborales sólidas es fundamental para fomentar un clima tan productivo como colaborativo.
Actitud controladora
Las tendencias compulsivas de la adicción al trabajo llevan a querer tomar el control total, esto conduce a la incapacidad para delegar tareas a pesar de los múltiples beneficios que implica esta práctica.
Utilizar el trabajo como evasión
Los problemas personales son una señal evidente de adicción laboral; es frecuente que los adictos utilicen el trabajo como compensación a otras cuestiones que se escapan de su control o que pretenden evitar.
Falta de autoestima
Los workaholics se esfuerzan demasiado por agradar a los demás en el entorno laboral, a pesar de no llegar a estrechar lazos. Su autovaloración está centrada en el trabajo, como única forma de validación personal.
La falta de autoestima puede manifestarse en sentimientos de duda, ansiedad, dificultad para establecer límites saludables, expresarse asertivamente o tomar decisiones informadas.
Por lo tanto, a pesar de invertir una gran cantidad de horas, la productividad queda reducida, ya que un empleado incapaz de reconocer sus propias fortalezas y concentrado en sus limitaciones no puede ser totalmente eficaz.
Además de las mencionadas, estas son otras señales importantes de la adicción al trabajo:
- Escasa vida social y tiempo de ocio
- Siempre tienes prisa por terminar una tarea
- No trabajar te causa incomodidad, culpa y nervios
- Trabajas durante tus vacaciones
- El trabajo consume todas las horas menos las dedicadas a dormir y comer (incluso pueden comer mientras siguen trabajando)
- Acudir al trabajo a pesar de sentirse enfermo
- Hacer del hogar una extensión de la oficina
- Intolerancia al fracaso
5 síntomas que puede tener una persona con adicción al trabajo
Insomnio
Las personas adictas al trabajo se esfuerzan diariamente durante horas y se sienten culpables cuando no lo hacen. Esta ansiedad interfiere seriamente con la capacidad para conciliar el sueño por la noche.
Cuando el ciclo del sueño se altera por un periodo prolongado esto interfiere en la capacidad para establecer una rutina saludable de descanso y vigilia, ocasionando insomnio crónico. La sobreestimulación cerebral es un signo característico de adicción al trabajo que dificulta bastante el proceso de relajación.
Además, es muy habitual que el workahólico deba exponerse durante largas horas a las pantallas lo cual empeora la calidad del sueño. La luz azul puede engañar al cerebro para que piense que es de día, reduciendo la producción de melatonina.
Los dispositivos tecnológicos estimulan incluso más la actividad cerebral, es así como se altera peligrosamente el ritmo circadiano, que es el reloj interno del cuerpo encargado de regular el sueño.
Tensión muscular
Los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y el estrés son signos que acompañan comúnmente a la adicción al trabajo, produciendo frecuentes dolores de cabeza, espalda o malestar generalizado en las articulaciones.
Además, la somatización es un proceso psicológico en el que se experimentan síntomas físicos como dolor, fatiga, náuseas o trastornos gastrointestinales, sin una causa médica aparente.
Estos pueden ser reales y molestos, pero su origen no se encuentra en una enfermedad física identificable. La somatización es una forma en la que el cuerpo expresa la angustia emocional procedente de la adicción al trabajo.
El tratamiento puede incluir terapia psicológica para ayudar al adicto a comprender la conexión entre sus emociones y molestias físicas, así como para desarrollar estrategias conductuales que combatan el estrés laboral cotidiano.
Irritabilidad
Las reacciones de los workaholics ante la sugerencia de que deberían descansar más o incluso ante estímulos no relacionados con su trabajo son especialmente susceptibles y perjudiciales para sus relaciones, ya que estos son incapaces de detectar el peligro de su conducta.
Depresión o distimia
Los hábitos insalubres del workaholic le llevan a sumirse poco a poco en la tristeza sin darse cuenta, ya que en un principio mejoran los resultados laborales.
La adicción al trabajo puede ser una forma de evitar o escapar de los sentimientos negativos asociados con la depresión, proporcionando una fuente de validación y satisfacción temporal.
Sin embargo, sin un tratamiento terapéutico adecuado la revista “Journal of Occupational Health Psychology” afirma como estas personas tienen una propensión natural a sufrir depresión o distimia.
La distimia es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una depresión crónica y persistente durante al menos dos años.
A diferencia de la depresión mayor, que incluye episodios agudos de síntomas depresivos durante semanas o meses, la distimia implica un estado de ánimo entristecido de menor intensidad, pero más prolongado.
Entre los síntomas se encuentran la desesperanza, pérdida de interés en las actividades cotidianas, baja autoestima, dificultad para tomar decisiones y falta de concentración. Estos pueden ser menos graves, pero su duración prolongada afecta significativamente a la calidad de vida.
Rumiación excesiva
La adicción al trabajo produce pensamientos invasivos recurrentes, es decir solo tienen que ver con preocupaciones, en este caso laborales, pero resultan inútiles para resolverlas y ocasionan graves problemas de concentración.
Consecuencias de la adicción al trabajo
4 diferencias entre la adicción al trabajo y el compromiso laboral
Tanto el trabajador comprometido como el workaholic siguen las mismas conductas en apariencia, pero sus motivaciones laborales difieren enormemente:
Productividad laboral
La dedicación prolongada al trabajo que nace del compromiso laboral se traduce en sentido de la responsabilidad, deseo de superación y verdadera pasión hacia la labor realizada.
Sin embargo, la adicción al trabajo es una consecuencia de la incapacidad para equilibrar la satisfacción obtenida a partir de distintos ámbitos vitales; en este contexto se generan trastornos en la vida del empleado que impiden un desempeño adecuado.
Problemas de salud
Una de las principales diferencias entre ambas conductas es que los colaboradores comprometidos sí que son conscientes de la importancia de establecer límites en su rutina de trabajo para alcanzar mejor sus objetivos y sus otras actividades dentro y fuera de la organización.
El alto sentido de cumplimiento laboral es muy positivo cuando se genera a partir de unas jornadas delimitadas, objetivos definidos y ante todo del bienestar del empleado, es decir la calidad debe anteponerse a la cantidad.
Trabajo en equipo
La interacción colectiva favorece los resultados profesionales a través del encuentro de diversos puntos de vista. De esta forma, los miembros del equipo se mejoran mutuamente y se complementan para lograr un objetivo en común.
En este contexto se fomentan valores como la lealtad, la empatía o la autoestima porque existe un sentimiento de pertenencia entre los integrantes. Sin embargo, uno de los principales signos de la adicción al trabajo es la tendencia al aislamiento social.
Es así como un empleado workaholic se comunica únicamente con fines laborales para facilitar su trayectoria, por lo que los equipos no trabajan verdaderamente cohesionados y es muy complicado establecer vínculos interpersonales o fomentar la camaradería en el trabajo.
Los trabajadores adictos trabajan en grupo, no en equipo, es decir para ellos es más importante su propio proceso que lograr conjuntamente un objetivo. Por eso es más probable que surjan rivalidades e incluso conflictos.
Identificación con la organización
El engagement laboral es una implicación que nace a partir de una motivación intrínseca, ya que el empleado se identifica con la misión, valores éticos y objetivos de la organización. Esta condición es indispensable; en contraposición la adicción tiene causas diversas que no se relacionan con el lugar de trabajo.
Las 4 causas de la adicción al trabajo
Competitividad laboral
Las organizaciones también son responsables de fomentar una psicología del trabajo alejada de la competitividad laboral, para evitar generar presión en los empleados por mantenerse al día con sus colegas o superarlos.
En esta cultura empresarial los colaboradores sienten que deben estar demostrando constantemente su rendimiento y valía para ser reconocidos, por lo que al final es muy común que deseen dejar el trabajo por ansiedad.
Dificultades económicas
En momentos de escasez de recursos, la necesidad de ingresos para cubrir gastos lleva al empleado a invertir en horas extra, este es un indicio de adicción al trabajo que conviene atender.
Además, las crisis financieras suponen una mayor inseguridad laboral por lo que la presión por demostrar su valía ante los recortes de personal también aumenta.
Rasgos de personalidad
Los cardiólogos Friedman y Rosenman identificaron en los años 50 una serie de respuestas características a ciertos estímulos que agruparon en distintos patrones de personalidad.
La personalidad tipo A corresponde a rasgos como la impaciencia, la hostilidad, la competitividad o la orientación hacia los objetivos. Todos ellos favorecen que estas personas sean bastante trabajo-dependientes.
Sin embargo, nadie exhibe solamente un único tipo de personalidad, sino que normalmente aquel que prevalece se combina con rasgos de los demás tipos dependiendo de la situación.
Otra característica definitoria del empleado adicto es la ambición, que también es decisiva para la adicción al trabajo. Suelen tomar riesgos fácilmente y son pragmáticos, lo cual caracteriza al espíritu emprendedor.
Sin embargo, también entra en juego la dificultad para relajarse y la propensión a sufrir enfermedades coronarias, fobia social, estrés o hipertensión.
3 consecuencias de la adición al trabajo
Según el ensayo académico “El impacto de la adicción al trabajo en las organizaciones” por Adela Reig-Botella y Alicia Cabarcos, se pueden dividir las consecuencias del workaholismo en tres categorías:
Individuales
A corto plazo el empleado ve como sus resultados laborales mejoran, pero poco a poco la adicción al trabajo conlleva problemas de salud mental y física que devienen en el conocido “síndrome de burnout”
El síndrome del burnout, también conocido como síndrome de desgaste profesional, es un problema de salud mental que afecta a personas que experimentan un estrés crónico en su trabajo. Se caracteriza por el agotamiento emocional, la despersonalización y una disminución de la eficacia laboral.
El síndrome del burnout es un problema de salud ocupacional importante y está incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11)
Según la OMS trabajar 55 horas a la semana o más aumenta un 35% el riesgo de accidente cerebrovascular y un 17% el de enfermedad cardiaca. Pero además en países como Japón la adicción al trabajo o karoshi es un fenómeno especialmente grave.
En 2019, el Ministerio de Trabajo japonés informó de 1.939 casos de muertes por karoshi y otras enfermedades relacionadas con el malestar laboral. Sin embargo, se cree que el número real puede ser mucho mayor.
Por esta razón el gobierno japones indicó que la mayoría de estas muertes estaban relacionadas con enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y suicidios debido al estrés laboral crónico.
Organizacionales
A largo plazo, mantener a este tipo de empleados en la plantilla o sobrecargar al trabajador y fomentar una cultura competitiva genera un clima tenso, poco constructivo, además de que disminuye la calidad total de la actividad.
Además, el pago de horas extraordinarias supone una gran inversión para la empresa cuando quienes las realizan no pueden ser eficientes. A su vez, la adicción laboral a largo plazo produce bajas que es necesario cubrir, así como gastos por la rotación de empleados que dejan el trabajo por ansiedad.
Pero la imagen de la empresa también se ve deteriorada, los casos de abuso o explotación laboral cada vez tienen más eco en los medios de comunicación, lo que puede repercutir seriamente en la reputación corporativa.
Sociales
Las personas que sufren adicción al trabajo se alejan de amigos y familiares progresivamente debido a que reducen el tiempo y la energía disponibles para dedicar a su vida social y otras actividades. Estas tendencias se traducen en dificultades para relacionarse y al aislamiento.
Infografía sobre la adicción al trabajo
Recomendaciones sobre cómo evitar la adicción al trabajo, para mejorar tu calidad de vida
A pesar de las consecuencias de esta adicción, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) confirmó en 2020 que el 9% de los trabajadores en todo el mundo experimentan altos niveles de estrés laboral.
Prevenir la adicción al trabajo es clave para mantener un equilibrio saludable entre diversos entornos. Establecer límites tiene que ver con cumplir con unos horarios de trabajo respetuosos, mientras dedicas tiempo a crecer personalmente gracias a otras actividades recreativas.
Lo más importante es priorizar las tareas y sobre todo aprender a delegar, pero recuerda mantener una comunicación efectiva con el equipo para poder transmitir tus necesidades de forma asertiva.
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